El valor de la formación de la identidad y el compromiso del docente

“El valor de la formación de la identidad y el compromiso del docente”

“Si amas lo que haces, no volverás a trabajar”,

Estas sabías palabras, que aluden a un antiguo proverbio chino, destacan la importancia de la identidad profesional y el compromiso que ésta suscita durante el ejercicio de toda labor docente.

Honorables miembros del jurado, distinguidos maestros y alumnos que nos acompañan; tengan ustedes el mejor de los días. Mi nombre es: Gloria Cecilia Olvera Salazar, curso el 8° semestre de la licenciatura en educación primaria y el tema que hoy abordaré es “El valor de la formación de la identidad y el compromiso del docente”

Hacia finales del siglo XIX, con la fundación de las primeras escuelas normales, surgió la necesidad de formar profesores de educación elemental quienes contribuirían a la unificación de la instrucción pública, fortaleciendo el carácter nacionalista, científico y libre del naciente sistema educativo.

Para cumplir esta tarea fue entonces necesario incorporar mujeres y hombres dispuestos a enseñar a quienes no sabían leer y escribir. Los retos que estos nuevos maestros enfrentaron contribuyeron decisivamente a la expansión del servicio educativo y a la formulación de principios y estrategias para la educación pública que aún ahora son vigentes. Fue precisamente gracias a su trabajo que la educación normal adquirió una nueva identidad expresada en los programas de estudio, cuyo rasgo principal, fue la formación de educadores que llevaban en sus manos el compromiso de mejorar la sociedad en que vivían.

Hoy en día podemos constatarlo a través de los documentos recepcionales presentes en la biblioteca y el archivo histórico de nuestra alma mater.

Han pasado más de ciento treinta años, desde la fundación de la primera Escuela Normal del país y hoy en día la formación de la identidad y el compromiso docente continúa siendo una prioridad de las Escuelas Normales, plasmado en la visión de nuestra querida casa de estudios, impresa en los rasgos del perfil de egreso, así como en el mapa curricular, influyendo notablemente en los criterios y orientaciones para la organización de las actividades académicas.

A mediados del mes de diciembre de l945 el proyecto de creación de la escuela normal había merecido aprobación unánime y que desde ese momento se ponían en marcha las actividades para establecer esta escuela normal que llevaría por nombre Profr. Serafín Peña (adoptando el lema del normalismo estatal LUX PAX VIS,

El contexto físico-académico en el cual surgió tanto la organización como el funcionamiento de la Escuela Normal Profr. Serafín Peña fue de dificultad y heterogeneidad peculiar, estas dificultades no amedrentaron el espíritu de superación de docentes y alumnos

El trabajo

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