La tregua de mario benedetti

LA TREGUA

Martín Santomé un hombre de 49 años, viudo y con tres hijos ya grandes, estaba a un año de jubilarse de su trabajo como contador. El, que era un hombre muy apegado a su rutina no sabía que haría cuando se jubilara, pensaba que podría dedicarse a la jardinería, a la guitarra, a escribir, etcétera.

Con sus hijos, Esteban, Blanca y Jaime, no llevaba una de las mejores relaciones padre-hijo pero los amaba y quería lo mejor para ellos a pesar de algunas discusiones que tienen durante el transcurso de la historia.

En febrero tres empleados comenzaron  a trabajar bajo el cargo de Santomé, Alfredo Santini, Rodolfo Sierra y en especial una chica llamada Laura Avellaneda. Avellaneda era una chica inteligente y carismática y conforme Martín va descubriendo una a una las virtudes de esta gran mujer, que bien podría ser su hija, va interesándose más y más en ella, comienza a invitarla a salir llevando una muy buena relación amistosa que con el paso del tiempo se va tornando en algo más serio.

Cabe destacar que, a pesar del afecto que Santomé sentía por Avellaneda, él tenía miedo por la diferencia de edad y con gran elocuencia le decía “te amo en lo que se llama realidad pero los problemas surgen cuando pienso en lo que se llama apariencias. Debido a esto deciden llevar una relación sin compromisos y en secreto.

Para su hija, Blanca, este secreto no duro mucho, por suerte blanca era comprensiva y cariñosa hacia su padre y notaba que la felicidad había vuelto a él cuándo comenzó a salir con avellaneda, cuando blanca y avellaneda se conocen empatizan de inmediato y pasan largo tiempo hablando.

La relación que tenían se va tornado cada vez más amorosa, al punto en que Santomé está decidido en proponerle matrimonio, sin embargo pasan varios días en Martín no sabe del paradero de avellaneda, hasta que el tío de esta llama para informar que avellaneda falleció por un ataque al corazón.

Los días que siguen transcurren como debieron haber sido antes de conocer a avellaneda pro con más tristeza y pesadez que la de costumbre.

De fondo nos deja un pensamiento sobre Dios, en este nos dice que cuando Dios nos da un destino será ese por siempre, si nuestro destino es triste y oscuro y de repente aparece un rayo de luz, que creemos, es felicidad y que cambiara nuestro destino, es en realidad una tregua en la que crees ser feliz pero tarde o temprano vuelves a tu destino.

Por la manera en que está escrito considero que este texto va dirigido mayormente para jóvenes y adultos y personas que ya tienen un vocabulario más amplio.

Esta novela está escrita en manera de diario, y como todos los diarios, escrito en primera persona. Tiene una redacción peculiar, es legible pero a mi parecer va dirigido para personas más eruditas en el ámbito de la lectura. Los párrafos y capítulos están muy bien organizados siguiendo la estructura de la novela.

Recomiendo este libro porque de verdad está muy padre, te adentra a la historia y hace que te imagines como sucedieron las cosas, está en forma de diario y eso me agrada mucho.

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