ENSAYO DE EL ARGUMENTO ONTOLÓGICO PARA DEMOSTRAR LA EXISTENCIA DE DIOS EN LA REALIDAD

EL ARGUMENTO ONTOLÓGICO PARA DEMOSTRAR LA EXISTENCIA DE DIOS EN LA REALIDAD

En “Monologin” ya hizo un ensayo de demostración cosmológica de la existencia de Dios en línea con la doctrina platónica de la participación: parte de la existencia de los seres creados para remontarse al principio creador.

Es en “Proslogin” donde utiliza el argumento ontológico, plenamente lógico, para afirmar lo que el cristiano ya cree. La filosofía greco-árabe ya había tratado esta cuestión desde la vía de la contingencia del mundo o desde el movimiento que precisa la existencia de un motor inmóvil. Filósofos latinos como Cicerón o Agustín adelantan algunos elementos argumentativos.

El argumento ontológico puede esquematizarse:

-Todo hombre tiene en su pensamiento el concepto de Dios, el ser mayor que puede pensarse.

-El i… afirma que Dios solo existe en el pensamiento y no en la realidad.

-Cae en una contradicción lógica ya que si Dios no existe en la realidad podría pensarse otro ser mayor que existiera en el pensamiento y en la realidad. El concepto que el i… tiene en mente de “ser mayor que puede pensarse” sería y no sería “el ser mayor que puede pensarse”, pues habría un ser mayor que es el que existiría en el pensamiento y en la realidad.

-Entonces, “el ser mayor que puede pensarse” para serlo ha de existir como concepto en el pensamiento y en la realidad. Así tendría una existencia real.

-Conclusión: Dios es el ser mayor que puede pensarse, debe existir en la realidad: Dios existe.

Con este argumento y reflexión sobre la relación entre el pensamiento y el máximo concebible, Anselmo formula la ley del máximo. Esta afirma la necesidad de que exista en la realidad fuera del pensamiento aquello que es lo máximo que se puede pensar cuando es pensado. Según la ratio fide o inteligencia de la fe el contenido de la creencia del hombre sensato es que Dios es una cosa tal que nada mayor puede ser pensado. Si comprendes esta definición, estas obligado a afirmar la existencia de su objeto, máximum existente cogitable: Dios.

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