Casa Penitenciaria

La trama de este relato se remonta a una Colonia Penitenciaria en donde se va a llevar a cabo una ejecución de un condenado, para esto un explorador extranjero fue invitado por el actual comandante de la colonia a observar dicha ejecución, esta ejecución es llevada a cabo por un “oficial” de esta colonia penitenciaria, pero por dicho de este mismo, este es, juez de la colonia penitenciaria, donde al inculpado se le sentencia a sufrir en una maquina habilitada para hacer cumplir dicha condena, el oficial le explica al explorador extranjero como está conformada dicha maquina, la cual describe en tres piezas, una parte inferior llamada Cama, la de arriba Diseñador y la de en medio denominada Rastra, según proseguía el oficial la sentencia no es aparentemente severa, la cual consistía en escribir sobre el cuerpo del condenado, mediante la Rastra, la disposición que ha violado, por ejemplo la que había violado el condenado “HONRA A TUS SUPERIORES”.

Todos estos procedimientos, así como la invención de la maquina fueron idea de un antiguo “Comandante” el cual muerto, ya había sido suplantado por otro comandante. Mientras todo esto ocurría el oficial preparaba y echaba a andar la maquina. El oficial le explica al extranjero que la descripción de los procedimientos judiciales en aquella colonia penitenciaria es de la siguiente manera: al inculpado no se le hace saber que ha sido sentenciado, no se le da oportunidad de defenderse, la culpa es siempre indudable, ya que si se le hubiera hecho llamar y se le hubiera interrogado, solo habrían surgido confusiones, en cambio así, no se le da la oportunidad de mentir. La injusticia del procedimiento y la inhumanidad de la ejecución eran indudables pensaba el explorador, entonces el oficial comienza dilucidar que el extranjero había sido enviado por el actual comandante para emitir algún tipo de recomendación, ya que este no estaba de acuerdo con aquellas practicas, a lo cual el oficial le pide al extranjero le solicita su ayuda para que este tipo de prácticas

no sean abolidas por el actual comandante; el explorador persona fundamentalmente honrada no podía concebir dichas prácticas, a lo cual le respondió que NO. Entonces como si alguna parte del oficial comprendiera que este tipo de prácticas se acercaba su fin, decidió soltar al inculpado que estaba en la maquina, saco una hoja y le pidió al explorador la leyera, no entendía el explorador nada, el oficial le leyó: “Se justo”, y como un acto de auto castigo y de redención el oficial empezó a programar la maquina torturadora para sí mismo, se coloco en la cama y un soldado que lo asistía, así como el anterior condenado, lo ayudaron a atarse a la maquina, la cual comenzó a trabajar, pero dicha maquina comenzó a funcionar mal, como si supiese que esta también llegaba a su fin, desarmándose en el proceso y llevando a la muerte al oficial. Por último, antes de partir el explorador de aquel poblado,

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