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El Contrato Social


Enviado por   •  20 de Mayo de 2013  •  2.879 Palabras (12 Páginas)  •  283 Visitas

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Rousseau, en su “Discurso sobre las desigualdades entre los hombres” afirma, que una de las principales causas de las guerras y de muchas muertes es por la propiedad privada. Pero, ¿Cuántos inocentes no pagaron con su vida por una interpretación tergiversada del ideal rousseauniano?

Y es que lo que Rousseau buscó fue totalmente lo opuesto a la materialización del despotismo o del absolutismo; Rousseau, un soñador realista, un romántico ilustrado, lo que buscó fue la fundamentación de la democracia, pero no de cualquier democracia, una pequeña y participativa, ya que esta fue la que él consideró ideal.

La tergiversación de la teoría rousseauniana causó en su momento miles de muertes, y la implementación de un Régimen del Terror; pero con el pasar de los años, esta teoría se fue perfeccionando, hasta convertirse en el pilar de la democracia participativa. Como toda teoría que se intenta llevar a la praxis, se necesitó la implementación del método científico del “ensayo y error” para que pudiese ser perfeccionada; se podría afirmar que en la actualidad se logra apreciar de manera magistral el accionar de la democracia participativa, pero aun esta no se halla perfeccionada.

Pero, ¿Cómo Rousseau logra cimentar esa teoría? Derrumbando así las teorías ya propuestas por sus predecesores, dejando ya por el suelo las teorías de Bodin, Voltaire, Hobbes, Locke, Montesquieu, Maquiavelo, entre otros muchos. Una teoría revolucionaria y osada para su época.

Rousseau, para poder explicar el poder del soberano, parte de una teoría poco novedosa, como lo fue la del Estado Natural; pero con una diferencia, en este estado el hombre era feliz, era un ser solitario, pero, al este hombre querer seguir los designios naturales de la evolución, accede a pactar, pero no cualquier pacto, un pacto caracterizado porque no es entre individuos, o de un superior a un individuo; es un pacto de un individuo hacia la sociedad y viceversa, un pacto del yo al todo y del todo al yo; es un pacto caracterizado por que el individuo no ve un rostro, no es un pacto personalizado, sino un pacto general e impersonal, cuya fuerza vinculante podría decirse que es superior al que se supondría habría en los pactos propuestos por los filósofos anterior a Rousseau; esta fuerza es superior ya que todos los asociados verían en el pacto el reflejo de sus necesidades, las necesidades propias que a todos acongojan.

Pero, pese a que el hombre en la sociedad civil encuentra cierta seguridad, no es feliz ¿Cómo es posible que el hombre en sociedad civil, rodeado de tantos adelantos tecnológicos, de tanta arte, de tanta ciencia, no pueda ser feliz? Al menos, eso es lo que afirma el ginebrino.

El hombre, en esta sociedad se halla rodeado de un sin número de cadenas; nada más cierto que esto. Llámense estas cadenas familia, trabajo, gobierno, leyes, etc. Estos entes, que no le permitirán desenvolverse según las decisiones que él quiera tomar, desde las decisiones más simples hasta las más complicadas.

El hombre para poder vivir en comunidad aceptó enajenar su libertad natural, a cambio de una libertad limitada, como lo es la libertad civil. El hombre debe de aceptar sumisamente los dictámenes de la ley. Pero, estas leyes no son las impuestas por un soberano ajeno al pueblo; estas leyes fueron creadas por el pueblo, el pueblo es el soberano, y los dictámenes del pueblo siempre son buenos, ya que una persona no sería capaz de hacer algo que le perjudicase a sí mismo.

El pueblo ya no es ese ganado que se deja guiar ciegamente por el pastor, el pueblo ya no es un ente sin voz ni voto; el mismo pueblo es el que decidirá lo que es bueno o malo para sí mismo.

Pero, ¿Cómo saber lo que es bueno o lo que es malo?

Ningún ser en la naturaleza opta por realizar una acción que le perjudique, si en algún momento, este ser, realizase alguna acción que la causara algún daño, no lo volvería a hacer, quedaría condicionado a evadir esa forma de accionar, ya que comprendería que esto le perjudica. Todos los seres de la naturaleza, desde los más insignificantes hasta los más imponentes poseen el denominado instinto de auto preservación.

Y el hombre no es la excepción, pero el hombre posee algo más; Rousseau, en uno de sus escritos titulado “La profesión de fe del vicario saboyano”, plantea la tesis de que en el universo existe, una voluntad inteligente superior, la cual se manifiesta en la armonía y concierto de la naturaleza.

Para Rousseau tanta perfección no puede ser producto del azar. Además resalta que dicha voluntad e inteligencia también la encuentra, en menor grado, en el interior del hombre. Esta facultad hace del hombre un ser especial dentro de la naturaleza, un ser con posibilidades superior al resto con los que cohabita en la tierra, ya que lo provee de la capacidad de poder elegir. Esta libertad endógena se manifiesta y toma vida a través de sus decisiones y comportamientos cotidianos.

Esta libertad, tiene sus repercusiones en el accionar diario del hombre en la vida en comunidad; en esta capacidad de poder optar se ennoblece la vida, ya que es gracias a ella que los hombres son susceptibles de moral, y en este sentido, llamados a ser “virtuosos”. El hombre al poder elegir se encuentra ante la posibilidad de elegir bien o mal, de acertar o de errar. Esto solo se da en los seres humanos. Sólo las acciones de los hombres puedan ser juzgadas como “buenas” o “malas”.

Es por esto que la voluntad general es siempre acertada, es la máxima expresión del todo público, que ya el hombre fue enajenado en pro del bien común.

Si bien, la voluntad general no es la manifestación del todo en sentido literal, si lo es de la gran mayoría, la cual se hizo partícipe y su decisión fue la considerada “buena”, pero, y ¿Qué sucede con la minoría? La minoría formó parte de esa toma de decisiones, pero su elección, por no ser la “mejor”, debió ser relegada. Pero lo importante fue la participación de esa minoría, ya que el pueblo debe de manifestarse activamente.

Pero, ¿Por qué se dan las desigualdades? ¿Por qué se da la existencia de ricos y pobres? ¿Si todos los hombres son iguales, y estos solo buscan el bienestar general?

Esto se da cuando los hombres empiezan a acumular más bienes de los que necesita; los hombres no son naturalmente iguales, unos nacen para esclavos y otros para esclavizar, decía Aristóteles; algo que no es cierto para Rousseau, puesto que la desigualdad es un factor artificial creado por la sociedad. Lo que aclara Rousseau es que una vez inventado el poder, la propiedad privada y las

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