Los valores y las actitudes éticas

Capítulo 4: Actitudes y Ética

Introducción.

Nosotros los comunicadores tenemos el conocimiento mismo que contribuye a reconocer nuestras potencialidades, generando las actitudes positivas para adquirir destrezas o habilidades y realizar acciones que fortalezcan nuestro espíritu y nos brinden la seguridad y confianza. Pero de igual forma, ese potencial puede originar actitudes negativas, que producen debilidades o ineptitudes, y acciones impulsivas, descontroladas e inadecuadas, que se manifiestan como temores, miedos y nerviosismos, que llegan a limitar el ser y el hacer.

Contenido.

Los valores y las actitudes éticas.

 Toda comunicación oral con una intención ética requiere un potencial generador de valores que funcionan como fortalezas del comunicador, como pueden ser:

1. La verdad.

Hablar con la verdad es un principio moral que todo comunicador debe seguir, tiene un gran poder intelectual, ya que es la aptitud que nos ayuda a descubrir la intención o el propósito de la acción, reflejada en reconocer como verdadero lo que decimos, generando seguridad en nosotros y confianza en quienes nos escuchan. Si las ideas se expresan demostrando plena identificación con los valores que encierra, serán escuchadas con entusiasmo e influirán notablemente en los receptores ya que exige una actitud positiva, más decisiva e ineludible para un comunicador.

1. El valor

Es la aptitud de la conciencia que nos ayuda a descubrir las intenciones y la fuerza positiva que fortalecerá nuestra actitud para realizar acciones. Reforzamos la actitud de confianza en nuestros recursos, revitalizando el esfuerzo que impulsa nuestras decisiones, fortaleciendo la actitud de seguridad en nosotros mismos, ayudándonos a sobreponernos al temor al atender nuestras responsabilidades y enfrentar situaciones que creemos importantes, manifestándose con  actitud firme y resuelta de alcanzar las metas a pesar de los obstáculos.

1. La confianza

Implica tener fe para convencernos de que no se debe desperdiciar tiempo pensando en los obstáculos o las actitudes negativas que se puedan presentar. La confianza nos impide desanimarnos, pues bloquea la idea de que cuesta mucho trabajo mejorar nuestras acciones. La confianza fortalece el conocimiento de nosotros mismos; además, genera más fuerzas en sentido positivo y, en consecuencia, actitudes éticas.

1. El autodominio

Es la fuerza positiva que desarrolla el control de nuestros actos en ciertas situaciones, que nos impidan exponer nuestras ideas con cordura, claridad y fluidez. Tal agitación es reflejo de nuestras fuerzas descontroladas, regulando las emociones que pueden bloquear o inhibir el razonamiento claro de ideas. Cuando somos impulsivos, cualquier problema se agiganta, mientras que, logrando el autodominio, vemos las cosas en forma más real, objetiva y menos imponente, conduciéndonos a la disciplina a pesar de las contrariedades que surjan, pues la superioridad de un individuo se reconoce en la facilidad con que transforma sus actos espontáneos e impulsivos en actos voluntarios y conscientes, logrando la superación en sus actitudes de rectificación de todo procedimiento desventajoso o negativo detectado en la comunicación.

...