El PRINCIPE

EL PRÍNCIPE. CAPÍTULO I-VI

REPÚBLICAS Y PRINCIPADOS.

Las distintas formas de gobernación sobre los hombres son repúblicas o principados; nuevos o hereditarios. En los principados hereditarios el poder se cede. Pero también pueden adquirirse por la guerra o por suerte; y son principados nuevos.

INTERÉS PRINCIPAL.

Según el juicio y la opinión del señor Nicolás Maquiavelo el tema principal que abordaremos será sobre la soberanía de los principados, gobernar y conservar.

COSTUMBRES

Un principado hereditario se mantiene sin alterar su orden. Y si de alguna manera es usurpado, se logra reconquistar fácilmente esperando el primer error de quien lo usurpo.

COMO UN CICLO

El príncipe hereditario se mantiene en el poder con facilidad, pues si su dinastía no ha generado rencores en el pasado no hay razones para retirarlo. La naturaleza del heredero es ser legítimo, y no tiene necesidad de deshonrar.

PRINCIPADOS NUEVOS HEREDADOS.

También existen príncipes que son agregados a un estado, llamado principado mixto, pues también es nuevo. La invasión de un principado atrae consigo problemas con los súbditos, pues a los nuevos debes mantenerlos a raya, y a quienes te ayudaron a conseguirlo no puedes mantenerlos como amigos; pues es un alto costo satisfacerlos, pero no se deben agredir del todo.

CONTRA LA REBELDÍA.

Un territorio rebelde es difícil de conquistar, puesto que el príncipe actúa con mayor imprudencia en sus acciones. Y así, el rencor crece más, creando a más en su contra que consigo perdiendo el principado.

QUE SEA LO MISMO, PERO NO IGUAL.

Para agregar un nuevo principado a uno más antiguo, basta con mantener las costumbres de los antiguos príncipes y comodidades de los habitantes; aunque existan algunas diferencias entre territorio agregado y antiguo. Para asegurarlo, se elimina a todos los herederos.

LA EFICACIA EN LA MUDANZA.

Cuando realmente existen diferencias como idioma, costumbres y organización entre el territorio que se quiere agregar y el antiguo principado, se deben dominar desde la tierra anhelada. Pues así las personas prestan mayor seriedad al príncipe, con mayor eficacia resuelve los problemas que se presentan allí, y los súbditos se acercan más a él.

TROPAS O COLONIAS.

De otra manera se mantienen mandando tropas o colonias al nuevo principado, esto para garantizar su conservación metiendo miedo a la gente de una u otra forma. A las tropas se les teme y respeta, y el trabajo de las colonias es despojar a algunos habitantes como prueba de lo que les puede pasar si se rebelan. De los despojados no resulta ninguna amenaza debido a sus carencias.

PARA SOMETER A LOS HOMBRES.

A los hombres les debes imponer tu respeto, o se eliminan. Se debe ser firme con las acciones para someterlos, es decir se insultan gravemente de tal forma que no puedan vengarse.

INUTILIDAD DE LO ÚTIL.

La ocupación militar en un nuevo territorio puede resultar no tanto inútil, pues en ello se emplea una proporción de lo que gasta el Estado. Resultando contraproducente. Puede generar incomodidades para todos, así como rivalidades que resultan ser peligrosas. Las colonias son de mayor eficacia.

EL EXTRANJERO.

Una hombre con semejante poderío al príncipe es peligroso. Es prudente no tener competencia siendo un príncipe, todos los hombres deben verse inferiores. Y más peligrosos son los hombres extranjeros y poderosos, pues a él se adhieren los inconformes del gobierno con facilidad. Incluso los aliados no deben mostrarse más poderosos que el príncipe, y de ser así se usa como medio las armas para mostrarse superior.

TIEMPO Y ESPACIO.

En general, un principado adquirido debe establecer colonias o vivir ahí sin alterar el orden anterior, eliminar a los poderosos, respetar a los inferiores, someter a los súbditos, y no permitir la interferencia de los extranjeros. Así mismo, la importancia de actuar rápidamente ante los problemas es necesaria, ya que probablemente después sea muy tarde. No solo pensar en los problemas del presente, sino también en los futuros y resolverlos.

PARA PROVECHO AJENO.

Los romanos actuaron con prudencia al hacerse cargo de los problemas que se presentaron a tiempo, hicieron la guerra por interés y no por imprudentes, pues confiaban en su astucia.

LUIS.

Luis al dominar mucho tiempo Italia, tomaremos como ejemplo sus acciones como prueba de lo que no se debe hacer.

Al rey Luis le cedieron un territorio para mantenerlo conquistado, pero este obro de la manera incorrecta en que un príncipe debe

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