Sintaxis. Construcción partitiva

(FALTA)

-Construcción partitiva: son grupos nominales que tienen una constitución y un significado especial. Están formadas por dos sustantivos relacionados mediante la preposición de, el primero de los cuales es un cuantificador que selecciona una parte de una totalidad de objetos nombrada por el segundo. El término subordinado por de siempre presenta la totalidad de objetos como conocida, y eso se manifiesta en que el sustantivo ha de llevar un artículo o un determinante.

Otra característica de la construcción partitiva es que siempre es posible destacar la totalidad sobre la parte; es decir, siempre es posible cambiar el orden de los sintagmas en la oración. A partir de ‘Cinco de los perros se escaparon’ podemos tematizar y decir ‘De los perros, cinco, se escaparon’.  En español es perfectamente posible utilizar esta última; lo que hacemos es tematizar: convertir en el tema del enunciado lo que era el complemento pero arrastrando la preposición ‘’de’’. ‘’Cinco’’ queda como un elemento cuantificador del predicado, pero en realidad sería el sujeto.

En cuanto a los sustantivos numerales, estos forman una construcción parecida a la partitiva, solo que, en este caso, el sustantivo precedido de la preposición ‘’de’’ no lleva ni artículo ni otros determinantes. En la oración ‘’Repartieron millones de folletos’’, también hay un grupo nominal, que sería ‘’millones de folletos’’ con la función de complemento directo. La relación entre ‘’millones’’ y ‘’folletos’’ es de subordinación. ‘’Millones’’ es el núcleo nominal y ‘’de folletos’’ funciona como adyacente. La interpretación es que el núcleo son sustantivos especiales que denotan cuantificación. En este caso no vemos partitividad, ya que de los folletos no se extrae ninguno en particular. La diferencia entre una significación y otra, es que ante el sustantivo del complemento determinativo no hay ningún determinante. Formalmente, la diferencia está en que en ‘’Cinco de los perros’’ el sustantivo se refiere a ‘’perros’’ conocidos, mientras que la ausencia de determinante  en ‘’millones de folletos’’ simplemente los cuantifica. A este tipo de construcciones se les denominan ‘’pseudopartitivas’’. Estas construcciones podrían convertirse en partitivas añadiendo un determinante, como en ‘’Repartieron millones de los folletos que vimos’’.

TEMA 2 – LA ORACIÓN

Cuando nos comunicamos lingüísticamente lo hacemos mediante enunciados. La palabra o grupos de palabras que expresan un sentido completo forman un enunciado. Un enunciado puede ser una sola palabra (¡Caramba!) pero también una frase larga (La otorrinolaringología es la especialidad del otorrinolaringólogo). Los enunciados, por definición, reciben una entonación determinada, es decir, todo enunciado puede ser asertivo, interrogativo o exclamativo.

No hay que confundir enunciado con oración, aunque habitualmente se confunden. La oración es un tipo de enunciado que manifiesta la relación entre un sujeto y un predicado. En español, la oración más sencilla viene dada por un verbo cuya desinencia exprese la persona gramatical de la que se predica lo designado por el verbo; y también los morfemas de número, modo, tiempo y aspecto. En canto, la terminación –o encierra valores de número singular, modo indicativo, tiempo presente y aspecto no terminativo. Nos interesan los valores morfemáticos.

La oración mínima en español radica en el propio verbo. Del sujeto que se predica canto es de primera persona, y esta forma constituye una oración. Pero el verbo también puede acompañarse de sintagmas que pueden aportar información relativa al sujeto y al predicado. Estos son los sustantivos, los adjetivos, los adverbios…aunque también pueden ser otros verbos que, debidamente habilitados para ello, realicen las mismas funciones que un sustantivo, adjetivo o adverbio. También puede ocurrir que varios verbos u oraciones se agrupen en un mismo enunciado para dar un sentido especial. Por eso, la distinción fundamental desde este punto de vista es la de oración simple frente a oración compuesta.  

La oración simple es aquella que, al margen del número de palabras o sintagmas que la compongan, tiene un solo verbo en forma personal. En este caso, el verbo es el elemento imprescindible de la oración y es el que contiene en sí mismo la relación entre sujeto y predicado, y por eso funciona como núcleo. Todos los demás grupos de sintagmas que aparecen en torno al núcleo son términos adyacentes o complementos de este. La persona que se expresa en el verbo puede concretarse con un sustantivo o con un elemento sustantivado en función de sujeto. El significado (o predicado) puede concretarse también añadiendo complementos que especifiquen el objeto de la acción verbal, el destinatario de la acción verbal o información sobre las distintas circunstancias en que se produce esa acción. El que aparezcan unos complementos u otros depende de la significación verbal y de lo que se quiera comunicar en cada caso.

Lo que llamamos habitualmente funciones oracionales o sintácticas (de sujeto, complemento directo, circunstancial…) son las diferentes formas de subordinación que adoptan los complementos a la hora de relacionarse con el núcleo oracional. El verbo es la oración principal y los demás elementos son las formas de subordinación.

En una oración, además de este tipo de complementos de sujeto y predicado, puede haber otros sintagmas que no complementan directamente al núcleo verbal de la oración sino a la oración entera. Son sintagmas que se utilizan como incisos explicativos que, además de aportar al enunciado su propio contenido léxico, expresan las circunstancias en las que es válido aquello que se predica; es decir, aportan significados circunstanciales emanados del contexto y se denominan incidentales.

La oración es el tipo de enunciado que contiene, al menos, un verbo en forma personal, y cuando está formada por varios constituyentes, estos se organizan en torno a él como elementos subordinados, por eso hablamos de núcleo y términos adyacentes.

Todo lo que podemos llamar oración se ajusta a unos determinados patrones que han permitido a los gramáticos hacer una clasificación general de oraciones. Lo hacen de tres maneras:

-Por su forma de construirse

-Por su modalidad entonativa

-Por la actitud que adopta el hablante ante lo que comunica

TEMA 3 – LA ORACIÓN SIMPLE

La oración simple es aquella que tiene un solo verbo dotado de los morfemas de persona, número, tiempo, modo…y que constituye siempre el núcleo de la oración.

-Las funciones del sujeto

Un verbo en forma personal contiene en sí mismo los dos términos esenciales de una oración gramatical (sujeto y predicado). Por ejemplo, hay oraciones que constan únicamente del verbo sin más especificación (pasaron, estudian…). Es evidente que, si la situación comunicativa no aclara a quién se refiere la persona del verbo, en cualquier momento podemos añadir un sintagma que aporte información acerca de esa persona gramatical. El verbo pasaron podría, por ejemplo, concretar su tercera persona con sustantivos referentes a cosas muy distintas como Pasaron los niños o Pasaron los años. Ese sintagma nominal se dice que ejerce la función de sujeto léxico, porque añade un contenido léxico y una significación al sujeto puramente gramatical o morfológico. Tenemos ya dos sujetos: el morfológico, extraído implícitamente del sintagma verbal (y obligatorio), y el léxico, que es potestativo (se puede expresar o no). La relación entre lo que expresa el sujeto y el verbo es de subordinación. El sujeto es un término adyacente al verbo, que es lo más importante dela oración.

-Una característica sintáctica de la función del sujeto es que es una función categorialmente sustantiva, ya que solo puede ser realizada por los sustantivos o por elementos sustantivados.

-Otra característica es que ese sustantivo debe mantener concordancia con la persona y número del verbo. Por lo tanto, un rasgo definitorio del sujeto léxico es la concordancia en persona y número en cuanto al verbo.  

-Otra característica del sujeto léxico es que no admite una preposición, por lo que es fácil de identificar. Suelen señalarse como excepción a esta regla las preposiciones hasta y entre en casos como por ejemplo Esto es muy fácil, hasta tú lo entenderías o Entre tú y yo subiremos el equipaje. Pero, en realidad, vamos a ver que no se trata de ninguna excepción, ya que el sujeto nunca lleva preposición.

En el ejemplo anterior hasta no funciona como preposición a pesar de su forma y de su concordancia, sino es más bien una partícula intensiva que viene a enfatizar una totalidad implícita que se puede eliminar fácilmente (Esto es muy fácil, tú lo entenderías). Cuando hasta funciona como preposición tiene otro significado, el de límite en un espacio o en el tiempo.

Por lo que se refiere a entre, a pesar de la concordancia, en este caso el sintagma no funciona como sujeto, sino que hay una preposición real. En este caso nos encontramos con la función de complemento predicativo. Podría introducirse el verdadero sujeto, ya que Entre tú y yo es una expresión adverbial que se puede sustituir por así.

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