EL CONCEPTO “ESTADO” EN LA CIENCIA POLÍTICA MODERNA

EL CONCEPTO “ESTADO” EN LA CIENCIA POLÍTICA MODERNA

Resumen:

Se suele mencionar que el término de Estado, en los términos en que lo usamos en la actualidad, ha sido primeramente empleado por Nicolás Maquiavelo en El Príncipe. No obstante, podría ser viable encontrar ciertos usos del mismo con anterioridad a este creador. Ya durante el siglo XIV pudimos encontrar el concepto latino status, junto con ciertos semejantes en las lenguas vernáculas como estat, stato y state, utilizado con generalidad para referirse a una diversidad de entornos políticos. Cada una de estas expresiones eran usadas más que nada para aludir al estado o postura de los propios líderes ante los gobernados. De esta forma, ya hacia objetivos del siglo XIV, el concepto status además se utilizaba regularmente para hacer alusión al estado o condición de un reino o república. (Skinner, 2003)

Los estudios sobre el derecho romano hicieron que el concepto adquiriera una más grande difusión. En el siglo XIV en Francia e Inglaterra se discutía sobre el “estado del reino” o estat du roilme y todavía anteriormente, en el siglo XIII, era viable encontrarlo para referirse a magistrados, cuyo interés era el status civitatum, el estado o condición de la urbe como entidad política sin dependencia. No obstante, dichos primeros usos de status fueron modificándose paulatinamente hasta conseguir de forma definitiva su sentido nuevo. Esta  transformación puede ser rastreada en la literatura de “espejos para príncipes”, siendo el término stato utilizada para denotar la postura política de los líderes y para referirse al modo en que éstos debían actuar si deseaban mantener el estado (Skinner, 2003) De esta forma llegamos a Maquiavelo, que en El Príncipe (1513) tiene relación con además a eso que los líderes debían hacer para conservar su postura política, empero asimismo se lo usaría por esos tiempos para hacer alusión a maneras particulares de régimen.  Puntualmente, el proceso por el que se comenzó a tener en cuenta al Estado como un representante libre y como la sede de la autonomía habría que rastrearlo en 2 tendencias de la teoría constitucionalista de los siglos XV y XVI. Una de ellas podría ser la teoría contractualista protectora de la monarquía y la otra podría ser la tradición del republicanismo italiano. (Skinner, 2003) Las dos tradiciones dejan de dialogar de líderes preocupados por “mantener su estado” y empiezan a utilizar status o stato como el nombre de aquel artefacto de régimen que nuestros propios líderes poseen la obligación de conservar y conservar. Podría ser al final en el siglo XVII una vez que teóricos legitimadores de las maneras absolutistas –Bodin, Hobbes- distingan los poderes del Estado, no solo de los poderes de los líderes sino además de los de la sociedad.

Ahora bien, la ciencia política moderna, distinguida como disciplina autónoma al rededor del siglo XX, ha tenido una interacción cambiante con el concepto Estado. El raciocinio entroncado en la corriente conductista ha querido reformular su metodología y sus términos desligándose de todo viable viso de irracionalidad y vaguedad. Es de esta forma que la idea de Estado podría ser reemplazada por la de “sistema político” o la de “gobierno”, y quedaría rezagada por diversos años de la ciencia política a no ser por las denominadas corrientes estatistas o neoestatistas de corte marxista, que en los años ´70 reinstalarían la utilización de este término en la disciplina.

La excusa es usar el procedimiento que ha recibido el término de Estado, con el objeto de ofrecer cuenta de las propiedades de ciertos debates en la ciencia política y de los monumentales problemas que se plantean en la creación de un exclusivo corpus de entendimiento en la disciplina. Para esto, primero se tratarán varias de las primordiales preguntas que se plantearon alrededor del desamparo de la idea de Estado por parte, primordialmente, de las teorías sistémicas de la política de los años ´50 y ´60. En segundo sitio, se plantearán varias de las tesis centrales de Gabriel Almond en una obra de 1988 de alusión inevitable de la disciplina. Gabriel Almond publicaba, en el número 21 de la revista Political Science, bajo el título Separated Tables, su diagnóstico del caso de la Ciencia Política de su tiempo y la caracterizaba por su enorme fragmentación epistemológica. Fragmentación que el procedimiento de la cuestión del Estado ilustra precisamente. Es de esta forma que en último sitio se presentarán varias aristas del debate que se diera entre al mismo Almond y un conjunto de politólogos además en el año 1988 relacionadas al denominado “retorno del Estado”.

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