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Concepto Del Hombre


Enviado por   •  28 de Marzo de 2014  •  2.298 Palabras (10 Páginas)  •  218 Visitas

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Concepto de san Agustín y san tomas

San Agustín

A través de la poderosa intercesión de su madre Santa Mónica, la gracia triunfó en la vida de San Agustín. El mismo comenzó a asistir y a ser profundamente impactado por los sermones de San Ambrosio en el Cristianismo. Asimismo, leyó la historia de la conversión de un gran orador pagano, además de leer las epístolas de San Pablo, lo cual tuvo un gran efecto en el para orientar su corazón hacia la verdad de la fe Católica. Durante un largo tiempo, San Agustín deseó ser puro, pero el mismo le manifestó a Dios, “Hazme puro … pero aún no” (Confesiones, Capítulo 8). Un día cuando San Agustín estaba en el jardín orando a Dios para que lo ayudara con la pureza, escuchó la voz de un niño cantándole: “Toma y lee; toma y lee” (Confesiones, Capítulo 8). Con ello, el se sintió inspirado a abrir su Biblia al azar, y leyó lo primero que llego a su vista. San Agustín leyó las palabras de la carta de San Pablo a los Romanos capítuloEl hombre es alma y cuerpo, (pero a diferencia de Platón, alma y cuerpo está considerado como una unidad, por lo que no usa la teoría dualista, sino la unificada: el hombre está compuesto de 2 realidades). El alma es lo racional, compuesta por una razón inferior (permite conocer las cosas sensibles) y una razón superior (permite contemplar las verdades eternas a partir de la iluminación divina), es temporal e inmortal (tiene principio pero no fin), y posee tres facultades: memoria, inteligencia o entendimiento y voluntad.

El cuerpo es el instrumento para el alma, siendo ésta superior. Para afirmar que el hombre es la unión de alma y cuerpo, siendo ambos buenos, tiene que vencer reservas de influencias psicológicas para explicar el pecado original afirmando que el cuerpo es bueno. San Agustín soluciona el problema abandonando el traduccionismo y afirmando que el pecado original queda como una fragilidad de la razón y de la voluntad. Puesto que el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, el cuerpo no puede ser un accidente, por esto rechaza el Traducionismo que afirma que el pecado se transmite por el cuerpo. Además, la materia también ha sido creada por Dios, y como todo lo creado por Dios es bueno, ésta no puede ser origen de lo malo, El pecado original sería entonces una fragilidad de la razón y de la voluntad a causa de la ruptura del hombre con los planes de Dios.

Santo Tomás

En principio, adopta la misma postura que San Agustín: el hombre es imagen y semejanza de Dios, y ha creado el mundo para él. Santo Tomás sigue la teoría hilemórfica de Aristóteles, en la que el ser humano se entiende como una unidad sustancial, compuesta por una materia que tiene una forma que se denomina alma, que es parte de Dios. Existen tres tipos de alma: racional, sensitiva y vegetativa. Tomás de Aquino mantiene que el alma es inmortal, en concreto, la parte del alma racional llamada entendimiento agente, que es capaz de realizar abstracciones.

Tanto Aristóteles como Tomás de Aquino rechazaron el dualismo platónico que identifica al ser humano con su alma. La teoría hilemórfica de Aristóteles explicaba que el alma y el cuerpo están unidos. Pero para Tomás de Aquino esto no invalida la afirmación de que el alma es inmortal. El alma es la forma sustancial del cuerpo, el principio de su constitución y organización. Por eso es también el principio de operaciones humanas. Pero como las operaciones son diversas, Tomás de Aquino considera que en el alma existen diversas facultades o potencias activas, cada una de las cuales es principio próximo de determinadas actividades. Así, tenemos potencias inferiores -principio de las operaciones que tenemos en común con los animales-, y potencias superiores. También hay operaciones cognoscitivas y operaciones apetitivas. Al conocimiento sigue el apetito, tanto en el nivel sensible como en el racional.

Concepto

Las facultades o potencias del alma que dependen intrínsecamente de un órgano corporal no pueden subsistir una vez que se destruye el órgano correspondiente. Además, estas mismas facultades tienen limitado su objeto, porque la naturaleza del órgano es limitadora con relación a la capacidad de recepción de formas. Según Santo Tomás, la teoría hilemórfica es compatible con la inmortalidad del alma humana si se tiene en cuenta que existe gradación en las formas. Algunas formas emplean todo su poder en actualizar la materia, pero otras, por así decirlo, les sobra energía. En la medida en que una forma sobrepasa su correspondiente materia, puede conocer. Y si la sobrepasa netamente, entonces puede entender. Así sucede con el alma humana, que es inmortal y, para llegar a esta conclusión, parte del análisis de la intelección. Según Santo Tomás, las operaciones cognoscitivas pueden apoyarse en los sentidos o en el entendimiento, pero su naturaleza es muy distinta:

Así pues, el entendimiento al no limitarse a un determinado tipo de formas no depende intrínsecamente de un órgano. En efecto, si el órgano es lo que limita una facultad, entonces una facultad ilimitada carece de órgano. El entendimiento depende de un órgano -del cerebro- de una manera accidental, pero no se identifica con ese órgano. Podríamos decir que el entendimiento usa el cerebro pero no es el cerebro, porque en ese caso su capacidad estaría limitada, como le ocurre a los sentidos, y no podría conocer todas las formas. El entendimiento, en cambio, puede conocer todas las formas de las cosas.. Aristóteles decía que el alma es el lugar de las formas y que el alma es, en cierta manera, todas las cosas. En efecto, no es que se entienda todo, sino que la inteligencia se caracteriza por no limitarse a una determinada serie o tipo de cosas. Lo propio e la inteligencia es seguir entendiendo continuamente y cada vez más.

La conclusión de este razonamiento es que si el alma puede entender sin órgano -aunque de hecho no lo haga en esta vida-, entonces puede también subsistir una vez que el cuerpo se destruye.

CONCEPTOS DE FE Y RAZON

El encuentro del cristianismo con la filosofía griega fue un acontecimiento de enorme trascendencia para nuestra cultura.

La filosofía en el imperio romano estuvo marcada por las cuatro escuelas filosóficas que marcaron el pensamiento en el período helenístico: la platónica y la aristotélica, a las cuales se sumaron el epicureísmo y el estoicismo.

Platonismo, aristotelismo y estoicismo mantuvieron un continuado e intenso intercambio entre sí: las tres se oponían conjuntamente a la doctrina epicúrea, considerándola atea y licenciosa.

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