EL HOMBRE SER EN PROYECTO

EL HOMBRE: SER EN PROYECTO

“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.

[1] Antonio Machado.

“Piensa en lo que puedas hacer con lo que hay”.

[2]Ernest Hemingway.

INTRODUCCIÓN

Al hombre se le ha mirado desde diferentes puntos de vista sin que al juntar estas apreciaciones se le pueda enlazar en un todo unificado.

La ciencia, por ejemplo, lo ve como procedencia de la evolución de la materia, en donde ésta de transición en transición, se convirtió en energía ordenada, creadora y transformadora del mundo a través de su máximo exponente: El hombre.

La religión se ocupa del espíritu caído del hombre por una desobediencia a un Dios - Creador y la misión de este hombre es reivindicarse con su Divinidad.

Algunos astrónomos, expositores de la teoría Ovni, aseguran que el hombre es rescoldo del Universo y por lo tanto viajero que llegó por azar de otro mundo.

Por último, dentro de la filosofía, se ha subrayado el quehacer del hombre en todos sus ámbitos como manera única de realizarse tanto como especie (humanidad) o persona (individuo).

Aristóteles sostiene que el hombre es un animal racional, [3]Marx asegura que lo importante es el trabajo. [4]Heidegger y compañía se apoyan en la existencia, [5]Marcuse y otros freudianos se encargan de precisar la cultura occidental a través del complejo de Edipo. En todas estas enumeraciones no hay acuerdo sino más bien contrariedades.

La filosofía tiene de extraño y reconciliable a la vez, que señala como propiedad del hombre su libertad, aunque vive molestando porque éste no utiliza su inteligencia con racionalidad para defenderla y casi siempre se contenta con no dejarse morir de hambre.

Mi pretensión en el siguiente ensayo, es mostrar que la filosofía tiene la razón a partir de la especificación del hombre como ser en proyecto. El análisis que haré tiene por base el siguiente esquema:

Ilustración 1

que me conduce a dilucidar para Ustedes qué son la circunstancia, las posibilidades, la otridad, el mundo. Términos que nos irán clarificando el presente tema señalando de paso la consistencia de éstos con el título, aclaración que haré en el siguiente recorrido:

1. Del proyectil al proyecto.

2. De la circundancia y las circunstancias a las posibilidades.

3. De las posibilidades al proyecto.

4. Proyecto y otridad me van haciendo.

5. Conclusiones.

1. DEL PROYECTIL AL PROYECTO

De entrada se entiende por proyectil cualquier objeto lanzado en cierta dirección con el fin de dar en el blanco. Dirección y sentido son los dos elementos fundamentales del proyectil.

Proyecto en cambio se concreta como una empresa, una intención, pensamiento de hacer algo y en términos antropológicos diríamos que son las perspectivas humanas.

Ilustración 2

Ustedes dirán: ¿qué tienen que ver estos dos términos con el hombre?. ¿a qué viene tanto rodeo?.

Trataré de explicarles: resulta que cuando el hombre nace es lanzado sin más; es decir, el hombre irrumpe en el mundo de manera súbita, espontánea y sobre todo sin tener oportunidad de elegir, protestar o mediar. No es extraño afirmar que entra al mundo en silencio, sin hacer ruido, o al menos mucho ruido aún entre sus familiares.

Cuando el hombre aparece en el mundo no podemos decir que sea un proyectil sencillamente porque no tiene dirección ni sentido. Simplemente es, sin que podamos especificar nada más de su humanidad. El hombre es un ser inacabado que en el transcurso de su vida se va realizando, se va puliendo poco a poco.

2. DE LA CIRCUNDANCIA Y LAS CIRCUNSTANCIAS A LAS POSIBILIDADES

Cuando el hombre aparece dos son los fundamentos de su aparición: la circundancia y las circunstancias. La primera hace referencia a las cosas que se encuentran a mi alrededor. Circum es lo que está al alcance de la vista y de la mano: el entorno. Circundancia es habérmelas con las cosas que tengo a mi alcance; de ahí que no es lo mismo vivir en un pueblo que en una ciudad.

En cambio las circunstancias se refieren al ambiente histórico que le corresponde vivir a cada individuo desde el momento de nacer hasta el momento de morir. Piénsese en las diferencias tan enormes que tuvieron que soportar en materia de transporte nuestros abuelos y padres, con respecto a nosotros, por citar este simple ejemplo. Circunstancia es lo que me pasa y como lo asimilo, es lo que me pertenece en propio. Mi experiencia.

Circundancia y circunstancia son los dos elementos que permiten al hombre ocuparse del mundo - mundificarse -, dicen los filósofos y en la realidad - encuentro cotidiano con las cosas - mirar las posibilidades para desarrollar su proyecto.

La circundancia y las circunstancias abren un abanico de posibilidades económicas, científicas, culturales, afectivas, familiares y la más importante: la espiritual. Entendido que el término espiritual aquí no tiene connotación religiosa sino filosófica, se refiere a la ansiedad que siente el hombre por realizar su ser personal, sentirse equilibrado y en estado de abierto al mundo con el fin de precisar cuál va a ser su vida, que va hacer con ella.

Pero entiéndase una cosa: el hombre tiene posibilidades pero le es imposible abarcarlas todas sencillamente porque ellas tiene mayor amplitud a sus fuerzas y expectativas; así que ha de decidir con cuales se queda y con cuales no con el fin de darle dirección y sentido a su vida; calculando, planeando, accionando una meta que le dice hacia donde va.

Si no decide será una veleta de las circunstancias porque otros estarán decidiendo por él y su entorno se verá manchado de aburrimiento, clausurado, limitado, tanto que lo aprisiona y oprime de tal suerte que le anula perspectivas de vida y por supuesto

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