El Vinculo

VÍNCULO

Al hablar de vínculo nos referimos a una estructura de relación en la que interactúan dialécticamente dos sujetos, es decir, se juega una interacción dinámica reciproca entre los dos polos de esa relación.

Si comunicarse significa lograr una mutua representación interna del otro y el otro provoca un ajuste de mi conducta a la conducta del otro, entonces estamos también desde el vínculo en un proceso de aprendizaje.

El vínculo posibilita esta comunicación y aprendizaje y opera como un vehículo hacia estos vectores del cono invertido.

Es a partir de la experiencia personal de relación de un sujeto con otros objetos, como este sujeto va a inscribirse en un nuevo vínculo.

Ante cada encuentro, contacto o acercamiento corporal con el otro se despierta en nosotros, una actitud de acercamiento (aceptación) o de alejamiento (rechazos) que pauta el inicio de desarrollo de vínculo.

El vínculo es omnipresente y siempre determinado social e históricamente es decir, por un lado lo encontramos como el sostén de nuestra experiencia, ya que no hay experiencia fuera de grupo o vínculo y, por otro lado, tiene una cara social específica en tanto que nuestro contexto esta entretejido de vínculos y de relaciones sociales y nuestro contacto se da siempre en y con un mundo social.

Al inicio de cualquier grupo lo que se ve es una necesidad de interacción y una búsqueda de lo semejante, pero al mismo tiempo aparece también en forma inmediata un temor a la indiscriminación donde lo individual se recorta como contradictorio con lo grupal.

Ante el aprendizaje, concebido como cambio de conducta, no sólo está el displacer y la confrontación con los miedos básicos, sino también la posibilidad de creación ante el cambio y de crecimiento como sujetos. Argumentamos como: “actúo así porque así soy y ya ni modo”, nos parece que funcionan como una mascara y como una defensa intelectualizada para no cambiar ni modificar conductas.

Existen también algunas patologías donde el sujeto establece realmente vínculos con los objetos. Sería el caso de la esquizofrenia en la que el sujeto está disociado, pero sostiene un diálogo interno con partes suyas que aparecen con vida propia y que, desde ahí, implican una relación de objeto.

Los vínculos son una realidad e inevitablemente existen. Los grupos son en este contexto, espacios de reflexión sobre los vínculos que permiten generar nuevas actitudes así como desarrollar aptitudes.

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