El problema de la libertad

El problema de la libertad:

Cinco problemas que todo docente debería pensar

Muchos dirán que la libertad no tendría que ser ningún problema, si nos declaramos libres de la colonia en 1816 o porque vivimos en democracia, por lo tanto tenemos libertad de opinión, de decisión, entre otros, o porque “hago lo que yo quiero”, pero si lo pensamos más en profundidad veremos que tenemos muchas alternativas de pensamientos que pueden llegar a hacerte sentir un caos en tu interior hasta el punto de decir “no entiendo nada al final”; en parte la gran cuestión está en sus consecuencias, porque la libertad se practica tomando decisiones, esas decisiones tienen sus consecuencias, favorables o desfavorables, dependiendo de la sociedad en que uno vive (tiempo-espacio) o como nos dice Bentham que hay un poder controlador visible, pero que actualmente existe un poder de control de los individuos más sutil y no tanto de disciplinamiento como nos dice Foucault, entonces la cuestión está en encontrarle la vuelta, conocer los distintos argumentos para poder reflexionar y argumentar hasta adherir o rechazar distintas posturas y hasta encontrar una que más se adecue a nuestro criterio de libertad. Haciendo un mínimo repaso, nos enfrentaremos con tres posturas: aquella que considera que somos absolutamente libres (Sartre), aquella que considera que no somos libres (Determinismo) y aquella que dice que es posible construirla, punto al cual mas adhiero, es decir, es un trabajo que uno mismo tiene que hacer (si quiere o no) a partir de una crítica ontológica. En fin, es necesario reconocer un margen de libertad y también reconocer una contracara de esa libertad que es la responsabilidad de nuestros actos.

Teniendo en cuenta esta libertad compleja, hay ciertos problemas a los que nos deberemos enfrentar como docentes y debemos tener en cuenta, los plasmaré a continuación en forma de preguntas:

• ¿Cómo educar para la autonomía? Una opción sería crear situaciones didácticas para que tengan que decidir y responder por esas decisiones.

• En la relación practica-pedagógica como docente ¿será una pedagogía libertadora o domesticadora? ¿O buscare el medio justo, como dice Aristóteles, de que cualquier cosa está bien o mal siempre y cuando no sea en exceso? Eso significa que ¿el alumno esta posibilitado o imposibilitado para ejercer su poder, la crítica social, hablar y sentirse responsables de lo que dice? Creo que es de gran importancia hacer que los estudiantes adopten un papel activo dentro del aula, como críticos de los modelos educativos, de sus docentes, de los problemas y de las soluciones sociales. Parece difícil, pero es una tarea que se debe implementar urgentemente. Primero hacer que empiecen a reflexionar, después a participar y finalmente a proponer soluciones a nuestros grandes dilemas sociales.

• ¿Mirar la educación como reproductora del orden social o transformadora? ¿La educación como controladora del cuerpo? Si bien la escuela es producto de esa estructura social (panóptico: arquitectura hecha para ver nuestro movimiento y posicionamiento, donde los dóciles pierden su individualidad a cambio de recompensas y los pocos libres pierden seguridad y visibilidad social) que auto reproduce pensamientos, hábitos, conductas en sus estudiantes para que esa sociedad permanezca inmóvil y legitime las condiciones establecidas, esta situación puede cambiar desde las practicas pedagógicas que dé el docente.

• El conocimiento que le ofrecemos o proponemos es una selección del curriculum, entonces ¿Qué posicionamiento tomaremos a la hora de decirle a los estudiantes que deben saber y que no? ¿Qué es lo que los estudiantes necesitan saber y que es lo que necesitan para estar capacitados al enfrentarse a diferentes ámbitos de la vida?

• ¿Voy a construir sujetos, voy a ayudar a mirarse, a pensarse, a ser sujetos críticos

...