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BOECCIO BIOGRAFIA


Enviado por   •  29 de Agosto de 2012  •  1.826 Palabras (8 Páginas)  •  719 Visitas

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BOECIO

1. Vida y obra filosófica. Anicio Manlio Torquato Severino Boecio n. en Roma ca. 480, de familia noble; estudió primero en su ciudad natal, luego, durante 18 años, en Atenas y, finalmente, en Alejandría, donde fue discípulo de Ammonio Sakkas. Vuelve a Roma donde es hecho senador, y en 510 cónsul. Posteriormente, en 523 es nombrado Magister officiorum en la corte de Teodorico, en Rávena. Cargo que ocupa hasta que, acusado de conspiración política y de magia durante la persecución del Emperador contra los cristianos, es destituido, puesto en prisión y ejecutado en Pavía en el 525. Durante su periodo de cárcel compone la famosa Consolatio Philosophiae que es la obra madura de su pensamiento, síntesis de su filosofía, testamento político moral y espiritual, en el que armonizando a Platón, neoplatonismo, Aristóteles, tradición latina y cristianismo, se queja de las injusticias de esta vida poniendo su pensamiento en Dios y en la filosofía.

Su inmensa obra escrita destaca por la labor de traductor y comentarista del pensamiento griego y por sus escritos originales: traduce los Primeros Analíticos, los Tópicos y Razonamientos Sofísticos de Aristóteles, constituyendo este cuerpo de obras, junto con su traducción y comentarios de las Categorías (509-10) y el Peri Hermeneias (511-13), el único material lógico y filosófíco de Aristóteles que se empleará en toda la Edad Media, hasta que en el s. XII y XIII aparezca el resto del Corpus Aristotelicum. De ahí la capital importancia de B. en la fílosofía medieval, particularmente en lógica. Hizo también dos comentarios y una traducción de la Isagogé de Porfirio (509-10). Escribió además varias obras originales: sobre las cuatro artes del Quadrivium, de las que se conservan las referentes a aritmética y música (De institutione arithmetica y De institutione musica, ca. 500-505); sobre los silogismos (Introductio ad syllogismos categoricos, De syllogismo categorico y De syllogismo hypothetico, ca. 510-514); De divisione (ca. 514); De diferentiis topicis (ca. 515); y algunas otras perdidas o de dudosa autenticidad, además de diversas obras teológicas y el ya citado De consolatione Philosophiae.

El deseo de B. fue dar a Roma la primacía cultural en todo campo, para lo cual quiso hacer latino el conjunto de doctrinas de la filosofía griega, situándose en la línea neoplatónica de Porfirio, Proclo y Ammonio, y tratando de armonizar a Platón y Aristóteles.

Hasta la primera mitad del s. XII prevalece en la Edad Media la división de las ciencias, de tipo estoico (transmitida por S. Agustín y S. Isidoro principalmente), de Física-Lógica-Ética. A partir de esa fecha se emplea sobre todo la aristotélica: Teóricas (Filosofía Primera, Matemática, Física) y Prácticas (Ética, Política, Económica), división que es tomada precisamente, por una parte, de B. y, por otra, de los árabes (p. ej., al-Farabi). Al grupo de ciencias teóricas hace corresponder B., con criterio platónico, una jerarquía de seres y una escala de facultades cognoscitivas en el hombre: intelectibles o absolutamente inmateriales, que se captan por el entendimiento puro, dando lugar a la Teología o Filosofía Primera; inteligibles o causas ejemplares de las cosas, captables por la razón discursiva en las Matemáticas, etc.; seres naturales, cuerpos materiales, cognoscibles por los sentidos y la Física. A este cuerpo de ciencias añade otra que llama Rationalis, o Lógica, de la cual no decide si se trata de una parte de la ciencia o de un instrumento previo a la misma. La importancia de B. en el campo de la lógica, ya la hemos subrayado arriba; pero en otro punto es pieza clave en la Edad Mediaa pues comentando el famoso pasaje de Porfirio, en su Introducción a las Categorías, en que plantea la realidad o no realidad de los universales (PL 64,86), B. da un primer atisbo de solución, iniciando así el famoso problema de los universales: la tesis de B. se acerca un tanto a la aristotélica, pero la desdibuja al final apuntando también a la platónica de las ideas universales subsistentes.

La existencia de Dios se basa en la idea de que Él es un ser más perfecto que el cual no puede pensarse otro, principio que adoptará luego s. Anselmo, y al que se llega a través de la imperfección de las creaturas, las cuales exigen la existencia de Aquél. Dios está por encima de toda categoría (idea que luego tomará Escoto Eriúgena) y es Creador (con creación eterna, aunque no está claro si ex nihilo) y Providente. Dios es además el objeto sumo y propio de la felicidad del hombre. Finalmente, Dios se distingue de las creaturas en cuanto que en éstas «diversum est esse et id quod est», y en Dios el «esse» y el «id quod est» son lo mismo. Aunque parece que esta fórmula no plantea el problema posterior de la distinción entre esencia y existencia (sino entre la sustancia y el principio de su ser sustancial), sin embargo, este texto, junto con posteriores elucubraciones (p. ej., de Avicena), dará lugar al famoso problema medieval de la esencia y existencia.

El hombre, compuesto de cuerpo y alma, es definido con la famosa fórmula: persona es «rationalis naturae individua substantia» (Contra Eutychen, 5). Parece ser que B. sostiene la preexistencia de las almas habiendo sido intelectibles antes de inteligibles o incorporadas. El hombre es libre en cuanto que puede elegir dentro

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