El alma de la masa

Autoras: Katherine Peña Chavarro, Eimy Mariana Quiñonez Gonzalez y Lizeth Dayana Cubillos C.

Nombre obra: El alma de la masa.

Asignatura: Psicoanálisis.

Nuestra muestra artística consiste en una maqueta que aborda el concepto propuesto por Le Bon con respecto a las psicología de las masas  por lo tanto debemos entender principalmente el concepto; este la define como un ente provisional que consta de elementos heterogéneos, estos unidos entre sí durante un cierto lapso tal como las células de un organismo, forman mediante su unión, un ser que muestra propiedades muy diferentes que sus células aisladas (Freud, 1920 -22). Aquí los individuos que inicialmente son considerados como diversos, que presentaban pensamientos, carácter e inteligencia de forma singular, al hallarse inmerso en una masa desarrollan un alma colectiva en la cual sienten, actúan y piensan de manera enteramente distinta de como sentiría, actuaria y pensaría cada uno de ellos aislados.

Los reyes y las manos que señalan, simbolizan los conductores o líderes que impulsan dicha masa caracterizándose por ser un poder misterioso, irresistible, que según Le Bon denomina «prestigio» sobre la masa que paraliza la capacidad de crítica, llenándolos de asombro y respeto, como provocando un sentimiento semejante al de la fascinación en la hipnosis en el que los individuos de la masa sienten una ligazón libidinosa que es recíproca. Este prestigio puede representarse de diferentes maneras, ya que puede ser adquirido o artificial como la riqueza y el poder social o personal que es cuando el sujeto se convierte en conductor, y hace que todos le obedezcan como por obra de un ensalmo magnético, sin embargo, todo prestigio depende también del éxito, y se pierde por el fracaso.

En la masa, opina Le Bon, desaparecen las adquisiciones de los individuos y, por tanto, su peculiaridad, pues aflora el inconsciente racial y lo heterogéneo se hunde en lo homogéneo, es decir, que la superestructura psíquica desarrollada tan diversamente en los distintos individuos es desmontada, despotenciada y se pone al desnudo, donde el inconsciente se vuelve operante y uniforme en todos ellos; en la masa el individuo es un bárbaro, una criatura que actúa por instinto, posee la espontaneidad, la violencia, el salvajismo y agregado a ello, el entusiasmo y el heroísmo de los seres primitivos, porque adquiere un sentimiento de poder invencible que le permite entregarse a instintos que, de estar solo, habría sujetado forzosamente.

Y de esta manera aparece el contagio que hace que en las masas se exteriorizan  rasgos especiales y al mismo tiempo marca la orientación de estos, es un fenómeno de índole hipnótica y nos expresa que en la multitud, todo sentimiento y todo acto son contagiosos, y en grado tan alto que el individuo sacrifica muy fácilmente su interés personal al interés colectivo, llegando a la sugestionabilidad donde los individuos de la masa determinan particulares propiedades muy opuestas a las del individuo aislado, es decir, la personalidad consciente desaparece por completo, la voluntad y el discernimiento quedan abolidos, los sentimientos y pensamientos se orientan en la dirección que les imprime el hipnotizador, borrándose como sujetos.            

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