PSICOLOGÍA DEPORTIVA EN EL ÁMBITO INFANTIL

ÍNDICE:

1- Introducción.

2- Psicología deportiva en el ámbito infantil.

3- Problemas habituales.

4- Soluciones.

5- Concienciación.

6- Conclusión.

7- Bibliografía.

INTRODUCCIÓN:

Desde muy temprana edad, los niños y niñas sienten una especial atención por el movimiento y la actividad física. Mediante estas acciones aprenden a utilizar su cuerpo, exploran y se divierten, a la par que queman energías. A medida que pasan los años, comienzan a realizar actividades con otros, pasando a formar parte de un grupo con el que descubren nuevas experiencias, sumándolas a las aprendidas anteriormente.

El juego es un tipo especial de actividad que tiene gran importancia instructiva en la vida del niño. En los juegos las personas reproducen la realidad que los rodea y además muestran cierta actitud ante ella, así como promueven deseos, sentimientos de amistad, de cooperación y de ayuda mutua. El juego es una actividad que permite al niño expresar con plena libertad sus impulsos, sus gustos, sus aptitudes o su personalidad. Permite la liberación emocional, y da lugar a la derivación de las tensiones emocionales (enfado, temor, celos, alegría…), de manera inconsciente, a la vez que provechosa. En resumen, la práctica deportiva tiene una función vital importantísima; prepara, ejercita, entrena al niño y al adolescente para las exigencias de la vida adulta.

Pero, en ocasiones, este elemento positivo que es la práctica deportiva, puede convertirse en una obligación que provoque sentimientos tales como estrés, enfado, frustración o preocupación pasando a ser parte negativa del día a día de la persona, pudiendo afectarle a muchos niveles (físico, social, psicológico…) y ámbitos (escolar, familiar, deportivo…).

PSICOLOGÍA DEPORTIVA EN EL ÁMBITO INFANTIL:

El deporte infantil es una de las áreas donde es más reclamado el psicólogo, por padres, entrenadores, directores de clubes o escuelas… Su importancia radica en la cada vez más temprana incorporación del niño al deporte competitivo, y la influencia de éste en el niño. La psicología en el ámbito del deporte permite:

- Resolver conflictos: En el deporte son habituales los conflictos entre jugadores, entrenador, padres, público… Estos conflictos suelen generar malestar en el niño y son una de las principales causas de abandono del deporte. El psicólogo puede intervenir como mediador y como consejero, favoreciendo la resolución de este tipo de conflictos, tan habituales como peligrosos para el futuro deportivo del niño.

- Desarrollo social del niño: El psicólogo debe tener conocimientos sobre la psicología del desarrollo del niño, para identificar y evitar posibles problemas, sobretodo a nivel social, ya que muchos deportes son colectivos y el elemento social es de suma importancia.

- Manejar el estrés: La competición provoca estrés en muchos niños y muchos se bloquean en las competiciones o situaciones más importantes. La intervención de un profesional de la psicología deportiva es clave para resolver este tipo de problemas y conseguir una ejecución óptima por parte del niño.

- Desarrollar la personalidad: Como hemos comentado anteriormente, el deporte fomenta el desarrollo de la personalidad. Este hecho cobra importancia en fases del desarrollo tan importantes como la adolescencia, donde la intervención de un profesional puede ser clave en ciertas situaciones como rechazo social por parte del grupo o baja autoestima.

- Investigar en esta área: La presencia de psicólogos en diferentes entidades deportivas permite una observación exhaustiva por parte de éstos, favoreciendo la investigación en este campo mediante la recolección de datos y la publicación de posibles artículos.

- Estudiar la permanencia o no en el deporte y sus porqués: Es sabido que a partir de la adolescencia muchos jóvenes abandonan la práctica deportiva. Es importante conocer los porqués de esta situación para poder mejorarla, ya que como demuestran los estudios, el deporte es muy beneficioso para la salud tanto física como mental.

Podemos diferenciar dos grandes grupos de nivel deportivo: el deporte aficionado, y el deporte de élite. En el primer grupo encontramos a los niños y niñas que practican deporte por diversión y por los beneficios que éste les aporta. En este grupo la figura del psicólogo no cobra tanta importancia como en el segundo, el del deporte de élite. Recordemos que la formación de deportistas de élite comienza a una edad temprana (14/15 años, normalmente, aunque puede variar según la disciplina), donde además de enfrentarse al reto que supone la adolescencia, todos ellos deben soportar la presión de verse en una posición privilegiada, que muchos de sus compañeros desearían. Aquí es donde realmente, el psicólogo deportivo debe trabajar de forma más intensa y cercana a los jóvenes, ya que éstos necesitan un apoyo y comprensión que muchas veces no encuentran en su entrenador, padres o iguales.

PROBLEMAS HABITUALES:

Según estudios realizados, las razones por las que los niños abandonan la práctica del deporte son, entre otros el conflicto de intereses entre las exigencias del deporte y otras actividades interesantes para ellos, la inconstancia propia de la edad por la que se apasionan temporalmente por una cosa y se olvidan después. Sin embargo, también, por el carácter demasiado serio del entrenamiento, por el lugar preponderante de la competición en el conjunto de la actividad deportiva, por las relaciones conflictivas con el entrenador y por no soportar la presión a que se le somete. Y aquello más lamentable es que, a veces, son los padres los que, sin quererlo, presionan a los hijos pequeños para que tengan que ganar y se obliguen a ser los mejores y se sientan muy mal si no pueden hacerlo.

Las causas más comunes por la que ocurre el abandono radican en:

- Problemas con los entrenadores:

- Ausencia de disfrute:

- Poco tiempo para jugar:

- Poco éxito, falta de motivación, demasiado énfasis en la competencia, entrenamientos muy duros, aburrimiento, sobre énfasis en las competencias, entrenamiento físico duro, presión de los padres por participar, fracasos percibidos, entrenamientos punitivos, actitudes negativas de

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