LA COMUNICACIÓN ACERTIVA Y EL CONTROL DE LAS EMOCIONES

LA COMUNICACIÓN ACERTIVA Y EL CONTROL DE LAS EMOCIONES

Blanca Lilia Rodríguez López, Gisela Edith Galván Rocha

Introducción

 La percepción en el idioma

A lo largo de la historia se ha observado que mucho tiene que ver nuestro idioma con la propia concepción de las cosas, viéndose ello reflejado en la manera en que como especie nos comunicamos. La forma en que visualizamos ciertos aspectos de los objetos o incluso de algunas situaciones cotidianas puede ser divergente a la de otros lugares por la preconcepción establecida en cada uno por el uso del idioma nativo. Relacionamos las características de manera gradual con nuestros conocimientos, ya que desde siempre hemos estado familiarizados con ellos acorde al contexto socio-cultural en el que nos desenvolvemos, sin embargo, si nos trasladamos a lugares desconocidos que incluyen desde un poblado, una ciudad o un país donde hay establecido un idioma radicalmente desconocido a nuestra persona, podemos observar que existen incluso cosas con igualdad o similitud en estructura  pero a que a pesar de ello son descritas de manera diferente por la conceptualización del ente en el medio que le rodea.

Podemos afirmar que el idioma afecta la construcción de nuestra personalidad y el modo de funcionar del cerebro propio. En consecuencia, los hablantes de un determinado idioma prestarán más atención a detalles específicos, minimizando la importancia de otros; lo que conlleva a la creación tanto de hábitos como de patrones de conducta que se reflejarán en sus experiencias, dejando secuelas en sus recuerdos y la manera en que percibe el mundo que está a su alrededor.

Un ejemplo claro es el que cita Rebeca Solnit en su libro "A field guide to getting lost", donde habla de los Wintu, una tribu de California que no utiliza las palabras izquierda y derecha para describir sus propios cuerpos, sino las direcciones cardinales. Solnit cita a Dorothy Lee, quien escribe: "Cuando un Wintu sube el río, las colinas están al oeste y el río al este, y un mosquito lo pica en el brazo oeste. Cuando regresa, las colinas están aún al oeste, pero, cuando se rasca la picada del mosquito, se rasca su brazo este”.

En la modernidad en que se vive actualmente, la relación con el yo es absoluta, y por tanto estamos ligados a referencias concretas. Inclusive, existen variantes determinantes que fijan la opinión, no todas las lenguas perciben ciertos términos como femeninos o masculinos.

La cultura como base del comportamiento

El medio en el que todo ser humano se desenvuelve viene como el segundo peldaño para concretar su comportamiento, debido al contexto del círculo en que se desarrolla, se va impregnando de lo que considera adecuado e inadecuado, desde el actuar interno hasta el desarrollo en familia y grupos externos a ella. Es decir, no actúa única y exclusivamente por el concepto biológico sino que este, se ve enriquecido acorde a los sentimientos, las ideas y los comportamientos de los diversos seres con quienes se encuentra en contacto constante.

Los conocimientos adquiridos se ven fuertemente involucrados en este concepto debido a que las personas aprenden acorde a lo que su cultura les permite, inclusive cabe destacar la existencia de algunas que prohíben el poner en entredicho lo que se encuentra establecido desde tiempos inimaginables. Todo se lleva a la práctica mediante la socialización, cuando las personas exteriorizan su esencia interna con el mundo que les limita al interponer aquellos valores y normas para mediar las relaciones, tratando de evitar la generación de conflictos.

Aunado a todo ello está la publicidad, que interfiere directamente en los gustos de los sujetos para el consumo de productos o servicios mediante la persuasión y el uso de promesas para alcanzar ciertos niveles de reconocimiento o insertando de manera tan asertiva en la mercadotecnia aquellas imágenes de lo que el usuario  desean alcanzar como la juventud eterna o la figura perfecta.

Las consecuencias de ser seres pensantes es la influencia del factor emocional cuando se toman decisiones, estas no siempre son lógicas, al tiempo que aunque son individuales se torna a la influencia por factores externos como el temor a la crítica o las estrategias persuasivamente manipuladoras que podemos encontrar en los medios de comunicación y/o las redes sociales que impactan desmedidamente nuestra existencia.

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