Literatura Fuente De Creatividad

Soy profesor de español y comediante

La literatura, fuente de creatividad

Creatividad y dominio de la lengua son facultades que se adquieren con la literatura

Profesor

Enseñar lengua y literatura como asignatura independiente dentro del plan de estudios del Ministerio de Educación es una propuesta viable, funcional y necesaria. Desde hace mucho tiempo se instruye la materia de Español como un combo de tópicos –por no decir revoltijo– que se debaten de manera enérgica entre la gramática y la literatura. Esta “integradora” forma de analizar los contenidos no ha generado en los adolescentes más que desidia y confusión en cuanto al tema.

Una apatía por la lectura, casi total, reforzada por la imperante cultura del ocio, ha puesto en detrimento el estudio de la palabra como forma de acceder al conocimiento. Tal como lo explica el escritor español José Ramón Ayllón, el problema se agrava cuando se demuestra que la lectura como acto de elección compite mano a mano con el Internet, celular, play station o, en el peor de los casos, las máquinas tragamonedas.

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Plagas atroces para la academia y el desarrollo del lenguaje han sido algunas formas contemporáneas de comunicarse. Porque, lejos de su propósito inicial (acortar distancias y crear un marco de poder comunicacional), los mensajes de texto, e-mails , chats, celulares y otros están absorbiendo gran parte del tiempo libre de nuestros estudiantes.

Al presente, el hábito de leer no aparece para el consenso de los estudiantes como una atractiva forma de entretenimiento. La asociación directa de un alumno promedio es entender el hábito de leer como un deber académico, y no como una forma de conseguir gozo y regocijo.

Motivar a la lectura. Este hecho, lejos de ser un fenómeno fortuito, tiene parte del origen en la formación de los docentes, los métodos de evaluación utilizados y ciertos textos del programa, algunos demasiado aburridos, para los adolescentes de nuestro país.

En este sentido, el profesor de Español, Antonio Orejudo, en su artículo “El cadáver de la literatura y las momias que la enseñan”, explica que la literatura moderna se ha menospreciado al grado de hacerla una coma insignificante en los planes de estudio de América Latina, y eso es un grave problema pues al seguir una receta de instrucción circular es imposible motivar a los jóvenes a leer.

Por otra parte, la literatura como materia en Costa Rica se estudia, pero no se ejecuta y, por lo tanto, no se hace tangible. Aquí, en la mayoría de los casos, no se le pide al estudiante que escriba un poema, un cuento, o que interprete

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