ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

¿Cómo formar personas integrales al servicio de la democracia?


Enviado por   •  22 de Octubre de 2019  •  Apuntes  •  674 Palabras (3 Páginas)  •  209 Visitas

Página 1 de 3

¿Cómo formar personas integrales al servicio de la democracia?

volvamos a pensar s obre el papel de la educación para la construcción de otro tipo de sociedades.

La educación siempre estuvo en el centro de la filosofía socrática, la preferida del maestro. El permanente inquirir con asombro nos revela matices de la realidad y permite abrirnos a opiniones diversas. Que la verdad la poseamos ya en nuestro interior desde siempre y que la mayéutica nos permita hacerla aflorar de la mano experta del filósofo es una exageración idealista, pero útil.

(9)

Desentrañar matices, desplegar capas de sentido y descubrir perspectivas diversas en la evaluación de hechos y valores sólo es posible si amamos y perseguimos el conocimiento a la manera de los griegos, quienes nos enseñaron a filosofar.

En la conferencia ahora transcrita y publicada, el lector encontrará una fuente permanente de inspiración que invita a profundizar en las aguas insondables del espíritu. Autonomía, igualdad, comunidad, esos ideales humanos acuñados hace siglos y erigidos en bandera de la modernidad, se trenzan en una tupida cuerda que une a propios y ajenos. Los postulados de la revolución francesa –libertad, igualdad, fraternidad– laten en la construcción gavirista de un sistema de gobierno que promueve el florecimiento de todos.

El sujeto democrático debe ser libre. Esto vale para el individuo y el pueblo por igual. La finalidad de la educación es en buena parte asegurar lo que se requiere para ello: criterio, constancia, pensamiento propio.

la democracia es entonces la capacidad de pensar y decidir libremente, como bien lo anota Carlos Gaviria acudiendo a autores clásicos como Jean Jaques Rousseau, Immanuel Kant, José Ortega y Gasset y Jean Paul Sartre.

Atraía la atención del filósofo político Gaviria la tendencia a delegar las decisiones en otros. Lo gravoso que resulta tener que decidir con temor a equivocarse explica muchas veces la inclinación natural a buscar que otro decida por nosotros; de esta forma se comparte la pesada carga de decidir y se elude la responsabilidad por las consecuencias de lo decidido. No asombra entonces que muchos tiendan a someterse voluntariamente a la voluntad de otro. En este contexto, Carlos Gaviria recordaba siempre dos autores. Étienne de la Boétie en su célebre Discurso de la servidumbre voluntaria, y Eric Fromm en El miedo a la libertad. El primero relieva la propensión al servilismo para aliviar el peso de ejercer la libertad, mientras el segundo describe la inseguridad generada por asumir el propio destino.

La estrecha relación entre educación y democracia es abordada por Carlos Gaviria a propósito de la decisión política colectiva. Sin un exitoso proceso de educación que fomente la libertad, no podría asegurarse en la práctica un sistema de gobierno basado en la autonomía personal y colectiva.

La democracia utópica, a saber la democracia posible, era para Carlos Gaviria una en la cual la dignidad, esto es, la autonomía de la persona, es erigida en condición de la organización política. Una democracia de simples mayorías, sin respeto a las diferencias y sin protección de las minorías, era para él inadmisible. Además, con la sencillez del erudito y buen conocedor de Rousseau y Kant, el maestro relacionaba la dignidad con el deber de obediencia. Sólo somos dignos si obedecemos las normas que nosotros mismos nos damos o podríamos darnos en cuanto seres libres, en una sociedad de iguales, esto es, en democracia.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (4.3 Kb)   pdf (79 Kb)   docx (8.8 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com