ARTICULO CIENCIAS DE LA NATURALEZA Y CIENCIAS DEL ESPÍRITU EN LA PERSPECTIVA DE DILTHEY

El artículo comienza esbozando una aproximación al concepto de ciencia, que es una estructura de proposiciones cuya misma formalidad constituye su fundamentación, también siendo una un conocimiento racional que intenta construir una fundamentación del mundo de la naturaleza. Asimismo, el discurso científico tiene una serie de principios y un método que permite validar los el procedimiento; pero no se puede relacionar a datos empíricos. Es como lo hablamos la clase pasada, al intentar explicar o definir las ciencias, ya que algunos compañeros consideraban que para ser tal, debiera existir una comprobación del fenómeno como una ciencia exacta. Sin embargo, en nuestra disciplina de estudio es más complicada la comprobación, ya que los hechos históricos no se repitan de las misma manera, dependen de las circunstancias y no se pueden introducir a un laboratorio para la comprobación.

Por ello, a través de la historia y con la evolución de la humanidad, el concepto de ciencia ha variado, en los albores de la modernidad era considerada un saber determinado y riguroso como la matemática o la geometría, enmarcado en la racionalidad. Descartes pretendía renovar la ciencia y unificarla e intentó dar respuesta al escepticismo reinante, su estrategia no fue el rechazo o la negación de la duda sino su aceptación hasta las últimas consecuencias, es decir, utilizó la duda como método y sometió todo conocimiento a duda con el fin de encontrar una verdad de la que ya no pudiese dudar ni el más escéptico; aunque abrió un abismo entre el hombre y el mundo, surgiendo el empirismo.

Con Galileo y Newton, la racionalidad científica toma un matiz diferente, convirtiéndose en una racionalidad empírico- analítico. Según ello, Galileo no toma en consideración las determinaciones y objetos cualitativos, para él los objetos científicos son sólo los cuantificables. No obstante, toma en consideración la experiencia como el origen de todo conocimiento, pero debe atenerse a parámetros cuantificables, pues los objetos cualitativos son subjetivos y carecen de valor universal, dependen de la percepción de los sentidos y de cierta forma son variables. Galileo trabaja con elementos que no varían por su calidad de cuantificables como: masa, peso, tamaño, etc; al experimentar con éstos debe siempre dar los mismos valores; repite experimentos utilizando las mismas variables.

Kant considera que el conocimiento científico tiene su fundamento en la estructura de la razón pura, pero el sujeto empírico sólo es objeto científico bajo las lógicas de la razón. Así era concebida la ciencia, por ello, claramente eran ciencias la matemática y la física, pero que ocurre con la metafísica, podría llegar a ser ciencia. Kant comienza la crítica a la razón, debiéndose no poner atención en el objeto, sino la forma como lo conocemos, así se podría determinar si es o no ciencia la metafísica.

Debido a lo anterior, será el centro de investigación el modo de conocer, que será el centro del pensamiento moderno, pudiendo ser ciencia elementos propios del ser humano que no pueden ser demostrados en el laboratorio, como la historia.

Dilthey quien intentara buscar un método que permita asegurar la validez otros conocimientos que no están insertos en la estructura de la razón pura, denominándolas ciencias del espíritu. Para este autor, los estudios humanos subjetivos (que incluyen derecho, religión, arte e historia) deberían centrarse en una realidad histórica-social-humana; afirmando que el estudio de las ciencias humanas supone la interacción de la experiencia personal, el entendimiento reflexivo de la experiencia y una expresión del espíritu en los gestos, palabras y arte. Lo anterior implica la necesidad de resolver la contradicción planteada al reconocer que toda concepción del mundo se halla históricamente condicionada,

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