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Descartes


Enviado por   •  6 de Marzo de 2014  •  1.950 Palabras (8 Páginas)  •  157 Visitas

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República Bolivariana de Venezuela

Universidad del Zulia

Facultad de Humanidades y Educación

Escuela de Filosofía

Realizado por:

JUAN ARAUJO

Maracaibo; 14 de Octubre de 2013

Introducción

La presente introducción, más que ser ella misma, pretende ser una aclaratoria. El motivo es simple; puesto que me parece que tanto usted (Profesora), como yo y cualquier otro compañero que esté cursando la cátedra y que realmente le guste la carrera, ya sabemos lo suficiente (eso espero) sobre la persona llamada René Descartes, no pienso extenderme en su biografía sino solamente, dando por sentado que algunas cuestiones acerca de su filosofía ya se saben, dedicarme exclusivamente a explicar algunos de sus pensamientos y sobre todo, si se me permite, criticarlos. Añado a esto una súplica, esperando que se me disculpe, excuse o en el peor de los casos, que se me perdone por la falta de orden que seguramente se encontrarán al leer como yo expongo mis ideas, quiero que se tome en cuenta, que si dicho desorden se encuentra, no se hizo premeditadamente sino que por el contrario, ocurrieron de forma accidental, y que yo siempre quise mantener un orden y una armonía, puesto que además de buscar elegancia (aunque suene presuntuoso), busqué coherencia. Por otro lado, paréceme que considerándome yo mismo pésimo para la escritura, éste “Informe” quizás se acerque más a un “Ensayo”. Sin más nada que decir, empiezo…

RENE DESCARTES

Nació en la Haye, en la Turena francesa el 31 de marzo de 1596. Adquirió su formación filosófica y matemática en el muy prestigioso y famoso colegio jesuita de La Fleche. Se graduó en leyes en la Universidad de Poitiers en 1616, y al año siguiente, decidió viajar “para educarse con mayor libertad en las enseñanzas del mundo” y “aprender a distinguir lo verdadero de lo falso”. En 1619, estando en Holanda y sirviendo en las filas de Maximiliano de Baviera, según anotó, “percibió la espléndida luz de la revelación” base de su filosofía. Esta revelación que obtuvo y que sucedió a través de un sueño, la mayoría de las veces no es publicada en la reproducción de sus textos ni comentada, pero en realidad es de mucha importancia, puesto que explica muy bien, o por lo menos da una idea aproximada de lo que más adelante expondrá Descartes en su “Discurso del Método” y en las “Meditaciones Metafísicas”. En 1625 se instaló en París y se dedicó a la reflexión y al trabajo; y desde 1629, radicado en Holanda, se consagró al estudio, la meditación y a escribir sus obras. En 1633 detuvo la publicación de una de sus obras que tenía el título de “Tratado del mundo” al enterarse de la condena de Galileo que la Santa Inquisición había ordenado, la razón de ello era que Descartes compartía algunas de sus ideas. La reina Cristina de Suecia lo invitó para que fuese su tutor, y éste marchó a dicho país en 1649 y a los pocos meses falleció, esto sucedió el 1 de febrero de 1650 en Estocolmo. Cabe destacar que Rene Descartes no solamente se dedicó a las matemáticas y a la física, sino también a otras áreas que consideraba importantes, entre ellas, la medicina. Puesto que tenía un ideal parecido al del taoísmo y al budismo zen, en el sentido de que para mantener la mente sana, había que mantener un cuerpo sano y viceversa.

A continuación, pensamientos fundamentales de la filosofía Cartesiana, seguidamente de una reflexión o crítica.

1er Punto:

Al principio de la obra “El discurso del método” y también en las “Meditaciones Metafísicas”, Descartes dice que al salir del colegio La Fleche se encontró con tantas dudas que no había encontrado otra utilidad para todo lo que le habían enseñado, salvo para darse cuenta que se cumplía en él, la famosa frase de Sócrates: “sólo sé que no se nada”.

(Parafraseadamente)

Nota:

Obviamente, esto es una crítica directa al escolasticismo, y si se detalla bien, también muestra cierta rebeldía hacia el carácter o método Aristotélico que hasta entonces había sido empleado por dichas escuelas.

2do Punto:

En su búsqueda por “La Verdad”, trata de deshacerse de todas las opiniones que tenía con respecto a todo. Puesto que la mayor parte del conocimiento, o mejor dicho, del conocimiento que le había sido enseñado, venía a través de los sentidos. Y como él mismo dice “los sentidos nos engañan” y “nunca es sensato confiar en quienes nos han engañado una vez”. Añade a además, que “no podemos distinguir bien entre el sueño y la vigilia”.

(Duda metódica o Escepticismo Cartesiano)

Nota:

Es importante destacar aquí que ese pensamiento (“no podemos distinguir bien entre el sueño y la vigilia”) ha repercutido de forma penetrante e intensa en la filosofía moderna y por lo tanto en el modo de ver y comprender el mundo. Tanto es así, que alcanza un momento cumbre la representación de dicho pensamiento en películas como: “Matrix”, “El vidente” y también en obras literarias como “La metamorfosis” de Franz Kafka, “La noche boca arriba” de Julio Cortázar y también quizás un poco en “El pozo y el péndulo” de Edgar Allan Poe. Por otro lado, importante también es recordar que, el Escepticismo Cartesiano es radical en ese momento, pero sólo provisionalmente, puesto que lo hace con el fin de hallar “La verdad”. Y si se me permite decirlo, no en sentido religioso, podría decirse que durante ese periodo de tiempo, Descartes se vuele agnóstico, puesto que todo verdadero agnóstico, me parece que es pre-gnóstico. Cosa que lo diferencia de Pirrón y de Sexto Empírico.

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