Sueños Fracasados

SUENOS FRACASADOS

¡Nacho, Nacho! Pasa la pelota te estamos esperando para que hagas el Gol.

El que gritó fue Tito, el que solía contarme todo y darme ánimo para seguir triunfando, para que no me detenga y no me deje afligir por los problemas, para que continúe mis estudios y pueda graduarme, siempre he aspirado trabajar en un instituto de música como profesor de guitarra, pero poder cumplir mis metas en esta situación de pobreza puede resultar muy complicado, además vivía en un ambiente pesado donde tenía que convivir con diferentes pandilleros y grupos armados esto lo complicaba todo aún más, Ellos habían sido los culpables de mi desgracia y a pesar de causar tanto daño no paraban de hacerlo, pero en todo este mundo de dificultades habían cosas buenas como lo era el apoyo de todos mis amigos y la gente que me quería y apoyaban aunque no era un apoyo económico me era muy útil, muchas veces me daban alimento, ropa y demás cosas que me faltaban ¡ellos siempre tan generosos!, también contaba con el apoyo de mi mamá que trabajaba en la casa de uno de mis amigos.

Pronto terminaré mi preparatoria y Tito será mi padrino de grado, como sueño con ese día. Les cuento que él es un poco mayor que yo, exactamente 2 años (18 años) me siento feliz de que por fin podre irme para la capital y conseguir muchos amigos, quienes no serán iguales a Tito, pero sería muy satisfactorio para mi contar con buenas personas.

• ¡Nacho!, este será el gol más esperado por todos, quizás será este el último que harás en esta cancha, te gusta el futbol, pero sé que tu sueño es aún mejor.-Dijo Tito.

Tito esta ansioso el día de hoy y eso me es de gran felicidad.

• Vamos, tíralo.-Dijo Tito.

Tome impulso, y vi en el arco a Tito con una gran felicidad, bajé la mirada hacia el balón y volví a subir la mirada, pero el motivo por el que subí la mirada fue por el ruido de un disparo ¡sí! Era Tito en el piso, los desgraciados que lo hicieron fueron los mismos culpables que me hicieron perder el brazo.

Ahora años después, Estoy en la capital, pero no tocando guitarra como algún día lo soñé, sino en una de las calles de esta inmensa ciudad tratando de vivir, no es cierto, vivir no, sobrevivir en este mundo lleno de soledad, injusticias y tristezas. Si, ese soy yo ahora todos mis sueños y esperanzas quedaron en el pasado y en el corazón de ese inocente muchacho que luchaba por salir adelante y tal vez algún día triunfar.

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