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Las Medias De Los Flamencos


Enviado por   •  18 de Agosto de 2013  •  527 Palabras (3 Páginas)  •  533 Visitas

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Las medias de los flamencos

Una vez las víboras dieron un gran baile a la orilla del río. Invitaron a las ranas, a los flamencos y a los yacarés.

Los yacarés, para adornarse bien, se pusieron en el pescuezo un collar de plátanos. Las ranas se perfumaron todo el cuerpo y cada una llevaba colgada, como un farolito, una luciérnaga que se balanceaba.

Pero las más hermosas eran las víboras. Todas llevaban un traje de bailarina de su mismo color.

Solo los flamencos, estaban tristes, porque no habían sabido adornarse. Envidiaban el traje de todos y, sobre todo, el de las víboras de coral.

Entonces, un flamenco dijo: —Yo sé lo que vamos a hacer. Vamos a ponernos medias rojas, blancas y negras. Y levantaron el vuelo, cruzaron el río y fueron a golpear en un almacén.

Los flamencos recorrieron muchos almacenes y de todos los echaban por locos.

Entonces un tatú, les dijo:

— ¡Buenas noches, señores flamencos! Yo sé lo que ustedes buscan. Mi cuñada, la lechuza, tiene medias así. Pídanselas a ella.

Los flamencos le dieron las gracias, se fueron donde la lechuza y le dijeron:

— ¡Buenas noches, lechuza! Venimos a pedirte medias rojas, blancas y negras. — ¡Con mucho gusto! — Respondió la lechuza—. Esperen un segundo y vuelvo.

Al rato volvió con las medias. Pero no eran medias, sino cueros de víboras de

Coral recién sacado a las víboras que la lechuza había cazado.

—Aquí están las medias —les dijo la lechuza—. Pero deben bailar toda la noche

sin parar, porque si paran un momento, en vez de bailar van a llorar.

Los flamencos no se daban cuenta de que eran cueros de víbora y, locos de alegría, se pusieron los cueros como medias y se fueron volando al baile.

Cuando vieron a los flamencos con sus hermosísimas medias, todos tuvieron envidia. Las víboras querían bailar solo con ellos, las víboras no podían ver de qué estaban hechas las medias. Poco a poco, las víboras comenzaron a desconfiar. No apartaban la vista de las medias y se agachaban tratando de tocar con la lengua las patas de los flamencos, porque la lengua de la víbora es como la mano de las personas. Pero los flamencos bailaban sin parar. Hasta que un flamenco, que ya no podía más de cansado, tropezó con un yacaré, se tambaleó y cayó de costado. En seguida, las víboras de coral corrieron con los farolitos de las ranas y vieron bien qué eran esas medias:

— ¡No son medias! — gritaron las víboras—.

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