Un viaje por el tiempo

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Prologo

¿No has vivido la sensación de que ya vegetaste ese momento? ¿Qué aunque no haya pasado aun... tú sientes que es una espacié de recuerdo? ¿Cómo le llama eso la gente? Ah! Deja vu! ¿Cierto?...

Bueno en mi caso no es así, al principio lo creí... como todos... pero con el tiempo se hizo más constante vivir un recuerdo que ya había estado en mi cabeza antes.

Al principio fue un poco inusual por no decir qué raro, pero lo fue, con el tiempo me fui acostumbrando a él… al principio este “Don” era tan inofensivo e algo inútil que no me importo tanto (eh ahí el primer error) debió importarme desde el principio… pero no sabía en lo que esto se iba a convertir.

¿Una pesadilla? ¿Un sueño? ¿Esperanza?

¿Qué es lo que espero que sea?

¿Qué es lo que YO quiero que sea?

1

Era la mañana del jueves 6 de Octubre de 1992, En Birmingham, United Kingdom cuando los rayos del sol  asomaban por mi ventana cayéndome pocos en la cara… la noche anterior había sido tranquila, no soñé nada especial o que me señalara algo importante.. Fue como si  mi cerebro estuviera en estática... sin señal.

Mire hacia mi costado izquierdo ya que en esa dirección había un estante y sobre este un libro.

Después de mirar aquel libro mire hacia el techo deambulando libremente por mis pensamientos cuando recordé la vez en que mi madre me había regalado ese libro sobre aquel estante el cual había visto unos segundos antes…

 Nos encontrábamos celebrando mi cumpleaños número 6 cuando mi madre me dijo;

-Mi niño acércate, que tengo un regalo para ti  –Dijo con voz dulce–

Me acerque con una sonrisa asía el lugar donde ella se encontraba sentada

-¿Qué es mami? –Pregunte con curiosidad mientras me acercaba–

-Ten –Me dio un paquete en las manos– Averígualo por ti mismo cariño –Dijo con una tierna sonrisa–

2

Empecé a abrir el paquete con desespero pero a la vez con cuidado.

Mire que era un libro, en la portada venia su nombre  “El faro” Autor: James P.D.

Desde ese entonces ese libro a sido mi favorito… Ya que el faro representa lo mas importante en la vida de los personajes y sus sueños.

Y para mi también, (Tanto literalmente como metafóricamente)  desde pequeño adoraba los faros, siempre soñaba con ellos… En mis sueños yo era el vigía del faro que pasaba incontables aventuras en el, miraba atreves de mi telescopio esperando a los barcos… Oía cantar a las sirenas. Tal vez y esos sueños algún día se hagan realidad…

Seguía deambulando en mis pensamientos cuando un grito algo agudo me saco de ellos.

-¡Aaryan, baja a desayunar! –Grito mi madre  desde el merendero–

Me pare de mi muy apacible lecho, me vestí y baje a desayunar

-Aquí estoy madre –Dije mientras me sentaba en la mesa y miraba como mi madre me ofrecía comida–

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(Aaryan Shelby, 20 años, vestido cotidianamente)

Estuvo en la guerra de Francia contra Alemania

✔Domina el combate cuerpo a cuerpo

✔Excelente francotirador

✔Sabe hablar diferentes idiomas (Ingles, Español, Alemán y Gaélico)

3

-Ten cariño –Dijo mientras me entregaba mi plato–

-Muchas gracias madre –Le agradecí mientras tomaba el plato–

Mi madre regreso a la cocina por el suyo y se sentó al lado mío para comer los 2 juntos como familia, como siempre hacíamos... Y eso me encantaba ya que yo adoraba a mi madre, para mí era la mejor madre del mundo, ella lucho para sacarme adelante después de la repentina muerte de mi padre a trabajado durante largos 11 años, día y noche.., y por eso y muchas cosas más la respeto y admiro mucho.

Pero ahora sería distinto ya que iría a buscar empleo. Ya que en el anterior me despidieron por haber impedido la entrega de 100,000kg de pólvora roja a un mercader muy común para la empresa.

En mi defensa quiero decir que esa pólvora no se debía vender, ya que la noche anterior había tenido un sueño, en el cual vi que el mercader nos iba a traicionar dándole la pólvora roja al ejército nazi, y posteriormente ellos llegarían a quemar la empresa, y matar hasta el último de los trabajadores del lugar,  yo le conté al jefe que no teníamos que venderle esa pólvora, pero él no me creyó. Y tuve que

4

Sabotear la entrega a como diera lugar. Le pedí que nos viéramos en un lugar sin comentarle a nadie;…

-¿Por qué me llamaste aquí niño?

–Dijo aquel hombre alto de 1.85 alrededor de unos 28 años, con barba que le alcanzaba hasta el primer botón de la camisa, pelirrojo, con ojos color azabache, vestido con un elegante traje negro, con un bastón en la mano izquierda y una boina –

-Se de su designio y vine aquí para hacer un trato con usted –Dije mientras prendía un cigarrillo y me lo llevaba a la boca–

- Y según tú, ¿cuál es mi designio? –Dijo él mientras agarraba el cigarro que le ofrecí, para acto seguido encenderlo y llevárselo a la boca también–

Estaba seguro de que este hombre creía que todo era una vil mentira, dio media vuelta, estaba dispuesto a irse, pero se detuvo en seco cuando me escucho decir;

-Se que quiere la pólvora para vendérsela a sus amigos nazis –Dije mientras sacaba el humo del cigarro por la boca–

El hombre volteo a verme nuevamente y dio unos cuantos pasos hacia mi

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-¿Tu como sabes de la pólvora? ¿Acaso eres un ruin policía? –Dijo tratando de

Conservar su voz lo más calmada posible, (¿Qué como lo sé? Porque fallo en el intento)

- ¿Y eso a usted qué carajo le importa? –Dije con un tono tan calmado que parecía no importarme–

-okey niño. Tienes lo que querías, tienes mi atención. ¿Qué quieres? –Pregunto sin más–

-Como dije, hacer negocios con usted –Dije fumando el cigarrillo-

-¿Y eso es…  –Dejo la palabra en el aire para que yo continuara–

-Mire –Dije eso mientras tiraba lo último que quedaba del cigarro y lo aplastaba en el suelo–  Yo lo que pretendo es que me compre la pólvora a mí, ya estoy arto de que esos malditos se queden con la mayor parte de los lucros –Dije fingiendo cierta molestia–

...