El ser es
rocciobasurtoEnsayo20 de Junio de 2016
1.058 Palabras (5 Páginas)243 Visitas
[pic 1]
A mí parecer la lectura es poco confuso en general. Al finalizar la lectura es justo donde se da una solución un poco más concisa de la pregunta inicial. Ya que, desde luego, en el transcurso de la lectura se filosofan distintos argumentos acerca de sí el ser es ó no es.
Comenzando la lectura también se da una respuesta más breve a ello. Se menciona el solo hecho de hacerse una pregunta da una definición de la incierto, ya que al hacernos una pregunta se cuestiona algo a lo que solemos nombrar, y por consiguiente si ya lo hemos nombrado, ya lo hemos identificado, he aquí una pista o camino hacia la solución. Debido entonces, para preguntar es preciso saber algo. En la pregunta “¿por qué hay ser?”, no se da alguna previa solución, pues el termino ser, dado en ella, no tiene frontera alguna atraviesa fronteras que permiten distinguir un ente de otro, en otros términos, abarca todo más allá de lo que somos. Primero que nada, en base a lo anterior, para podernos preguntar “¿por qué hay ser?” es necesario averiguar ¿qué es el ser?; pues como preguntar acerca de algo que no identificamos. Si la lectura es concreta, Aristóteles mismo nombra a tal cuestión una gigantomaquia debido a que en la era medieval fueron tantos los intentos por resolver esta duda que se crea múltiples sinónimos del término ser, todas igual de indefinibles. A mi parecer, esta dificultad muestra que es tan solo una pregunta insoluble, la más insoluble. Se formula, sin embargo, al buscar en un término dado una definición valida se nos va de las manos y no nos pone en camino alguno.
Con respecto a Heidegger, donde este advierte semejanza con ser y tiempo, donde arranca del significado vago de ser en cualquier enunciado, sin embargo esta posición entraña dificultades si se intenta precisar el significado pues varía en cada enunciado. Este preconcepto parece ser un buen punto de partida si no que razona a fondo. El valor del ser esta en función del tipo de ente del que se afirma o se niega. Sin embargo no parece llevarnos a ningún sitio si éste apunta en un infinito de direcciones y no solo en una. A tal argumento la pregunta inicial sigue totalmente indefinida.
Por otra parte si dejamos a un lado buscar una correcta formulación a ello, o manejamos como la máxima incertidumbre humana conocida, entonces todo parece más claro. Si la analizamos desde el punto de vista más asombroso posible podemos decir que frente a la nada, también indefinible, nos acercamos a algún especie de camino, quizás no para llegar a una solución, pero si para seguir caminando. Entonces ¿habrá ser o todo será una fantasmagoría?, parece un asunto demencial planteado de esa forma, aunque no tanto visto desde el punto de vista en que René Descartes en la primera de sus Meditaciones Metafísicas, en la cual aclara, para evitar ser tachado como loco, que simplemente no encuentra una respuesta clara a la realidad o vigilia y el sueño. En “El discurso del método” dice que no puede continuar con sus acciones mientras su razón lo obliga a mantenerse en sus juicios. También admite que lo real es real pero solo exteriormente, aún así, teniendo muy en claro lo anterior, no aleja la posibilidad de vivir en un mundo fantasmagórico.
Para analizar la postura filosófica de Descartes es necesario indagar más acerca de su argumento. Descartes duda de la existencia de la frontera entre vigilia y sueño, debido a que la intensidad de la vivencia onírica, o sea, soñar, puede a veces ser más grande y superar a la experiencia vigil, o sea el estar despierto, puesto que cuando uno sueña, principalmente pesadillas, uno cree que lo que ocurre es y, sin embargo, los entes oníricos no tienen un correlato real. Ocurre de forma similar cuando uno emprende un viaje a través de narcóticos; en medio de una lectura de una novela, frente al televisor, o frente a una pantalla de cine. En todos ellos se acede a una dimensión que puede parecer tan persuasiva como la realidad misma, sumergiéndonos en la idea de que nos encontramos en un mundo real. Entonces, ¿en qué se diferencian este mundo y aquel? La lectura menciona que en aquel mundo el tiempo y el espacio son elásticos y las relaciones dadas con ilógicas y carecen de consecuencias, mientras que en este mundo ocurre lo contrario, sin embargo analizando más a fondo, concuerdo totalmente donde se menciona que, en éste mundo ocurre lo mismo. Claramente no siempre estamos sometidos al tiempo y espacio rígidos de la física, si no que vivimos en la elasticidad del tiempo y del espacio psicológicos, de acuerdo con la percepción propia de cada quien, por ejemplo; en tiempo, los minutos de aburrimiento suelen correr más lento que aquellos de diversión; o el en cuestión de distancia, parecen ser kilómetros la distancia que se recorre cuando se está perdido, a la distancia que se recorre cuando se conoce el camino; en la lógica podemos decir que si se registrarán los días de nuestra vida uno a unos habría ocasiones en la que no se llevará un orden alguno de rutina; y, por último, las consecuencias tampoco responden en toda ocasión. Por lo tanto la discusión de la existencia de la frontera entre el sueño y la vigilia se anula, se vuelve mas contundente la teoría de Descartes. Finalizando la “Primera meditación”, Descartes estaba convencido de que todo era sueño, sin embargo entre la primera y la segunda meditación encontró su respuesta más claramente en el agnosticismo, donde la vedad, esta vez obtenida de la duda metódica, se encuentra en que no se distingue lo soñado de lo experimentado en la vigilia; la realidad no es real; lo que es no es.
...