Informe acerca de la lectura “Ética a Nicómaco”

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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ÉTICA, CIUDADANÍA Y DIVERSIDAD CULTURAL

Informe acerca de la lectura “Ética a Nicómaco”

ALUMNA: NANCY GAMBOA PADILLA, 14020171

PROFESOR: MG. OMAR YALLE QUINCHO

2022 – I

Lima, 10 de Julio de 2022

En el primer capítulo del Libro II, Aristóteles nos habla acerca de la naturaleza de las virtudes, para él, nosotros nacemos con estas, nos servimos de estas y las utilizamos naturalmente, sin embargo, es a través de su práctica constante que logramos desarrollarlas y perfeccionarlas hasta convertirlas en hábitos. Es de suma importancia practicar ciertos actos de cierta naturaleza, ya que es esto lo que nos llevará a ser hombres y mujeres virtuosos.

Vivir con coherencia, es decir, vivir en unidad con lo que se piensa, se dice y se hace, debe ser de las cosas más difíciles para el ser humano, “haz lo que dices”, “practica con el ejemplo”, son frases que solemos escuchar, pero no somos conscientes de su real dimensión. Pasar de la teoría a la práctica, ha sido de nuestros mayores retos y lo continúa siendo.

La regulación de nuestros impulsos, el pensar antes de actuar, evita comportamientos negativos que pudieran afectarnos, no obstante, es importante que sean inculcados desde una edad temprana. Esta es una idea con la que coincido totalmente, puesto que cuando uno es ya adulto, es bastante complicado establecer hábitos positivos, ya que son sus contrarios los que mayor satisfacción instantánea generan, pero, a la larga, terminan por desperdiciar nuestro potencial humano e intelectual.

Durante el segundo capítulo, Aristóteles desarrolla la teoría del medio, donde explica que las virtudes se pierden tanto por defecto como por exceso: “el hombre que a todo teme, que huye y que no sabe soportar ninguna contrariedad, es un cobarde; el que no teme nunca nada y arrostra todos los peligros, es un temerario” (Aristóteles, Libro II: Teoría de la virtud, 2016).  Para él, no existe una fórmula mágica, la clave sería analizar la vida diaria y actuar con moderación según lo requiera cada circunstancia.

Para lograr vivir con moderación, necesitamos abstenernos de los placeres y es en el tercer capítulo que expone su importancia, dado que el dolor y el placer que podamos sentir a consecuencia de nuestras acciones son lo que las motivarán hacia un sentido o el otro, es necesario que desde la infancia nos puedan guiar de modo que “coloquemos nuestros goces y nuestros dolores en las cosas que convenga colocarlas” (Aristóteles, Libro II: Teoría de la virtud, 2016)  lo que significaría tener una buena educación.

En nuestra sociedad actual, retomar estos planteamientos sería de suma importancia, dado que vivimos en un mundo que busca el inmediatismo y el placer constante, desvirtuándose así la naturaleza de este mismo. Todas nuestras acciones están dirigidas hacia conseguir un estímulo placentero, haciendo que necesitemos cada vez más de él y desistamos de actividades que no lo generan en el nivel en que queremos –o necesitamos-.

El castigo toma también un rol importante, es así que podemos orientar las acciones futuras después de una falta. Aquí podría entrar a tallar la cualidad sancionadora del Derecho, que aplica un correctivo ante una conducta que perturbe la convivencia social, esperando un redireccionamiento de la conducta general del individuo.

Así pues, el Derecho podría configurarse como un conjunto de normas que procuran orientar las acciones externas de las personas hacía la virtud, sin embargo, es un trabajo que debe realizarse en todas las esferas sociales, empezando desde el seno familiar, continuando en las escuelas, con apoyo de la sociedad, bajo supervisión y promoción por parte del Estado. Solo así podríamos llegar a ser hombres y mujeres de bien a cabalidad.

REFERENCIAS

Aristóteles. (2016). Libro II: Teoría de la Virtud. En Aristóteles, Ética a Nicómaco [versión PDF] (págs. 35-51). Editorial Digital Imprenta Nacional. https://classroom.google.com/u/2/c/NDg2ODY5NDIwNTI1

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