Obra Abierta-Umberto Eco

OBRA ABIERTA – UMBERTO ECO

-ENSAYO-

“… un campo de posibilidades, una invitación a escoger.” Henry Pousser

El tema común de los diferentes apartados de Obra Abierta es la reacción del arte y los artistas ante la provocación del azar, de lo indeterminado, de lo probable, de lo ambiguo, de lo indefinido; la reacción, por consiguiente, de la sensibilidad contemporánea en respuesta a las sugestiones del nuevo horizonte cognitivo que la ciencia ha abierto.

Eco propone que en el análisis del arte contemporáneo se cuente con el desorden, pero no el irremediable, sino el desorden fecundo. Se trata de elaborar modelos de relaciones en los que la AMBIGÜEDAD encuentre una justificación y adquiera un valor positivo. Así, el arte contemporáneo está intentado encontrar solución a una crisis y la encuentra bajo un carácter imaginativo, ofreciéndonos imágenes del mundo que equivalen a METÁFORAS EPISTEMOLÓGICAS para ayudarnos en un nuevo modo de ver, sentir, comprender y aceptar un universo en el que las relaciones tradicionales se han hecho pedazos y en el que se están delineando nuevas posibilidades de relación. Las técnicas configuradoras del arte, de la obra abierta, reproducen en el fondo, la CRISIS de nuestra visión del mundo.

Se debe resaltar el salto fundamental en la historia del arte que se da entre el medioevo y el barroco, entre el clasicismo y el iluminismo, momento en el que aparece una poética de la sugerencia La obra que “sugiere” se realiza siempre cargada de aportaciones emotivas e imaginativas del artista. Así pues, el arte contemporáneo propone una POÉTICA DE LA SUGERENCIA: con esta poética de la sugerencia y de la provocación, la obra se plantea intencionalmente abierta a la libre reacción del que va a gozar de ella. La apertura se propone como una posibilidad fundamental del usuario e intérprete y del artista contemporáneo.

El arte contemporáneo es un misterio por investigar: la poética del asombro, del ingenio, de la metáfora, tiende a establecer una TAREA INVESTIGADORA del hombre nuevo que ve en la obra de arte, no un objeto fundado en relaciones evidentes para gozarlo como hermoso, sino un misterio a investigar, una tarea a perseguir, un estímulo a la vivacidad de imaginación.

Eco plantea que toda obra de arte es "un mensaje fundamentalmente ambiguo, una pluralidad de significados que conviven en un sólo significante" y, además, que en ciertas obras contemporáneas esta ambigüedad (APERTURA) es buscada de forma intencional y valorada positivamente. El resultado es la presencia de estructuras formales determinadas por una voluntad creadora pero que permiten un alto grado de ambigüedad y de intervención activa del receptor.

La "APERTURA" presenta así dos grados de desenvolvimiento:

1. Apertura de primer grado cuando “interpretado en términos psicológicos, el placer estético (como se realiza frente a toda obra de arte) se basa en los mismos mecanismos de integración y completamiento que resultaron típicos de todo proceso cognoscitivo. Este tipo de actividad es esencial al goce estético de una forma.”

2. Apertura de segundo grado cuando se enfatizan estos mecanismos y se hace consistir el goce estético "no tanto en el reconocimiento final de la forma como en el reconocimiento de aquel proceso abierto continuamente y que permite aislar siempre nuevos perfiles y nuevas posibilidades de una forma".

O, hablando en términos de colaboración, dos grados de colaboración entre el receptor y la obra:

1. Colaboración mental en la que el usuario interpreta "libremente un hecho de arte ya producido, ya organizado según una plenitud estructural propia (aún cuando esté estructurado de modo que sea indefinidamente interpretable).

2. Colaboración manual cuando el intérprete reorganiza libremente la obra y goza de las relaciones así producidas, cooperando en "hacer" la obra. Estas son las obras en movimiento, obras que tienen la capacidad de "asumir diversas estructuras imprevistas físicamente irrealizadas". Son por lo tanto, obras inacabadas que reclaman un proceso de co-creación entre productor y receptor, proceso que Popper denomina "respuesta total": intelectual y "física" a la vez. (Al nivel mínimo, podemos recordar los móviles de Calder, o la obra de Bruno Munari que ideó un género de pintura en movimiento proyectando mediante una linterna un collage de elementos plásticos Regulando la lente que gira, el usuario colabora en una creación del objeto estético.)

Así, la poética de la obra abierta tiende a promover actos de libertad consciente por parte del artista, que en vez de sufrir “la apertura” como inevitable, la elige como programa productivo e incluso ofrece la obra para promover la máxima apertura. Esto significa que el intérprete debe instaurar "la propia forma sin estar determinado por una necesidad que le prescribe los modos definitivos de la organización de la obra disfrutada". Esto explica que la "obra abierta" no deba ser gozada interpretando solamente un hecho de arte ya producido, donde la colaboración del lector es esencialmente INTELECTUAL, sino que también poseemos "obras abiertas" a las que debemos ORGANIZAR Y ESTRUCTURAR.

Hasta ahora, el autor organizaba todo de modo definido y concluso, pero en una obra abierta se dan varias posibilidades de organización confiadas al artista (en el caso de una pieza musical) o al espectador (en el caso del arte plástico). La obra abierta es una propuesta estética que perfila una nueva dialéctica entre obra e intérprete. Actualmente, una obra de arte es un objeto producido por un autor que organiza una trama de efectos comunicativos de modo que cada posible usuario pueda comprender la obra. Y a su vez, cada usuario tiene una concreta situación existencial, una sensibilidad particularmente condicionada: determinada cultura, gustos, prejuicios personales, de modo que la comprensión de la forma originaria se lleva a cabo según determinada perspectiva individual.

Ello supone, en primer lugar,

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