ETICA DE AMADOR

CAPITULO 1

DE QUE VA LA ETICA

En este primer capítulo el autor dice, nos resalta lo que para mí es la responsabilidad o nuestras ganas de mejorar nuestra calidad de vida, y que cada ser humano se encarga de vivir como quiere con los conocimientos necesarios o vivir sin saber nada de ninguna profesión específica, hay que aprender a elegir y aceptar con humildad lo que ignorantes o lo mucho que sabemos, el hombre no puede hacer todo lo que quiera, lo que sí puede hacer es decidir sobre hacer una cosa u otra y al tener que tomar una decisión, se debe tomar con responsabilidad y lo que nos gusta a cada uno de nosotros para poder hacerlo bien.

La sabiduría sobre que está bien y que está mal debe venir con una palabra adicional de bastante determinación ¿que está bien y que está mal para mí? Porque lo que para mí es bueno para otras personas puede resultar malo y por esto somos nosotros quienes debemos tomar las riendas de nuestra vida, somos nosotros quienes debemos decidir que nos conviene y que puede resultar perjudicial para nuestras vidas, a veces lo que es un bien común para la sociedad, lo que resulta de gran valor para la sociedad no necesariamente tiene que ser bueno para nosotros, dejarnos influenciar por una sociedad consumista.

Me parece que en esta idea se basa la eficiente de la vida del ser humano y depende de escoger entre el bien y el mal para llevar una vida balanceada, sin excesos y autónoma. Pero tenemos que saber que hay cosas que están hechas solamente para hacer algo lo cual también puede significar una dificultad o un bien común, pero a partir del ejemplo de las abejas y castores, nos damos cuenta que fácilmente es imposible realizar actividades que están dentro de lo que considero como una posible imaginación o algo parecido.

Los animales no son libres, ellos hacen lo que tienen que hacer porque están programados para hacerlo, un castor y una abeja no cambian de ocupaciones entre ellos, el castor no puede hacer panales, ni la abeja dedicarse a la ingeniería hidráulica como el castor. Es simplemente cuestión de naturaleza y genética.

El autor compara al hombre con algunos animales para decirnos que al menos nosotros podemos inventar y elegir en “parte” nuestra forma de vida, pues los animales no tienen esa libertad, y hacen las cosas por instinto, porque están programados para esa tarea y no lo pueden cambiar. Hubiese sido extraño, pero no imposible, por ejemplo, que el guerrero Héctor hubiese dicho que no quería luchar, a pesar de la educación que había recibido y es por esta facultad de pensar que tiene el hombre, que lo hace actuar de una forma, diferente por las normas, por los valores, por la ética, pero en estos tiempos que la juventud tiene aires de adultez puede terminar acabando por completo con el sentido de moralidad que se nos ha inculcado

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