BUDISMO
balam.huertaTesis19 de Noviembre de 2013
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EL BUDISMO
ENRIC AINSA I PUIG
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EL BUDISMO
INDICE.
Introducción . . . . . . . . . 3
1. Lo indefinible . . . . . . . . 4
2. Buda . . . . . . . . . . 6
a) Vida y leyenda . . . . . . . 7
b) La iluminación . . . . . . . 8
c) La representación . . . . . . 9
3. La doctrina . . . . . . . . . 10
a) El fundamento: el sufrimiento universal . . . 10
b) Alcanzar el nirvana . . . . . . 13
4. El culto . . . . . . . . . 15
a) Los monjes . . . . . . . 15
b) Los laicos . . . . . . . . 16
5. Las corrientes del budismo . . . . . . 19
a) El Pequeño Vehículo . . . . . . 19
b) El Gran Vehículo . . . . . . . 20
c) El Vehículo tántrico . . . . . . 22
6. La expansión del budismo . . . . . . 23
a) El budismo tibetano: el lamaísmo . . . . 23
b) El budismo chino . . . . . . . 24
c) En Japón . . . . . . . . 25
d) En Europa . . . . . . . . 25
7. Budismo y espíritu occidental . . . . . . 27
a) Su tolerancia . . . . . . . 27
b) Originalidad del budismo . . . . . 28
Bibliografía . . . . . . . . . 31
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INTRODUCCION.
He intentado recoger una visión global del budismo, aunque como
neófito en el
temacreo
que sin ser consciente de la dificultad que eso representa. De todos
modos, y si su contenido es correcto, creo que me servirá como una buena
herramienta de trabajo y referencia para con el budismo, tanto en la docencia como
en la puesta al día personal.
He creído interesante intentar apuntar algunas ideas que pudieren explicar, a
'grosso modo', el enfrentamiento lógico del budismo y de las religiones orientales en
general, con la tradición judeocristiana;
y este es el motivo del último punto. En este
sentido, cabe decir que mi proceso intelectual personal de acercamiento a un intento
de superación de la racionalidad propugnado por Nietzsche, ha provocado la
redacción de esa breve dialéctica entre la mentalidad budista y la occidental.
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1. Lo indefinible.
Que el Budismo es difícil de definir se comprueba en el mismo momento en que
uno quiere contar sus adeptos o fijar sus límites geográficos. Las estadísticas oscilan
entre los 250 y los 551 millones, casi el doble. Si es relativamente fácil contar los
budistas de Bengala del norte, de Ceilán, de Birmania o de Tailandia, la cosa es
mucho más delicada cuando se habla del Tíbet y casi imposible cuando se piensa en
China o en el Vietnam.
En efecto, el budismo, en especial el del 'Gran vehículo'1, tiene unos contornos
poco definidos. Además, está íntimamente entrelazado con el confuncianismo2 y con
el taoísmo3, hasta el punto de que es muy pretencioso querer determinar a cuál de
estas tres religiones pertenece un chino. Finalmente, tampoco resulta cómodo
distinguir en qué medida el adepto del tantrismo4 en el Tíbet o de algunas sectas
japonesas sigue siendo auténticamente budista.
Se comprende ya que esta imprecisión se debe esencialmente a la naturaleza
misma del budismo. Por un lado, no está estructurado en una institución, en una
iglesia con sus fronteras dogmáticas, sus jefes, su jerarquía, su credo y su capital.
Hay comunidades budistas con sus ritos propios. Y hay corrientes y sectas budistas.
Hay budistas con prácticas y hasta creencias diferentes. Pero no hay una iglesia
budista.
Religión o sabiduría.
Por otra parte y
aquí está la explicación de lo que he dicho,
se puede incluso
preguntar si hay una religión budista. Apenas puede decirse que sea una doctrina. La
de Buda sería más bien la de que no lo es. Se trata sobre todo, como en el caso del
hinduismo, en el que se inspira, de una mentalidad profunda que impregna a la vez la
visión del mundo y el comportamiento cotidiano a lo largo de toda una existencia
1 Budismo popular, cf. punto 4.b)
2 Doctrina del sabio Confucio (551479
a.C.). Basándose en la virtud, es decir, en el respeto al
puesto justo que cada uno ocupa en la sociedad.
3 Doctrina atribuida a LaoTse
(o LaoTseu,
autor presunto del libro que lleva este nombre, del siglo
III a.C.). Su principio es el 'tao', unidad primordial del ser, que unifica los principios opuestos del
'yang' y del 'yin'. La sabiduría está en el reposo de la sumisión al destino.
4 Rama del hinduismo: culto a la energía femenina.
4
dedicada a la nada. Hay una sabiduría budista. Pero lo mismo que Buda tiene
numerosos rostros impenetrables, el árbol fecundo del budismo tiene muchas ramas.
Dicho esto, ¿qué es el budismo?
Es una sabiduría derivada de las creencias del hinduismo, pero en reacción
contra el ritualismo excesivo del brahmanismo. El budismo es un hinduismo reformado
que conserva los fundamentos del mismo: la necesidad de liberarse de las
apariencias, la reencarnación y la importancia de una meditación que implica al
cuerpo.
Para algunos historiadores, el budismo nació simplemente de la lenta evolución
de una secta hinduista. Para los brahmanes, el budismo es una herejía como el
jainismo5. Para otros, el budismo tuvo realmente un fundador, un sabio del que
podemos conocer la historia, fijar algunos datos de su vida, narrar sus hechos.
5 Religión fundada por un contemporáneo de Buda, el príncipe Vardhamana Jnata; religión del
desprendimiento y del ascetismo.
5
2. Buda.
Resulta difícil trazar los linderos entre su historia y lo que la leyenda ha hecho
con ella.
Vida y leyenda.
Su verdadero nombre era Gautama, apellidado Siddharta el
que ha conseguido
su objetivoo
Sakyamuni el
sabio de los sakya;
habría nacido el año 560 a.C.6, de
una casta de nobles guerreros. El lugar de su nacimiento fue Kapilavastu, en los
confines del Nepal, donde reinaba su padre Shuddhodana, del clan de los sakya7. Su
madre llevaba el nombre de Maha Maya8.
Según una leyenda, habría sido engendrado en el vientre de su madre bajo la
forma de un pequeño elefante, y ella lo habría dado a luz, de pie, apoyada en una
rama de higuera. Un dios habría recogido al niño en unos pañales.
Más probablemente, su madre murió después de su nacimiento, y Gautama fue
educado por una tía llamada Mahaprajapati, y por su padre. Este se habría esforzado
en preservarlo de todo peligro y de toda visión de las miserias del mundo. Educado
como un joven príncipe, se habría casado a los dieciséis años con su prima
Yashodara. La tradición cuenta que la habría obtenido después de su triunfo en un
concurso de tiro con arco en el que su flecha habría traspasado siete árboles. Ella le
dio tres hijas y un hijo, llamado Rahula.
Rico, elegante, inteligente, el príncipe llegó a los veintinueve años en medio de
placeres y festejos. Hacia esa edad, el encuentro con un anciano, con un enfermo,
con un cadáver y con un monje pidiendo limosna, le movió a reflexionar sobre la
enfermedad, la vejez y la muerte. Abandonó entonces hastiado los placeres y la
gloria, en el mismo momento en que su esposa daba a luz. Y así, después de haber
cumplido con sus deberes de tener descendencia, habría podido seguir finalmente su
vocación de asceta.
La leyenda dice que, guiado por su fiel cochero Chandaka y por su caballo
6 O probablemente el 558.
7 O Shakya.
8 En sánscrito, al universal ilusión.
6
Kanthaka, se refugió en lo más profundo del bosque, cambiando sus trajes de seda
por un vestido de harapos.
a) Sentido de una experiencia.
En este momento de la historia de Buda, no es posible dejar de hacer algunas
observaciones. Las primeras tienen que ver con lo anecdótico.
El cochero, en el hinduismo, pero también en otras mitologías, desempeña una
función simbólica importante, junto con el caballo, preferentemente alado como
Pegaso o como el que se llevó Mahoma. Pero más aún se encuentra en esta renuncia
de Buda un tema común a todas las grandes religiones: el retiro del mundo y el
rechazo de las tentaciones: riqueza, poder. Buda se retira al bosque como Jesús y
Mahoma al desierto: lo mismo que Jesús ante el maligno, Buda rechaza la realeza
temporal y los placeres de la existencia. ¿Es que sólo se encuentra a Dios en el
desprendimiento y en la soledad?
Gautama conoció esta soledad buscada durante siete años otra
vez un número
simbólico.
Sometiéndose a una dura ascesis, a imitación de los brahmanes9 , meditó
largamente en el sufrimiento y la muerte. La leyenda lo describe, sucesivamente,
sentado sobre sus talones, contentándose con un grano de arroz diario, o imitando la
rigidez de los cadáveres.
Pero siete años de privaciones y de meditación le convencieron de que las
maceraciones del cuerpo no conducen a la verdad y a la salvación, como tampoco lo
hace la búsqueda de placer. La perfección no está en los extremos, sino
...