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Crítica y autocrítica. ¿Qué es la crítica? Un ensayo sobre la virtud de Foucault


Enviado por   •  23 de Mayo de 2019  •  Resúmenes  •  9.044 Palabras (37 Páginas)  •  203 Visitas

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¿Qué es la crítica? Un ensayo sobre la virtud de Foucault

Judith Butler

Artículo publicado en  Transform: “Producción cultural y prácticas instituyentes. Líneas de ruptura en la crítica institucional”. Editorial Traficantes de Sueños, Colección Mapas. Madrid, 2008. Págs. 141 a 167.

Libro completo disponible en Internet bajo licencia Copyleft (se permite copia) en:

http://www.traficantes.net/index.php/trafis/editorial/catalogo/coleccion_mapas/produccion_cultural_y_practicas_instituyentes_lineas_de_ruptura_en_la_critica_institucional/ 

¿QUÉ ES HACER UNA CRÍTICA? Apostaría a que se trata de algo

que la mayoría entendemos en un sentido ordinario. El asunto,

no obstante, se complica si intentamos distinguir entre una

crítica de tal o cual posición y la crítica como una práctica más

general que pudiera ser descrita sin referencia a sus objetos

concretos. ¿Podemos además interrogarnos sobre su carácter

general sin insinuar una esencia de la crítica? Y si para establecer

esta imagen general lo hiciéramos expresando algo que

se aproximase a una filosofía de la crítica, ¿perderíamos

entonces la distinción entre filosofía y crítica que forma parte

de la definición misma de la crítica? La crítica es siempre crítica

de alguna práctica, discurso, episteme o institución instituidos,

y pierde su carácter en el momento en que se abstrae

de esta forma de operar y se la aísla como una práctica puramente

generalizable. Pero, aun siendo esto cierto, no significa

que sea imposible algún tipo de generalización o que tengamos

que enfangarnos en particularismos. Todo lo contrario,

aquí transitamos en un área de obligada generalización que

aborda lo filosófico pero que debe, si queremos que sea siempre

crítica, guardar distancia frente a sus propios resultados.

En este ensayo abordaré la obra de Foucault, pero permítaseme

comenzar sugiriendo un interesante paralelismo entre

lo que Raymond Williams y Theodor Adorno perseguían cada

uno a su manera bajo el nombre de «crítica» [criticism] y lo que

Foucault buscaba comprender como «crítica» [critique]. Estoy

segura de que parte de la propia contribución de Foucault a la

filosofía política progresiva, y de sus alianzas con ella, se

verán de forma clara en el curso de esta comparación.

Raymond Williams se preocupó por el hecho de que la crítica

se había reducido excesivamente a la noción de «descubrir

errores»,1 y propuso que encontrásemos un vocabulario

para los tipos de respuestas que tenemos, en concreto para

las obras culturales, «que no asuman el hábito (o el derecho

o el deber) del juicio». Lo que reclamaba era un tipo de respuesta

más específica que no se apresurase a generalizar:

«Lo que siempre es preciso entender es la especificidad de la

respuesta, que no es un “juicio” sino una práctica».2 Creo

que esta última frase marca también la trayectoria del pensamiento

de Foucault sobre este asunto, ya que su «crítica»

no es una práctica que se reduzca a dejar en suspenso el juicio,

sino la propuesta de una práctica nueva a partir de valores

que se basan precisamente en esa suspensión.

De manera que, para Williams, la práctica de la crítica no

es reductible a alcanzar juicios (y expresarlos). De forma significativa,

Adorno reclamaba algo semejante, cuando escribía

sobre «el peligro [...] representado por una acción mecánica,

puramente lógico-formal y administrativa, que decide

acerca de las formaciones culturales y las articula en aquellas

constelaciones de fuerza que el espíritu tendría más bien que

analizar, según su verdadera competencia».3 Así que la tarea

de desvelar estas constelaciones de poder se ve impedida

por la precipitación de un «juicio mecánico» como forma

ejemplar de la crítica. Para Adorno, esta manera de operar

sirve para imponer una escisión entre la crítica y el mundo

social a nuestro alcance, en un movimiento que revoca los

resultados de su propia labor ya que constituye «una renuncia

a la práctica material».4 Adorno escribe que «[la] propia

soberanía [del crítico o de la crítica], la pretensión de poseer

un saber profundo del objeto y ante el objeto, la separación

entre concepto y cosa por la independencia del juicio, lleva

cosa; pues la crítica cultural apela a una colección de ideas

establecidas y convierte en fetiches a categorías aisladas».5

Para que la crítica opere como parte de una «práctica material

», según Adorno, tiene que captar los modos en que las

propias categorías se instituyen, la manera en que se ordena

el campo de conocimiento, y cómo lo que este campo suprime

retorna, por así decir, como su propia oclusión constitutiva.

El juicio, para ambos pensadores, es una manera de

subsumir lo particular en una categoría general ya constituida,

mientras que la crítica interroga sobre la constitución

oclusiva del campo de conocimiento al que pertenecen esas

mismas categorías. Pensar el problema de la libertad, y el de

la ética en general, más allá del juicio, es especialmente

importante para Foucault: el pensamiento crítico consistiría

justamente en ese empeño.

En 1978, Foucault pronunció una conferencia titulada

¿Qué es la crítica?,6 un trabajo que preparó el camino para su

ensayo, más conocido, ¿Qué es la Ilustración? (1984). En él,

Foucault no solamente se cuestiona lo que la crítica es, sino

que también busca comprender qué tipo de cuestionamiento

instituye la crítica, ofreciendo de forma tentativa algunas

maneras de circunscribir su actividad. Lo que continúa siendo

...

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