El TrABAJO PRODCUTOR DE VALOR

El trabajo productor de valor

Marx toma de Ricardo la teoría del valor-trabajo y aplica algunas correcciones críticas importantes a su formulación. La corrección más importante, que se extiende a lo largo de toda la discusión de Marx, es la ubicación de la teoría del valor-trabajo en el ámbito de la producción total de mercancías ( o del ejemplar medio de mercancía), y no, como lo expresó Ricardo, en cada mercancía paticular. Marx también refina la teoría del valor-trabajo analizando cuidadosamente el concepto de trabajo que se requiere para que esta teoría sea consistente. Sus correcciones críticas respecto al concepto del trabajo se pueden resumir de la siguiente manera: el trabajo que produce valor es abstracto antes que concreto, simple antes que compuesto, social antes que privado y necesario antes que desperdiciado.

La más difícil de estas ideas es el concepto del trabajo abstracto. Marx señala que siempre que vemos a alquien trabajar lo vemos realizando una tarea específica como parte de algún proceso específico de producción. Vemos a alaquien hilando o tejiendo una tela o capturando datos o fundiendo hierro.

Todas estas actividades de trabajo son trabajos concretos, dirigidos hacia la producción de un valor de uso particular. Pero replica Marx, resultaría extraño decir que el trabajo de tejer o el trabajo de procesar datos es el trabajo que produce valor, porque si observamos toda una sociedad productora de mercancías veremos que cado uno de los tipos de trabajo conreto agrega valor a su producto. Marx sostiene, entonces, que en una sociedad productora de mercancías lo que produce valor es el trabajo en general, o el trabajo abstracto. Otra forma de comprender este punto es considerar que en una sociedad productora de mercancías todos los tipos de trabajo concreto tienen la capacidad de producir valor. Cuando abstraemos de las peculiaridades concretas de los tipos específicos de trabajo, nos quedamos con la naturaleza común de producción de valor.

Marx reconoce, al igual que Ricardo, que los individuos difieren en su capacidad de producir valor. Que estas diferencias sean innatas, o resulten del hecho de que distintas personas hayan alcanzado diferentes etapas de desarrollo en su fuerza productiva debido a las diversas experiencias vividas, no resulta particularmente importante en este contexto. Una hora de trabajo de una persona puede producir más valor que una hora de otra. Para dar cabida a este fenómeno dentro del marco de la teoría del valor-trabajo, tanto Marx como Ricardo proponen medir el tiempo de trabajo en términos de una unidad básica, a la que Marx denomina trabajo simple: la cantidad de trabajo invertido en una hora por aquellos trabajadores que no tienen ninguna ventaja particular de habilidad o experiencia en producción. Marx considera el trabajo de los trabajadores más hábiles o con mayor experiencia, que produce más valor por hora, como un múltiplo del trabajo simple.

Parte del trabajo se consume en forma privada en una sociedad productora de mercancías. Este trabajo produce valores de uso igual que el trabajo que se invierte en producir mercancías, y estos valores de uso pueden ser bastante esenciales para la reproducción de la sociedad (pensemos, en particular, en el trabajo doméstico del cuidado de la casa y de los hijos). Pero debido a que los productos de este trabajo privado no se intercambian en el mercado, no son mercancías y no tienen el valor en sentido técnico. Así pues, el trabajo invertido en forma privada no produce valor y no entre directamente en la compleja división social del trabajo fundamentada por el intercambio de mercancías.

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