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ETICA Y VALORES HUMANOS ACTITUD HUMANA


Enviado por   •  27 de Julio de 2021  •  Apuntes  •  11.848 Palabras (48 Páginas)  •  296 Visitas

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ETICA Y VALORES HUMANOS ACTITUD HUMANA[pic 2]

GRADO NOVENO

Mi Nombre es:          

Grado:          

Dirección de mi casa:         

Teléfono:         

Dirección del colegio donde estudio:          

Teléfono:         

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Taller No 1 Propósito: Proyecto mi vida personal

ESTOY CRECIENDO

Mi nombre es                  Edad                         Actualmente vivo con                         [pic 4]

Lo que más me gusta de mi familia es          Si tuviera oportunidad cambiaría de mi familia

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Tengo las siguientes cualidades         

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Siempre he querido ser         

Quiero

estudiar         

Para poder         

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En el bachillerato me ha

gustado         

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No me gustaría

estudiar         

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Cuando pienso en la universidad

siento         

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Me sentiría a gusto en         

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Taller No 2 Propósito: Identificar la importancia de agradar a la gente

AGRADAR A LA GENTE

“Si te caes levántate, la vida continúa”

¿Qué es agradar?

Buena es la sal; más si la sal se vuelve insípida,[pic 12]

¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros y tened paz unos con otros.»

Marcos 9,50

Hemos oído, y seguramente hemos repetido la consabida queja, cuando alguien no nos agrada: "¡Me hace la vida imposible!". Pues bien, agradar es, en el fondo, hacer la vida posible para mi hermano.

Agradar se confunde a menudo con complacer, satisfacer, contentar o mimar, verbos todos que tienen su relación con el que nos ocupa, pero que dejan un doble y falso matiz de debilidad y complicidad que no es del caso en realidad.

Saber agradar es pensar bien de la felicidad del otro. Entonces es un asunto no sólo de voluntad sino también de inteligencia y de buena memoria.

Efectivamente,        ¿qué interlocutores nos parecen

agradables? ¿No son aquellos que saben preguntarnos discreta pero afectuosamente

sobre lo que hemos sido, sobre nuestros proyectos en curso o sobre las noticias de nuestro hogar o trabajo?

Es importante decirlo: se puede aprender a ser agradable. Alguien podrá sentir que este aprendizaje nos hace hipócritas. No es cierto. Somos hipócritas cuando simulamos con adulación o melosería un amor que no tenemos, pero ¿es que acaso no hay razones buenas y fuertes para querer a nuestro prójimo? El que sabe del verbo acoger tiene una respuesta para esto.

He aquí unas sugerencias para ese saludable y sanador "aprender a agradar":

  • No confundas autenticidad con subjetivismo, ni espontaneidad con imprudencia, ni firmeza con intolerancia, ni confianza con ordinariez, ni intimidad con vulgaridad, ni generosidad con despilfarro. Estas confusiones se pagan muy caro, y luego se necesita mucho tiempo para aclararlas.
  • Recuerda que la norma para agradar es la felicidad buena de tu prójimo; no tú, ni tus ideas, ni tus gustos; tampoco tu prójimo en todas sus pretensiones, gustos y proyectos. Hay personas que quieren ayudar tanto que estorban; quieren ser tan humildes que llegan a imponerse; tanto quieren complacer que fastidian o ayudan a envenenar.
  • Las personas no andan pensando en ti ni en mí; tú no eres su principal ni su única idea. Cada quien dedica sus mejores pensamientos a sus propios asuntos. Ese es su lenguaje. Si no aprendes un poco de ese lenguaje no podrás entenderte con él, mucho menos agradarle.
  • Ningún inútil resulta agradable por mucho tiempo. Piensa en las necesidades de la persona a quien quisieras agradar y qué lugar oportuno y razonable puedes tener en ese universo. Si ya eres útil, sé amable; si ya eres amable, sé breve. Los dos pecados cuando se quiere agradar son: demorarse poco y demorarse mucho.
  • Pocas cosas desagradan tanto como el sentirse utilizado. Para evitar cualquier sombra de sospecha en este sentido, guárdate de mezclar tus mensajes. Toda conversación, todo encuentro tiene un mensaje y deja un mensaje. Lo que no siempre resulta bien es la mezcla de mensajes. Por ejemplo: dar las gracias para luego pedir otro favor; disculparse para luego hacer una corrección; sonreír mucho para luego hacer un comentario agridulce (indirecta).
  • Cuatro heridas hay que resultan casi irreparables en las relaciones humanas: la humillación, la infidencia, la traición y la ingratitud. Guarda tu alma y tus palabras de la simple sombra de cualquiera de ellas. Y si las has cometido, procura reparar por tres y por cuatro el daño causado, encomendándote sin cesar a tu Dios, que es tardo a la ira y rico en clemencia.
  • Pero sobre todo recuerda que para depurar tu idea de lo que es realmente bueno para tu prójimo has de acudir a quien de veras le conoce y le ama: Dios, el Señor.

Preguntas para el diálogo

  1. ¿Consideras que agradar es necesario para vivir? ¿Por qué?

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  1. ¿Qué cualidades para agradar tienes? Escríbelas

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  1. Escribe qué cualidades quisieras tener para agradar.

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  1. ¿Qué características comunes tienen —a tu juicio— las personas agradables?

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  1. Cuando una persona te ha parecido agradable y de pronto deja de serlo.

¿Qué crees que ha sucedido, y por qué?

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