El Hombre Light

Ya nada pesa

La máquina ha venido a calentar el estómago del hombre pero ha enfriado su corazón.

Miguel Delibes (1920-2010) Escritor español.

E

l hombre light, un hombre muy informado solo en superficie. Esto lo ah convertido en un hombre frívolo, sin un criterio solido. Su vida pasa tan rápido que a nada le toma la debida importancia esto es lo que crea el hombre light y por consecuente la cultura light. En este ensayo analizare a esa cultura y al homo videns.

Ahora no solo los productos son light, comida light, literatura light. ¿Es posible que el ser humano viva sin más preocupación que satisfacer sus necesidades materiales? La respuesta a esa pregunta es no, sin embargo, hacer las cosas sin el menor esfuerzo es posible, esto es parte de la cultura light.

Sitúan el surgimiento de la cultura light en la década de los ochenta. En ella predomina la producción de diferentes artículos que son fabricados para que duren muy poco y puedan ser remplazados por modelos más avanzados.

La cultura light es la última imagen coherente y razonable de la bondad en nuestros días. Comprar un producto light es elevar una plegaria al cielo, es esperar algo de este mundo, una muestra desesperada de optimismo.

El mundo de las envolturas y las etiquetas quiere imponerse, bajo una lógica de consumo y espectáculo que privilegia, en forma de espiral, el tener para ser y el ser para consumir. En este sentido, la idea de la acumulación es sinónimo de éxito y la de una buena imagen representa la entrada a la sociedad. Estar “in”, desde esta perspectiva, significa una suerte de esclavización ante la mirada del otro, pues se trata de consolidar una sociedad de espejos, más que una de representaciones profundas de lo que sucede en lo económico, político, social y cultural. Y es que en la cultura light, los temas de profundidad no caben, no calzan, no convienen.

Cuando se habla de lo light, la gama de opciones va desde el consumo de productos alimenticios, pasando por la instauración de ciertos patrones de conducta hasta ciertos hábitos que responden a una lógica que no se compromete con nada, no toma postura por nadie y, más bien, trata de mantener un falso equilibrio. Esto se puede comprobar en espacios, donde el mundo de las apariencias legitima -en ciertas esferas- códigos, lenguajes, signos, iconos, moldes y símbolos que resaltan las formas, las maneras y los cascarones; sin embargo estas prácticas son tan frágiles como esas burbujas de agua que suben al cielo en cuestión de segundos y toman cuerpo “aparentemente”, pero que no pueden mantenerse por sí mismas debido a su liviandad, ligereza, banalidad.

¿COMO ES EN LOS ADOLESCENTES? Hay cierta quietud en este grupo humano, no intenta rebelarse, no es combativo, no siente brecha generacional, no discute ideológicamente, no presenta batallas. En lugar de rebeldía hay indiferencia, incomunicación. El adolescente actual aparece menos problematizado de lo que ocurría con las personas de su misma edad hace algún tiempo atrás.

Hedonismo y permisividad Las dos características más peculiares de este cambio son el hedonismo y la permisividad, entrelazados ambos por el materialismo. Hedonismo. El hedonismo significa que la ley máxima de comportamiento es el placer por encima de todo, cueste lo que cueste, así como ir alcanzando progresivamente niveles más altos de bienestar.

El relativismo es hijo natural de la permisividad, un mecanismo de defensa. El relativismo es otro nuevo código ético. El análisis de la moralidad de cualquier situación puede ser positivo o negativo; no hay nada absoluto, nada totalmente bueno ni malo .

La televisión ah influido en gran medida en todo esto, las personas con pocos recursos mentales quedan atrapados en sus redes, la televisión cumple la ley del mínimo esfuerzo basta solo con oprimir un botón y ser bombardeado

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