EL HOMBRE COMO ORIGEN
ChristiangordoEnsayo5 de Noviembre de 2015
3.952 Palabras (16 Páginas)124 Visitas
[pic 1][pic 2]
EL HOMBRE COMO ORIGEN
Esquivel Luna Christian Antonio
[pic 3][pic 4]
Introducción
En la realidad que podemos percibir, existe un sin fin de objetos o fenómenos que pueden ser analizados e incluso aproximarse a un conocimiento real con ellos. Pero existe un factor más importante que es el que nos induce a experimentar vivencias. El hecho de ser considerados como un ser racional por nuestra naturaleza como hombres.
Nuestros actos individuales, especiales, concretos están respaldados, sustentados, mantenidos por un universo en curso, pero este universo en curso ¿por quién esta sostenido y mantenido? No basta comprobar el hecho bruto de la existencia; es necesario explicarlo y así mismo encontrarle un sentido. No basta tampoco caer de repente en cuenta de que no tenemos más remedio que estar en un mundo que nosotros no hemos hecho. Siendo el mundo la casa del hombre, que centran la vida humana en tono familiar y en una sociedad.
En este ensayo mi propósito es hacer una reflexión de como el hombre actúa de forma individual, colectiva y bajo una estructura social que lo forzara o incitara a aproximarse a una razón. A un conocimiento más aproximado a la realidad. Es ver como el hombre como persona se aproxima a la realidad de una manera empírica que su razón le permite captar. Pero a la vez él vive en una sociedad época y contexto que rompe las reglas porque como el campo el distinto el camino lo es mucho más. Y otro factor es la ética, debido a que su objetividad es regular y mantener el equilibrio del hombre como persona y sociedad. El bien común.
Estos factores son lo que se revisaran en el siguiente texto.
Filosofía Del Hombre
En la filosofía del hombre, como en toda otra ciencia se persigue un conocimiento verdadero. Toca a la metodología dirigir las operaciones de la mente hacia ese fin. Cuando se habla de metodología realmente quiere decir disposición de conceptos para llegar al conocimiento verdadero.
Se ha llamado comprender al procedimiento mediante el cual conocemos al mundo de lo peculiarmente humano; vida y cultura. Mientras que la naturaleza puede ser explicada, la vida del alma solo puede ser comprendida. Y comprender significa aprehender un sentido, poner un fenómeno en relación con una conexión total conocida. Lo fundamental para el sentido es que las partes se unan al todo según una ley. El sentido se refiere, invariablemente a un valor. El valor se descubre siempre detrás de un objetivo propuesto o fijado en las estructuras culturales
El comprender toma en pie los hechos en la experiencia por percepción sensible y así es como se capta la propia realidad. Históricamente el hombre empezó por conocer primero la realidad exterior: el mundo del prójimo, es decir que al hombre le era necesario comprender y así mismo atenerse en sus relaciones con los demás hombres y con la naturaleza. Solo más tarde dirigirá su atención de fuera a dentro. Como todo conocer al prójimo como lo es conocerse así mismo. Es verdad que el hombre no puede vivir la vida de sus semejantes, ni reproducir sus vivencias. Pero puede, al menos, mediante categorías significativas, ordenar y articular el caos de subjetividad inmediata, justamente porque el mismo es un compendio de todo lo humano. Comprendemos a los demás por sus objetivaciones y con la ayuda de categorías interpretativas. Es así como podemos ver al mundo (hasta cierto punto) con los ojos de nuestros semejantes.
En la acción voluntaria se realiza un propósito (previamente representado) en virtud de ciertos medios adecuados. Pero no basta conocer el objetivo; se precisa en entrar en los motivos de conducta. Un mismo objeto se puede realizar por muy diversos motivos, Toda representación en la acción voluntaria, tiene un acento de valor. Hay una escala, en la conducta racional, fácilmente advertible: medio-objetivo-valor. Pero la mayor parte de las veces, los hombres actúan por tendencias, y estos impulsos no llevan consigo un acto planeado o ningún objetivo propuesto. Es trabajo entonces elevar a la zona de la inspiración o luz racional las tendencias que imperan en los rasgos más profundos de la vida. Un ejemplo de estos podría ser la tendencia sexual, un impulso de venganza, el afán de dominio etc. No existe otro recurso.
Pensamos que la separación radical de los dos caminos de conocimiento (explicación y compresión) no podía ser más pasajera. No se trata de métodos incompatibles, sino complementarios. Inducción y deducción, abstracción y determinación, clasificación, analogía y comparación son procedimientos de las ciencias naturales que no puede dejar de utilizar una antropología filosófica. Por otra parte, tampoco puede excluirse el comprender en la esfera de la naturaleza. La explicación completa el conocimiento descriptivo, y en ocasiones comprendemos fenómenos naturales sin poderlos explicar. Por ejemplo la reproducción. El que exista una tensión entre ambos objetos no quiere decir que sean antagónicos.
La respuesta que se dé al problema del hombre debe corresponder al planteamiento de la cuestión. La respuesta que se espera depende, en cierto modo, de los términos del problema. El problema propio es determinar la esencia y estructura del ser del hombre en su integridad y unidad. El hacer del hombre es interesante, sobre todo porque lleva a su ser, al sentido de su existencia (individual, histórica, y social), a su relación con la realidad
Es preciso tomar contacto con la realidad del hombre que se ofrece en la vida activa. Estas manifestaciones espirituales o culturales humanas tienden a referirse a un contexto afectivo mediante un sistema de categorías interpretativas. Hay muchas cosas que tienen relación con el hombre pero no es el hombre en sí mismo.
Con un evidente desprecio para la calidad estética Edmundo Husser decía que ¨ la elegancia es asunto de sastres y zapateros¨. La imagen adherida a lo sensible, sería un obstáculo para la expresión del pensamiento que, por la índole de los objetos a que alude, se sustrae a toda representación. La filosofía es un saber riguroso a base de conceptos, y los conceptos si son verdaderos, siguen al ser de las cosas.
La intuición intelectual del ser con su primera ley, el principio de contradicción, es a raíz de todo conocimiento metafísico.
La Persona
Desde el Angulo científico es la ciencias del hombre es la ciencia del hombre. Toda proposición antropológica incompatible con una verdad es falsa. Se tiene a la antropología como un juez. La metafísica de la existencia humana tiene bajo su dependencia (de un cierto modo), a todas las ciencias especiales, porque sus principios son los primeros en importancia y los máximos en elevación. Aunque Aristóteles no llego nunca a delinear una verdadera antroposofía, bien podemos decir que el hombre como tal, tiene una estructura fundamental
¿Qué es el hombre y cuál es su puesto en el universo? Al plantearse esta pregunta, la antroposofía (metafísica de la existencia humana) sobrepasa la interrogante científica antropológica por considerar al hombre no solo como un ser natural, sino también en su ser esencial. Ni el medico estudiando esqueletos, ni el sociólogo tribus, ni el lingüista idiomas arcaicos, encontraran al hombre concreto integro, vivo y actual o eterno.
La meditación sobre el hombre es bien tardía en la historia de la filosofía occidental, se empieza por la cosmología, se sigue por la metafísica, irrumpe en la era moderna la teoría del conocimiento. Referencias indirectas y alusiones incidentales sobre el hombre las ha habido casi siempre. Los pitagóricos, los sofistas, Sócrates, Platón, Aristóteles y Platino reflexionan sobre el hombre. Pero la visión griega sobre el hombre tiene esto de particular: se mueve bajo el signo de la exterioridad de la contemplación de formas. O es el cuerpo, o es un aspecto ético. O es su función cognoscitiva. Con el cristianismo aparece la persona, el hombre como imagen de Dios. El idealismo hablara de un ¨yo puro¨ de una ¨sustancia pensante¨ pero nunca del hombre de carne y hueso de ese que nace, sufre y aunque no quisiera muere.
En el conocimiento del hombre hay grados del saber que van desde el simple conocimiento empírico y vulgar hasta el saber teológico. Y la siguiente será una graduación jerárquica de los tipos de saber del hombre:
- Saber empírico y vulgar que semana aconteceres de los fenómenos humanos sin ofrecer explicaciones causales. Encauza y dirige la actividad del hombre en una manera espontánea y especifica.
- El saber de las ciencias naturales (física, química, anatomía, fisiología, higiene, etc.) que explican fenómenos que transcurren en el ente biopsiquico por sus causas promotoras inmediatas.
- El saber histórico que nos muestra hombres esencialmente empíricos, definidos, concretos, irreductibles al método científico. El hombre según los historicistas, no tendría estructura permanente, naturaleza, sino historia.
- El saber filosófico que nos da la visión natural de la estructura intima de lo humano, explicada por primeras causas y supremos principios. Se trata de un saber primordial que no tiene por objeto decirnos lo que el hombre tiene o lo que el hombre hace, sino lo que el hombre es.
- El saber teológico que nos brinda un conocimiento del hombre adquirido por la razón esclarecida por la fe en la revelación. La teología nos habla de los dones preternaturales. De la naturaleza corrompida, de la participación del espíritu humano en modo finito.
La sociedad
En virtud de su naturaleza los hombres tienden espontáneamente al amor. Ante lo bueno, el ser humano, si se comporta humanamente, olvida su pureza animal y comienza a ablandarse. Tan pronto como se ofrece la voluntad la mueve esta hacia si mediante cierta conformidad natural como la que existe entre la verdad y el entendimiento, entre la hermosura y lo ojos. Este movimiento de la voluntad que se manifiesta en una especie de alegría, en el desarrugar la frente y sonreír se le conoce como agrado.
...