Cuando se habla del realismo mágico, es inevitable pensar en uno de sus más aclamados exponentes, muchas veces considerado el padre de este movimiento literario

Cuando se habla del realismo mágico, es inevitable pensar en uno de sus más aclamados exponentes, muchas veces considerado el padre de este movimiento literario, Gabriel García Márquez, y con justa razón, ya que fue él quien implantó en la memoria colectiva ese concepto, a fuerza de peculiares narraciones; cuentos y novelas que, mediante una sutil fusión entre realidad y fantasía, reflejan fielmente a la cultura latinoamericana, despertando en sus lectores un sentido de autoconciencia, en especial en lo referente al carácter surreal de muchos de los elementos culturales propios de la región, algo que muchas veces es pasado por alto, debido a que dichos elementos están tan arraigados en el imaginario colectivo.

Al finalizar la lectura de tres de los cuentos contenidos en el compendio «Doce cuentos peregrinos», específicamente «La santa», «Tramontana», y «Me alquilo para soñar», es imposible pasar por alto la importancia que tiene la cultura latinoamericana en la narración de éstos, aun cuando, a primera vista, los temas de los cuentos no podrían estar más alejados unos de otros, esto se debe a que todos los cuentos nacen del deseo del autor por escribir sobre experiencias comunes para los latinoamericanos, tal como se señala en el prólogo de la obra: «No sé por qué, aquel sueño ejemplar lo interpreté como una toma de conciencia de mi identidad, y pensé que era un buen punto de partida para escribir sobre las cosas extrañas que les suceden a los latinoamericanos en Europa» (García Márquez, 1992).

El propósito del presente ensayo será, por tanto, señalar la presencia del realismo mágico en cada uno de los cuentos leídos, y, al mismo tiempo, comparar similitudes entre ellos que demuestren dicha presencia, así como relaciones extra textuales, que sirvan como medio para comprender de mejor manera las obras aludidas.

Para comenzar a entender las relaciones presentes entre distintos elementos, primero se debe entender cada elemento en su singularidad, por lo que es imprescindible un análisis, por mínimo que sea, de cada uno de los cuentos señalados con anterioridad.

«La santa» es un relato que se centra en la travesía realizada por un hombre colombiano de nombre Margarito Duarte, cuya vida da un vuelco al realizar la exhumación del cuerpo de su hija, el que, al presentarse incorrupto aun después de años bajo tierra, atrae la atención de su pueblo entero, cuyos habitantes califican el hecho de milagroso, y, por lo tanto, ven a la difunta hija de Margarito como una santa. Debido a esto, Margarito emprende un viaje hacia la ciudad de Roma, con la esperanza de lograr que su hija sea canonizada por el Vaticano. Sin embargo, sus sueños jamás llegan a cumplirse, debido a la extraña indiferencia que muestran los funcionarios de la santa sede ante el fenómeno expuesto por Margarito.

Indiferencia ante lo extraordinario.

A lo

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