ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Un mundo feliz ¿Vale la pena, que nuestra propia libertad dependa de las normas del gobierno?


Enviado por   •  29 de Mayo de 2017  •  Ensayos  •  1.811 Palabras (8 Páginas)  •  223 Visitas

Página 1 de 8

Universidad Libre

Facultad: Ciencias de la educación

Programa: Licenciatura básica con énfasis en humanidades e idiomas

 Materia: Fundamentos Lingüísticos

Ensayo sobre el libro: "Un mundo feliz"

Profesor: Javier Guerrero Rivera

 Estudiante: Dana Valentina Vargas Carvajal

21/Mayo/2017

¿Vale la pena, que nuestra propia libertad dependa de las normas del gobierno?  Para responder a esta pregunta, daré mi punto de vista sobre las relaciones humanas en la actualidad en base a la obra leída de Adouls Huxley, titulada un mundo feliz y escrita en 1932.

En este ensayo se discutirán aspectos como la estratificación de una sociedad, las relaciones interpersonales, y el efecto de las sustancias psicoactivas, que se encuentran actualmente. El autor expresa con gran precisión su visión sobre un mundo controlado por un método comunicativo por sobre las reglas y la fuerza de restricciones forzadas desde nuestro nacimiento. Dicho esto, comenzaremos.

Proyectémonos en un  mundo utópico donde parece ser que las ideas colectivas alcanzan una fuerte seriedad en la sociedad, pero destruyendo de una vez por todas las clases sociales. Es mas, donde se prolongan desigualdades, aunque cada uno cumpla con su tarea. La ciencia esta servida en bandeja a distribución del gobernante superior, para su uso autoritario sobre cuestiones tan precisas como lo es la biología y la reproducción humana. Sin embargo el recorrido de la vida humana por este mundo no esta cargado de impurezas como enfermedades, posibles guerras, hambrunas, conflictos, envejecimiento, castidad, monogamia y ganarse la vida por si mismo, estos casos se podrán dar mas adelante, sin embargo esto hace parte del recorrido que se podrá seguir mas adelante. Nuestra vida en realidad esta increíblemente resuelta. Estaremos viviendo en un mundo ajeno a los elementos que componen al ser humano, sin mas remedio que obedeciendo las reglas y normas impuestas de "personas que lo saben todo" que se podría hacer, para que llegamos al mundo y cuando dejamos de ser útiles.

Todo tiene un precio hasta en las mas esplendida ilusión. Y el precio de vivir en un mundo ordenado y organizado es la legalización de esclavitud  y la disminución de la vida humana a simple mano de obra. Conociendo esto, ¿Por qué solo a un numero insignificante de personas se le ponen los pelos de punta? ¡Tal vez es porque lo vemos todos los días! Hasta en los mas leves indicios y micro sometimientos.

La clase no es delito 

En la obra de Huxley titulada un mundo feliz cada individuo fue creado para un fin, condicionado, sujeto a su clase social sin la ilusión de crecer, pero con la seguridad de que hace lo correcto. Entienden que deben conservar la comunidad, la estabilidad y la identidad por sobre todo. La obediencia y el trabajo duro son sagrarios para permanecer como mecanismos de una misma maquinaria que suavizan una reflexión propia. La comunicación vigente actual determina lo mismo, con la diferencia de que esta sostiene que cada persona puede dar un salto hacia adelante, y que si no tienes una sostenibilidad económica estable serás útil para el crecimiento excesivo del país (siempre harán falta obreros con una fascinación por no morir de hambre) y si mueres es por tu culpa por no esforzarte lo suficiente para sobrevivir.

La individualidad actual nos demuestra, con disimulos necesarios, que nuestra tarea en el mundo es dedicarnos a lo que debemos hacer, para lo que nacimos. Algunos nacemos para ser repuestos y otros nacemos para ser productos finísimos con reservas limitadas. Mientras que la clase dominante se enorgullece aceptando las virtudes individuales, la meritocracia, y la "cultura del trabajo" (ponerse la camiseta con el logo de su empresa, disimular aceptando las ordenas de una persona que dice que lo sabe todo pero en realidad no), se legaliza la marginación de los sectores con déficit cultural y económicamente cómodos o ineficaces, que no entienden como funciona el sistema. En su practica demuestra, que la meritocracia, es la idea a la que quiere llegar para ser mejor en lo que mas quiera, solo se debe contar con su esfuerzo y su dedicación, solo se podría demostrar en un mundo donde todos vengamos del mismo lugar. Las personas con mas poder para subir su estratificación son las que se encuentran en los medios hegemónicos y tienen un inconsciente colectivo. Nos encontramos en un mundo donde el otro agarra la pala y los demás deben estudiar derecho. En un mundo donde los demás se drogan y nosotros simplemente buscamos escapar de nuestra propia realidad y relajar nuestro cuerpo continuamente. Donde nuestros ancianos no merecen una pensión establece sino trabajaron en blanco toda su vida, y lo dice un bebe que vive de la herencia de su abuelo.

No tendremos Alfas, Betas, Gammas, Deltas ni Épsilon en si, pero tenemos la seguridad de que algo no anda bien. Mientras la distancia entre los negocios de los amigos del poder y la realidad cruda de un barrio siga siendo tan profunda, habrá un problema. Se pretende que los Épsilon entiendan a Otelo, cuando nunca se ha experimentado el placer de la lectura por la limitada educación que se brinda, como dice Huxley en un pasaje de su obra. Entenderemos entonces que a algunos los educan para vivir como vidas al servicio de otras vidas. 

 El mundo pertenece a si mismo 

En una región con una fuerte posición a la moral cristiana, es una vulneración jurar amor a mas de una persona, o no jurarle amor a nadie vivir por si mismo. O amar a alguien de su mismo sexo. La cultura del orden, la castidad, la vergüenza y la posición de su familia como un eje transversal de nuestra sociedad no se escapa de nadie. Por suerte, gracias a un cambio de conciencia llevado a cabo por manifestaciones culturales esto se ha cambiado.

Quien hubiera dicho que después de tantas décadas se cumpliría, en parte la predicción de Huxley: descartar el pudor, la vergüenza, los prejuicios y la monogamia obligada para dar un paso a una sociedad basada en el placer y la voluntad de las personas de relacionarse con quien desee. Sobre todo en la juventud, se acepta cada vez mas que si dos personas, están consientes en si mismos y de su propio cuerpo y quieren estar juntos sin necesidad de que esto implique una relación formal, pueden hacerlo. Es muy simple. Se van normalizando los mitos que ejercen poderes religiosos que sostienen que se debe vivir de esa manera, tener relaciones con un cantidad de personas, con determinados sexos, casarse a una edad determinada (cuando la pareja sienta que ya es un momento preciso para dar el siguiente paso), tener x cantidad de hijos, y demás mentiras contestadas a lo largo de los últimos años. Los distintos rituales florecen y se dirigen a un futuro mas independiente.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (10.8 Kb)   pdf (89.5 Kb)   docx (14.8 Kb)  
Leer 7 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com