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La importancia de los valores


Enviado por   •  6 de Diciembre de 2013  •  Síntesis  •  1.776 Palabras (8 Páginas)  •  310 Visitas

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actualmente de la educación y más aún en el campo universitario es hacer referencia a los cambios de la tecnología y el impacto de la globalización en el mundo educativo. La formación que se le brinde al profesional de la educación debe partir de la realidad circundante y responder a las necesidades que éstas implican. Tomando en cuenta que la educación es la fuente de los valoresdonde se aprenden las grandes virtudes y su importancia consiste en que el hombre logre su propia autodeterminación como persona.

Así mismo, se vislumbra un contexto donde diversos entes influyen en la formación de los educandos, partiendo de la realidad vertiginosa que exige una educación innovadora y efectiva donde los valores éticos en la educación universitaria garantizan el futuro del profesional. Esta tarea no es posible sin la cooperación de las instituciones, en este caso la universidad, por ello según Gervilla (2000) es imprescindible trabajar de la mano, acompañando el proceso de formación integral desde un proyecto de vida.

Además, es necesario ver a la universidad como la generadora del potencial humano que se necesita para la transformación y desarrollo de la sociedad. La gran demanda y diversificación que se presenta en los momentos actuales en la Enseñanza Universitaria es debido a la toma de conciencia de la importancia que tiene este tipo de Educación para el desarrollo de la humanidad en las diferentes esferas de la vida, esto hace que las instituciones tengan el gran compromiso de crear programas que estimulen la creatividad y la solución de problemas. Por otro lado, el tercer milenio es sinónimo de adelantos culturales pero de crisis en la educación y de todo un conjunto de instancias como son el sistema de valores éticos en todas las áreas.

Al respecto en la Comisión Internacional de la Educación para el siglo XXI presidida por Jacques Delors significó que la educación no es solamente aprender a conocer, aprender a hacer o aprender a ser, sino que es también aprender a vivir juntos y a construir la sociedad del futuro donde la educación de los valores éticos en la formación docente universitaria en este momento es una exigencia social, la cual confronta vicisitudes por el hecho de tener que partir de la realidad existente. En este sentido, según Sánchez (2006: 74) expresa que los valores tienen como objetivo lograr la habilidad para reconocer la etapa de desarrollo del pensamiento de una persona.

La importancia de los valores

los valores permiten que sus integrantes interactúen de manera armónica. Influyen en su formación y desarrollo como personas, y facilitan alcanzar objetivos que no serían posibles de manera individual.

Para el bienestar de una comunidad es necesario que existan normas compartidas que orienten el comportamiento de sus integrantes. De lo contrario, la comunidad no logra funcionar de manera satisfactoria para la mayoría.

Cuando sentimos que en la familia, la escuela, el trabajo, y en la sociedad en general, hay fallas de funcionamiento, muchas veces se debe a la falta de valores compartidos, lo que se refleja en falta de coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.

¿Para qué sirven los valores?

Los valores son una guía para nuestro comportamiento diario. Son parte de nuestra identidad como personas, y nos orientan para actuar en la casa, en el trabajo, o en cualquier otro ámbito de nuestras vidas.

Nos indican el camino para conducirnos de una manera y no de otra, frente a deseos o impulsos, bien sea que estemos solos o con otros.

Nos sirven de brújula en todo momento para tener una actuación consistente en cualquier situación. Así, los valores nos sirven de base y razón fundamental para lo que hacemos o dejamos de hacer, y son una causa para sentirnos bien con nuestras propias decisiones.

Los valores nos ayudan a proceder según lo que consideramos que está bien o mal para nosotros mismos. En otras palabras, cuando actuamos guiados por valores lo hacemos sin esperar nada a cambio que no sea nuestra propia satisfacción y realización como personas.

Esta satisfacción nos hace practicar nuestros principios y creencias en cualquier situación. Nos permite tener una personalidad consistente, independientemente del estado de ánimo o del lugar en el que nos encontremos.

Algunos retos que plantean los valores

En primer lugar, los valores están íntimamente relacionados con nuestras

emociones y sentimientos. Por ejemplo, si valoramos la honestidad, nos molesta y nos hiere la deshonestidad. Igual nos pasa con la sinceridad, el respeto, la responsabilidad o cualquier otro valor.

Como todos sabemos, casi siempre resulta difícil explicar los sentimientos. En consecuencia, como comunidad u organización también suele ser difícil ponernos de acuerdo sobre el significado práctico de un valor.

En segundo lugar, cada quien tiene sus propias creencias, convicciones y principios de vida, con su propia jerarquía.

Cada uno construye su propia escala de valores personales. Los aprendemos desde la infancia y cada quien le otorga su propio sentido, de acuerdo con sus experiencias, conocimientos previos y desarrollo como persona.

En tercer lugar, los valores pueden tener significados relativos, dependiendo de la posición de la persona que lo pone en práctica.

Crisis de valores

Aunque nos enseñen que la honestidad es un comportamiento ideal deseable (y todos lo aceptamos como algo cierto), la interpretación y el sentido que le damos en la práctica suele variar de una persona a otra.

Estas diferencias se traducen en actitudes e incoherencias muy concretas. Por ejemplo, ser honesto, entre otras cosas, significa cumplir con todos los deberes dentro de una organización, pero no es común que se asocie la impuntualidad injustificada con la deshonestidad.

El sentimiento de “crisis de valores” nos aborda cuando con frecuencia vemos a los integrantes de nuestro equipo

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