LA RESISTENCIA ERNESTO SÁBATO

LA RESISTENCIA

ERNESTO SÁBATO

Querido joven posmoderno:

        Hace tiempo leí un libro basado en todos aquellos símbolos y planteos que reinan en el mundo actual, escrito por Ernesto Sábato. Este, nació en rojas en el año 19111 y fue un científico dedicado en sus primeros años de vida adulta. Sin embargo, un sentimiento de pasión a la escritura, tal vez por sus contactos, tal vez por sus experiencias, le brotó en su interior, y una revelación termino por darle a Sábato las fuerzas para dedicar su vida a esto. Lo que mostró su gran talento no solo al mundo, sino a él. Aunque nunca pudo realmente apreciarlo. Es más, era su mujer, Matilde Kusminsky, que lo acompaño desde el día uno, quien recuperaba sus obras para darlas a conocer. Por lo que se puede decir que, los diversos premios que ganó, no fueron solo mérito propio, sino también de esta mujer que podía ver en él lo importante que serían sus narraciones.

La obra que leí, uno de sus  famosos libros, La resistencia, me inspiró a pensar en la realidad en la que vivimos, lo que pasa día a día, qué es aquello a lo que tenemos que resistir y cómo hacerlo: Los medios masivos de comunicación y la privatización del amor. Y quiero compartirte lo que pienso, capaz algún día puedas entenderme y expandir tu cabeza tanto como me enseño a hacerlo Sábato a mí.

Hoy en día, los medios de comunicación nos ejercen una visión malformada y débil de la realidad, direccionándonos en un camino inhumano; y nos privan del valor más importante que tenemos: el amor.

Vos y yo, nacimos en un tiempo moderno, muy diferente a las épocas pasadas. No es necesario que te explique como antes la sociedad vivía sin una dependencia tecnológica, a comparación de la actualidad, donde todos somos esclavos de al menos una pantalla. En los hogares reina un clima de hipnosis y sometimiento ante estos medios  grandiosamente invasivos. Y no digo grandioso en un sentido de admiración o deseo, sino que hago referencia a la magnitud que llego a tener este objeto abstracto que hasta nos controla nuestras vidas. Lo paradójico es pensar que la tecnología vino para salvar nuestra existencia y satisfacer nuestros más grandes deseos. Nos facilita el trabajo y nos resta el esfuerzo que debemos ponerle a las cosas. Pero,  ¿Qué tiene de positivo eso? ¿Qué pasa con nuestro interior, nuestros sentimientos, nuestras relaciones humanas? Y es que los medios masivos nos hacen creer que estamos conectados con el mundo entero, cuando en realidad nos arranca la posibilidad de convivir humanitariamente. Nos imposibilita el dialogo con los demás, el reconocimiento del mundo que nos rodea, siendo que allí es donde ocurre lo majestuoso: el vínculo humano. ¡Que sentimiento tan llenado cuando debemos buscar un gesto amigo por teléfono! No nos estamos dando cuenta que es en el mismo sentir a una persona que nos habla, nos abraza, nos observa; cuando  el corazón se nos estremece y  apreciamos al otro. Quiero que siempre recuerdes esto: es en el calor de una mano, el consejo de un amigo, la caricia de tu madre, el olor de la casa de tus abuelos, el  dialogo con un desconocido, la admiración por un sabio; es ahí exactamente, el lugar donde vas a encontrar  la felicidad verdadera y el amor cegador. Los medios son el camino a la soledad, debemos sentir y experimentar la vida, abrir los ojos, y por sobre todo amar. Amar fuerte y apasionadamente a cada persona que se nos cruza en nuestro camino.

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