Volverán Las Oscuras Golondrinas
Enviado por juan718369 • 19 de Abril de 2015 • 850 Palabras (4 Páginas) • 286 Visitas
Volverán las Obscuras Golondrinas
Bécquer fue un poeta y narrador del Romanticismo nacido en Sevilla el 17 de Febrero de 1836. Tuvo una vida difícil y al comienzo de su carrera no tuvo mucho éxito, pero poco a poco su situación económica mejoró y sus rimas comenzaron a ser reconocidas. Sus rimas son reconocidas por ser muy espirituales, ya que la manera de la que el habla del amor y de las mujeres es muy especial y única.
La persona que más influenció la manera de la cuál Bécquer habla del amor fue Casta Esteban; la esposa con la cuál tuvo dos hijos. Este matrimonio le proporcionó poca felicidad, lo que lo llevo a escribir hermosas y apasionadas rimas sobre el amor fracasado. El 1868 el matrimonio de Bécquer fracasa ya que el se entera de la infidelidad de su esposa y acompañado de sus hijos se va a vivir a Toledo donde muere de tuberculosis, también conocida como la “enfermedad amorosa”, en 1870.
El poema de Bécquer que escogí para analizar es “Volverán las Obscuras Golondrinas” (Rima LIII) porque habla del amor pasado y es un tema que todos vivimos en algún momento de la vida. Esta es una de las rimas más populares de Bécquer y según muchos es la que mejor lo representa. En las primeras tres estrofas podemos ver como se habla del futuro impredecible y en las siguientes tres de la desesperanza.
LIII
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
...