Reseña "La Realidad Simulada. Una Crítica Del Reality Show"

Vanidad del entretenimiento televisivo

En el texto escrito por Leonardo Ordoñez Díaz, docente de la escuela de ciencias humanas en la universidad del rosario, con un pregrado y maestría en filosofía, titulado “La realidad simulada. Una crítica del reality Show” (Diaz, 2005) se hace evidente cómo éstos reality shows son una forma de entretenimiento superflua basada en la simulación de la realidad. Expuesto lo anterior, su objetivo es hacer una crítica a los medios y las audiencias con respecto a la frivolidad del concepto de ocio actual. Del mismo modo, plantea las consecuencias favorables de este análisis profundo hacia el desarrollo de la sociedad del espectáculo. Todo lo cual conduce a que la tesis planteada por el autor sea que, al intentar representar una realidad espontánea y entretenida, este tipo de programas se quedan en la banalidad de aspectos tales como la simulación de la vida cotidiana y sus implicaciones, para así, lograr una cobertura amplia del mercado televisivo.

En principio, Ordoñez Díaz comienza haciendo énfasis en cómo el entretenimiento pasa de ser una representación a ser una manifestación de la espontaneidad simulada. Para sustentar esta idea le asigna a los realities tres características principales; la primera de ellas hace referencia a la hibridación, siendo esta la fusión y mezcla de distintos recursos expresivos; la segunda corresponde a la interactividad, en la que está presente la relación entre el programa y el público, y de esta manera se crea la necesidad de una relación más participativa; y por último, el punto más relevante es el del realismo, el cual genera en la audiencia una sensación de asistir a un evento real. Una vez en este punto, se identifica una incompatibilidad en cuanto a la vida cotidiana y el entretenimiento. Sea la primera una figura monótona y la segunda algo extraordinario. El autor insiste por tanto, que la manera de sobrellevar este antagonismo radica en sensación de la verdad, en la simulación de la realidad.

Posteriormente, el escritor pretende justificar cómo los medios buscan vender una imagen de una falsa realidad basada en las apariencias y en el cumplimiento de expectativas. Además, en la percepción que tienen los otros de cada individuo. Verbigracia, la comparación de los regímenes totalitarios del siglo xx y los realities, en los cuales se genera una atmosfera de similitud; la cual en el primer caso es forzada y en el segundo es asumida, que busca promocionar una idea que resulte mucho más interesante y llamativa con fin camuflarse entre la multitud o llamar la atención, respectivamente.

Ahora pues, cabe reconocer que los medios de comunicación utilizan la espectacularización como medio de alimentación económica, tomando como cimiento las concepciones de caos o paraíso y los estándares de perfección y belleza. Se crea pues, un ambiente de consumismo respecto a los ídolos esquematizados según estos patrones establecidos, esto genera la idea de querer tener lo que estos tienen para poder ingresar a un “selecto grupo de normalidad o superioridad”. Resulta evidente entonces, la alteración de los acontecimientos de la vida cotidiana con el objetivo de simular una atmosfera de perfección inalcanzable pero deseable que mueve grandes cantidades de dinero que son en efecto, la finalidad de los reality shows.

Como gran cualidad del texto, se resaltan las analogías necesarias para sustentar el punto del autor, el cual comienza su argumento al analizar las facetas de la representación de la realidad en las últimas décadas. Luego, evalúa los efectos que ha tenido el reality show en la sociedad. Y finalmente, identifica la necesidad de una postura crítica respecto a estándares de belleza y perfecciona establecidos. Cabe considerar como más destacados juicios, comparaciones entre novela, fotografía, noticias y los realities,

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