Compare Las Funciones Que Desempeñan La Razón Y La Imaginación En Al Menos Dos áreas De Conocimiento

Compare las funciones que desempeñan la razón y la imaginación en al menos dos áreas de conocimiento

La búsqueda del conocimiento se asemeja a una travesía en el espacio. Cinturones de asteroides, cometas, planetas y estrellas fungen como obstáculos para apropiarnos del conocimiento, sin embargo, existen algunas herramientas que penetran esas barreras y logran proporcionarnos conocimientos: las formas de conocer. Estas herramientas confluyen para ayudar al sujeto del conocimiento en su expedición, no obstante, existe un grave problema del conocimiento entre dos de estas formas: la razón y la imaginación. Aparentemente, ambas son totalmente antagónicas: la razón es juzgada como objetiva, como la que conduce a nuevos conocimientos; mientras que la imaginación como algo meramente conceptual y subjetivo y, por tanto, incapaz de brindarnos conocimientos certeros. No obstante, el limitar y evaluar como incapaz a dicha forma de conocer, puede llevar al sujeto a basarse únicamente en la razón, lo cual puede tener como consecuencia el incurrir en errores de razonamiento, que a su vez impide alcanzar una verdad factual. El presente ensayo tiene por objetivo comparar y evaluar las funciones que desempeñan estas dos herramientas en la búsqueda del conocimiento.

Antes de hacer una comparación entre ambas formas de conocer, es menester poner de manifiesto que existe una incertidumbre con respecto al concepto de razón e imaginación. La imaginación es el proceso por el cual el sujeto de conocimiento recrea imágenes mentales. La razón, por su parte, es una facultad que permite buscar la verdad y resolver problemas a partir de la capacidad cognoscitiva del sujeto. Desde su definición, puede apreciarse que se trata de dos formas de conocer distintas, lo que ha llevado a la existencia de un preconcepto que puede afirmar que la razón es objetiva, mientras que la imaginación subjetiva, haciéndose evidente la asociación de esta facultad con la fantasía. Esto representa un grave problema, pues el hecho de pensar que una de ellas es objetiva nos lleva a discernir que es la única que puede brindarnos un conocimiento; por tanto, nuestro conocimiento puede resultar erróneo. En la Literatura es imprescindible el uso de la imaginación, pues para lograr una interpretación es necesario comprender el texto, y la única manera de lograrlo es haciendo uso de la imaginación para transportarnos al mundo que el autor crea entre líneas. Como experiencia personal, durante la clase de literatura en NM de Bachillerato Internacional, fue leída y analizada la obra El Perfume, en donde el autor Patrick Süskind nos ofrece de manera singular una tendencia artística con la que le abre al lector la posibilidad de imaginar sensaciones físicas ligadas a la percepción, en este caso la descripción de los olores de forma directa y minuciosa le permiten crear al lector, además del contexto, la imaginación de los olores mismos, siendo entonces la función de la imaginación la herramienta principal que le dio forma a la propuesta de Süskind.

Una de las áreas de conocimiento juzgada de objetiva por el uso desmedido de la razón, son las Matemáticas. Al exponer sus axiomas, teorías y leyes, ciertamente necesita hacer uso de la razón ya que plasma sus conocimientos como irrefutables; sin embargo, ¿Únicamente se encuentra haciendo uso de ésta? Es aquí donde la imaginación toma lugar: el ser humano no puede percibir los números y la manera en que puede comprenderlos es utilizando a la imaginación; es decir, no los encuentra como entes físicos pero sí como meras herramientas, transformándolas en ideas netas, para que estas nos puedan conducir a la obtención de un conocimiento. En el caso de una operación básica, los números son los encargados de darle forma al conocimiento. Son las herramientas que convergen en un resultado irrebatible, a los cuales no conocemos: no existen como tales a nivel perceptivo, únicamente como herramientas de grado imaginativo. Ahora bien, desde el momento en que conocemos el papel limitado del ser humano y la naturaleza misma de los números, deducimos que el estudio de las matemáticas requiere un alto grado del uso de la razón para seguir procedimientos y discernir su aplicación, no obstante es necesario utilizar la imaginación para que el razonamiento se logre objetivamente. Decimos que esta asociación: imaginación-conocimiento, ha permitido encontrar las aplicaciones puesto que al adentrarnos en los números se ha desentrañado el estudio de las teorías probabilísticas o el cálculo, que a su vez son aplicables en la resolución de problemas en distintas áreas de estudio, de hecho, hasta en las mismas Ciencias Sociales dicha ciencia es auxiliar. De lo anterior, obtenemos que dichas facultades son correspondientes, ya que una se vale del sustento de la otra para complementar de manera eficaz el encuentro del conocimiento. Puesto que si estas existiesen como elementos individuales y no como meros complementos, el conocimiento, además de limitado, podría encontrarse preconceptualizado, llevándonos a la obtención de conocimientos erróneos por la carencia de una imposibilidad de encontrar una verdad y resolver problemas.

Un área de conocimiento que discierne

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