Depende La Felicidad De Nosotros Mismos

Tras cuestionarse un tema como la felicidad, se está presente frente a una controversia del pensamiento humano en relación a ella, una reflexión que no da abasto en referencia a la cantidad de cuestionamientos que se originan en torno a este término, en relación a que la humanidad se encuentra en una búsqueda permanente de lo que llaman el verdadero sentido de la felicidad, sin abordar profundamente el tema como realmente debiera ser. Sin embargo, nos encontramos de inmediato con supuestos factores externos que aparentemente la producen, ya que para algunos la felicidad deviene de asuntos anexos a nuestros sentimientos, generados por la satisfacción de placeres materiales, sobretodo en una sociedad como la actual, donde el universo de la tecnología y sus avances están al alcance del hombre. Como consecuencia de esto, teóricos abordan este sentimiento formulando múltiples argumentos y visiones de ésta en el hombre.

A consecuencia de lo anterior, cabe desarrollar la siguiente interrogante: ¿Depende la felicidad de nosotros mismos o está determinada por factores externos, como el dinero?; a pesar de que la humanidad responda a esta pregunta proporcionando variadas hipótesis, la felicidad depende exclusivamente del ser humano, de sus propios proyectos y reacciones, de sus actos y lo que promueven para buscar la plenitud de ella; este estado no es generado por factores externos que no siempre están presentes ni en el hombre ni en la sociedad.

En primer lugar, se abarca el papel que juega el hombre en la búsqueda de la felicidad, examinándola en su interior. El hombre puede ir en busca de la satisfacción de sus placeres y con ello creer que es feliz, pero el punto es totalmente diferente, la satisfacción de aquellos placeres no siempre va de la mano con la felicidad; si se pone en cuestión un factor externo como el dinero, analicemos el comportamiento del ser humano frente a este. Suponga que una persona cualquiera desea adquirir dinero, ya que con ello ve la posibilidad de compensar otras situaciones como deudas, o sueños como viajes u otros placeres, pero al poseer una suma de este, no hace más que malgastarlo o en otro caso lo utiliza para su satisfacción, volviéndose avaro e interesado en la posesión de recursos, que sólo lo hacen más preocupado de su uso y no del bien propio, tomando una mala decisión y administración de lo que se llamaría bienes externos, dejando en segundo plano el bien propio del ser y del alma. Es por ello que “la búsqueda de la felicidad anida en el hombre mismo, en su interior. Allí se remansan las inquietudes y los proyectos que por el estrecho pasadizo del esfuerzo y la voluntad personal saldrán adelante”1. En relación a esto, la felicidad no es más que un sentimiento que se lleva dentro de uno, pero que el hombre, en cierta manera, no sabe utilizar y se limita a pensar que no sirve para nada más que para suplantar algunos temores y/o ideas presentes en él, cegándose a la idea de que este la felicidad se basta en ella misma, sin la necesidad de poseer de otros factores para su uso y sentir.

Pero la aceptación del argumento dado anteriormente, no abarca una totalidad. El psiquiatra español Enrique Rojas, sostiene que: “la felicidad completa y definitiva no se da nunca: es pura utopía. Siempre habrá en la existencia humana algo que empañe, en algún sentido, la experiencia limpia y total de la felicidad” 2. De esta manera, el Doctor contraargumenta lo expuesto anteriormente, él busca explicar que pese a los intentos del hombre por tener una felicidad plena, libre de agentes externos, nunca se llegará a tener en totalidad, debido a que existen factores que entorpecen alcanzar la cima de este sentimiento, sin bastarse a sí misma, sino que empañada de la presencia de temas anexos a la felicidad misma. Aún así, hay quienes reafirman la tesis de que la felicidad se basa en uno mismo, dependiendo de nuestros propios intereses, después de todo la felicidad es un sentimiento que está dentro de nuestra propia alma y no fuera de ella, ni en un ser inerte ni en los pensamientos inequívocos sobre el apuro de la satisfacción; “se alcanza la felicidad cuando nuestros deseos y proyectos son alcanzados durante nuestra vida. La felicidad es entonces un resorte “exclusivo” del hombre, solo depende de él.”3. En este sentido es el hombre quien cumple el papel protagónico en este tema, no la felicidad, dado que esta última no es más que un sentir del ser humano y además es el principal responsable de que esta se lleve a cabo como tal, como esencia de la felicidad.

_________________

1. Rojas, Enrique; (1987)p. 51-52

2. Rojas, Enrique; (1987)p. 33-34

3. Yáñez, Dr. Phil. Eugenio

En vista de los argumentos presentados anteriormente, la felicidad no es más que un sentimiento que está dentro del hombre mismo y no necesita de otros agentes para satisfacerse, esta se basta a sí misma y a pesar de que algunos crean que a la larga existe algo que la empañe en su sentido, la felicidad se presenta como sentir que es capaz de implementarse por sí sola, gracias al especial manejo que el hombre tiene sobre ella.

Otro punto relevante del tema de la felicidad se basa explícitamente en que esta no necesita ningún factor externo que la pueda ayudar en su desarrollo, se relaciona directamente con el hecho de que en ninguna circunstancia, la presencia de otros agentes sirve en su proceso, a consecuencia de que la felicidad se basta a sí misma y no necesita de asuntos externos que la ayuden a generar un mayor impacto de este sentimiento, es así como “La felicidad se ha de colocar entre las cosas por si mismas deseables y no por causa de otra cosa, porque la felicidad no necesita de nada, sino

...