Presente, pasado, futuro. Tarea de literatura

• Presente, pasado, futuro

Han pasado ya muchos años desde que partí

 Al viajar de nuevo me encontré en una realidad completamente diferente, distante de cualquier línea temporal que hubiera conocido. Las maravillas y horrores del futuro se extendían ante mí, pero algo en mi interior que me decía que este lugar era especial, único en su complejidad temporal.

Aquí, la tecnología más avanzada coexiste con la arquitectura de siglos pasados, creando un paisaje temporal cautivador. Se extiende en todas las direcciones, una sinfonía visual de épocas superpuestas. Los colores del pasado, saturados y nostálgicos, se mezclan con la luminiscencia del futuro, creando una paleta única que pinta el horizonte.

La gente a mi alrededor tiene rasgos de distintas eras, visten desde trajes futuristas hasta atuendos antiguos impresionantes. Me acerque a un anciano que era sereno, con arrugas ,su mirada, sabia y profunda, reflejaba la experiencia acumulada a lo largo de los años. El cabello plateado como la luna estaba peinado hacia atrás, otorgándole un aire distinguido. Vestía con sencillez, pero cada prenda parecía llevar consigo la elegancia de épocas pasadas. Su andar pausado denotaba la gracia de alguien que ha transitado por muchos caminos. A pesar de los años, su postura erguida revelaba una fortaleza interior inquebrantable. Era un hombre de palabras medidas, sus gestos transmitían calma y sus ojos, aunque cansados, destilaban una luz que hablaba de la eternidad de la sabiduría , me recordó a un sabio de la antigüedad, le pregunte sobre el peculiar estado de la realidad en la que me encuentro. El anciano sonrío sabiamente y me explico que este es un punto de convergencia temporal, un lugar donde el tiempo se entrelaza de manera única. Aquí, el pasado, el presente y el futuro coexisten en una danza eterna.

Me di cuenta de que no  llegue a un momento específico, sino a un lugar donde la historia de la humanidad se entrelaza de una manera única. Decidí explorar este fascinante rincón temporal, sumergiéndome en las distintas épocas que se manifiestan a mí alrededor. Conocí a figuras históricas que nunca hubiera imaginado encontrar juntas, presencie eventos que desafían las leyes conocidas de la causalidad. Cada paso que di me revelaba nuevos misterios y maravillas.

Con el tiempo, me di cuenta de que este lugar me ofrece una perspectiva única sobre la historia de la humanidad. Aquí, las lecciones del pasado resuenan en el presente, y las posibilidades del futuro se manifiestan de manera tangible. Me convertí en un observador silencioso de la complejidad temporal, aprendiendo de cada era y llevando conmigo el conocimiento acumulado.

Aunque nunca regrese a mi propio tiempo, encuentre un hogar en este rincón atemporal. Me convertí en un guardián de la historia, un testigo de la evolución constante de la humanidad. A medida que exploro las múltiples capas temporales, comprendo que el tiempo, en su esencia, es una fuerza que trasciende la linealidad. Mi propósito no es solo viajar hacia adelante o hacia atrás, sino entender la riqueza de cada momento.

Y así, encuentre mi destino en la convergencia temporal, donde el pasado, el presente y el futuro se abrazan en una danza eterna. Convertido en un ser atemporal, continúo mi exploración infinita a través de los corredores del tiempo.

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