Situacionde Cuba
loren1234512 de Septiembre de 2011
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desaparición del llamado "socialismo real" en Europa del Este y la URSS, abrió un nuevo momento histórico con el fin de la bipolaridad en las relaciones internacionales y la guerra fría. Eliminó uno de los factores a tener en cuenta para la defensa y consolidación de las revoluciones, por lo que concluía las posibilidades de apoyo externo para enfrentar al enemigo imperialista y la contrarevolución interna.
Para Cuba en específico significó, además, un severo impacto en su economía, un sólo dato es demostrativo de ello. De 1990a1993 nuestro Producto Bruto Interno desendio un 34,8% en relación con 1989.
El IV Congreso del Partido, celebrado en las difíciles condiciones de la coyuntura internacional de 1991, trazó la política de salvar la Patria, la Revolución y las conquistas del Socialismo. Sabíamos que comenzaba la etapa más compleja que ha vivido la Revolución.
En la coyuntura de perder de un día para otro el mercado socialista, con el cual realizábamos más del 80% de nuestro comercio, lo que implicaba dejar de recibir o vender renglones básicos para la economía cubana, como los combustibles, el azúcar, el níquel y los productos alimenticios; dejar de contar con los únicos paises que nos daban crédito financieros y comerciales a largo plazo y con bajos intereses, entre otras muchas circunstancias, fue un golpe tal, que el enemigo imperialista pensó que ahora sí podría llegar el momento tan ansiado por ellos, durante más de 30 años, de liquidar la Revolución.
Nuestro país tuvo que adoptar medidas económicas, que en otras circunstancias no habríamos tomado, tales como:
• Realizar un gran esfuerzo para atraer capitales externos y crear con ellos asociaciones económicas sobre la base de buscar capital, tecnologías y mercados. Permitir el curso legal del dólar estadounidense en nuestro mercado interno Aumentar tarifas y precios en algunos servicios y productos, procurando sanear las finanzas internas. Priorizar el desarrollo del turismo, convirtiéndose en breve tiempo en uno de los renglones principales. Convertir en cooperativas buena parte de las empresas agrícolas, conservando el estado de propiedad de la tierra. Le descentralización del comercio exterior. La ampliación del trabajo particular personal o familiar.
EL IMPERIO CONTRA CUBA
Es imposible comprender la realidad cubana, así como la política de su Partido, si no analizamos la política norteamericana hacia Cuba.
Recientemente el presidente William Clinton presentó públicamente el documento "Apoyo para una Transición Democrática en Cuba", que resume en un programa la ley Helms-Burton, aprobada el pasado año por el congreso norteamericano.
Estos últimos años se han caracterizado por un reforzamiento del bloqueo, que pretende estrangularnos, haciéndolo más férreo y procura barrernos, cuya máxima expresión fue la aprobación de esa ley, que vino a sumarse al empleo de tácticas sutiles con las que quieren penetrarnos, resblandecernos y desestabilizar el país. Esta última dirección de su política esta expresada en lo que se ha dado en llamar el trac two (carril dos) de la Ley Torricelli, antecesora de la Helms-Burton.
Esta legislación norteamericana, tan divulgada en los últimos meses en Europa por el debate en la Unión Europea acerca del capítulo en ella que se refiere a las sanciones de las empresas que negocian con Cuba, va mucho más lejos que ese aspecto que conoce la opinión pública internacional, esto es, el recurso presentado por la Unión Europea ante la Organización Mundial del Comercio y los recientes acuerdos de los 15 de suspender este recurso, a la vez que el gobierno de Clinton se comprometió a no sancionar a empresas e individuos europeos.
La ley, y el programa de Clinton que es lo mismo, pretenden negar nuestra existencia como Estado soberano, imponernos la servidumbre colonial y esclavisarnos, además de asfixiarnos económicamente, aumentar nuestras dificultades, llegando a utilizar los alimentos y medicinas como armas de guerra.
Sus intentos son intensificar la guerra económica, destruir la Revolución y abrir una etapa, que ellos llaman de "transición democrática", que no es más que el regreso al capitalismo.
Piensan que el camino empleado en Europa del Este, con sus "logros" de revertir la realidad, pueden servir para Cuba, pero se equivocan.
Una simple ojeada al informe del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo nos explica esos "logros". El Producto Interno Bruto en 1995 de los paises de Europa Central y Oriental, no pasaba del 88% del nivel que alcanzaron en 1989, y en los estados del antiguo territorio soviético ese porcentaje era del 48%. La producción industrial de los primeros decreció entre el 33 y 60%, la agrícola alrededor del 30% en relación con 1989, el desempleo llegó entre el 12 y 14%, el consumo cayó hasta el 20 o 25%.
La mítica riqueza de la sociead de consumo para las grandes mayorías se ha quedado sólo en imágenes. Esa es un pequeña muestra de lo que significa el retorno al capitalismo, que en nuestro caso sería más agudizado.
El proyecto de Clinton promete una ayuda de unos mil milones de dólares anuales durante 6 años, posterior a la liquidación de la Revolución. Similar promesa se les hizo a los nacaragüenses, haitianos y panameños y nuca llegó. Esos supuestos prestamos no se acercan ni a la mitad de la cifra que mueve nuestra economía, aún en condiciones de bloqueo. Esa supuesta ayuda es una suerte de recompensa al pueblo cubano si eliminara al gobierno actual.
El esquema se entrelaza con la concepción, de esta administración norteamericana, de actuar en la dirección de una máxima penetración ideológica.
Esas direcciones principales van, desde el intercambio de información con el empleo de medios electrónicos y automatizados, el incremento de los intercambios académicos, facilidades para las comunicaciones telefónicas y contactos personales entre los emigrados y sus familiares en Cuba, intercambios culturales e informativos, hasta la intensificación de la propaganda subversiva esencialmente a través de la radio.
En este sentido ocupa un lugar destacado la campaña internacional por los derechos humanos y la democracia, según sus patrones, en Cuba. En esto tratan de sumar a los gobiernos y entidades europeas, muestra de ello es que aparece ese compromiso en el comunicado dado a conocer por la suspención del recurso de la Unión Europeo en la OMC contra la Helms-Burton.
La complejidad que nos ha tocdo vivir al terminar este milenio, y de la cual Cuba no puede estar ajeno, nos obliga a ser muy pragmáticos, pero sin despegarnos un ápice de nuestros principios.
Hoy el mundo se hace cada vez más interdependiente, con una nueva dimensión en que se ensancha el abismo, entre los grandes del centro del poder capitalista, representados esencialmente por el grupo de los 7, y los paises del llamado Tercer Mundo.
Asistimos a un mundo globalizado y unipolar. Esta globalización de la economía mundial no es más que el proceso del capitalismo actual, impulsado por las corporaciones transnacionales.
Hay quienes nos presentan esta fórmula como el triunfo definitivo del sistema, la abolición de las clases sociales, el cuestionamiento del Estado Nación, a la vez que implica la cancelación de las transformaciones revolucionarias.
Junto a ese proceso anda la regionalización de la economía mundial, con sus momentos contradictorios, que apuntan a un escenario de choques inter imperialistas.
REALIDADES DE LA LABOR IDEOLOGICA
Nuestra realidad, y creo que la de todos, pone el tema ideológico a la orden del día.
Vivimos una etapa de reflujo contrarevolucionario, pero el pensamiento de Marx conserva todo su alcance y su aporte continúa siendo una referencia incuestionable para responder a las exigencias contemporaneas.
En Cuba siempre hemos entrelazado el marxismo con las tradiciones nacionales, esencialmente con el pensamiento de José Martí, quién expresó con profundidad las primeras ideas antimperialistas en nuestro país. El mostró los objetivos y el papel del imperialismo norteamericano, cuando este sólo comenzaba a afirmarse como tal.
Avisoró el papel hegomónico que se reservaba EE.UU, en relación con nuestra América y alertó a los pueblos contra el peligro de esa dominación.
La conjunción de ese rico pensamiento, con las vigentes ideas de Marx, es lo que nos permite en el campo ideológico basarnos en un marxismo creador que tiene su mayor exponente, en nuestra realidad, en el pensamiento del compañero Fidel Castro.
La labor del enemigo, que no subestimamos, y las decisiones adoptadas en los últimos años complican nuestra labor ideológica.
Las transformaciones económicas en Cuba provocaron un cambio en los esquemas sociales. Los trabajadores estatales se han reducido por el cierre de centros de trabajo o racionalización de personal. El 42% de las tierras del país han dejado de explotarse por empresas estatales y se han convertido en cooperativas, no obstante que el Estado conserva la propiedad del suelo. Aunque de manera limitada, se han entregado algunas decenas de miles de hectareas a personas para que fomenten fincas particulares. Hoy más de 160000 personas han engrosado el trabajo privado personal.
De otra parte, la necesidad de aceptar inversiones de capital extranjero, el desarrollo acelerado del turismo, llamado a convertirse en sector determinante de la economía, el aumento de los contactos con la emigración, junto al signifacado positivo, en el orden económico, traen consigo incuestionables influencias ideológicas
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