Taller De Lenguaje E Interpretación

Luego de la lectura de los textos de Sexto Empírico y Aristóteles, comentando el tratado de Gorgias, de las lecturas de Sigmund Freud, de los comentarios de Barbara Cassin al carácter sofístico de las reflexiones de Freud, del texto de Aldo Giorgio Gargani, y de la película Las aventuras del Barón de Munchausen, resuelva el siguiente cuestionario:

¿En qué medida puede argüirse que la Realidad es una construcción verbal, que desborda la simple comprensión de la aprehensión inmediata y transparente de los fenómenos del mundo?

¿Por qué la forma en que hemos hecho juicios del mundo, puede salirse de un aparente transparencia comunicativa y en vez, alentar la opacidad en la comprensión del mundo?

¿Cómo explicar la afirmación de Gargani, de que el original es lo que se encuentra al final de una larga secuencia de simulacros?

Solución

1. Gorgias, a lo largo de su tratado utiliza la premisa de que nada existe, que en caso de que algo existiera sería inaprehensible para el hombre, no podría ser comunicado a otros, por lo tanto no podría ser representado. Así, en el caso de que algo existiera sería incognoscible e impensable para el hombre; si nada es, los pensamientos no tienen existencia, por lo tanto lo existente no es pensado. No hay una continuidad entre lo que existe y lo que se piensa.

De este modo, partiendo de la premisa de Gorgias de que lo que existe no puede ser pensado, se puede afirmar que la realidad es en sí misma una representación, lo real se puede interpretar, aunque es inconceptualizable permite armar conceptos que son representados. Sin embrago, aunque pueda ser representado, lo existente no puede ser comunicado, ya que dichas representaciones tienen un fundamento externo a nosotros, son objeto de una percepción universal por medio de los sentidos; siendo el medio con el que comunicamos las cosas la palabra, no son las cosas lo que comunicamos a los demás, sino la palabra, que se diferencia de las representaciones de las cosas que existen. Así, el lenguaje no puede hablar de lo real, ya que al constituirse la palabra desde las experiencias sensibles, en el lenguaje se instituye la diferencia.

Así, el lenguaje tiene la capacidad de atribuir una propiedad a una representación de la realidad, siendo la palabra misma la que cualifica y representa esa realidad no existente en el momento de comunicarlo a otros. Por lo tanto, lo que se comunica no es lo que existe sino lo que se crea con la palabra.

2. El hecho de conjeturar o hacer juicios del mundo, es comparable con el juicio que estudia Freud desde el psicoanálisis, así, el juicio debe atribuir o desatribuir una propiedad a una cosa, y debe admitir o impugnar la existencia de una representación en la realidad. Expresado en el lenguaje de las mociones pulsionales orales, "quiero

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