Compromiso Docente

Debo mencionar primeramente que, mi labor docente la vengo realizando por vocación, puesto que desde que cursaba la educación secundaria, recuerdo que siempre me decía a mí mismo: ¡Yo quiero ser maestro! ¿Por qué? Por qué Maestro es aquel que con su trabajo transforma a todo aquel que desea aprender de lo que recibe , realmente me apasionaba cuando algún profesor me indicaba la exposición de alguna clase, de igual manera en la educación preparatoria, en la que hoy en día me he venido desenvolviendo como docente frente a grupo.

Me siento muy satisfecho y complacido de saber que, es en mi servicio docente donde se está viendo muy fuertemente la reforma que desde hace varios años se tenía como un proyecto meramente de escritorio. Me siento muy complacido de saber que he de ser parte de este maravilloso proyecto que además de ser una mejora continua en cuanto hace a la educación, es más bien un peldaño más en la escalera que va en busca de la calidad social, no sólo educativa; hago énfasis en que vamos en búsqueda de la calidad social, porque con esta reforma, los jóvenes egresarán preparados para hacer frente a la vida en todos los ámbitos, es decir, si por algún motivo no cuenta con el apoyo y/o los recursos para continuar con una carrera profesional, pueda éste, dedicarse a alguna labor donde obtenga el sustento para sí y apoyar de igual manera en lo necesario para el hogar.

No estoy afirmando que al egresar de la educación media superior, el joven será un “todólogo”, más bien, tendrá la capacidad visionaria de no decir “no” a los retos que deba enfrentar, sabiendo que todo lo que él realice o deje de hacer tendrá consecuencias inherentes a sus decisiones.

Por lo mencionado, considero que mi labor docente es de suma importancia, ya que no soy sólo un “maestro” como se decía anteriormente de forma despectiva, esto, toda vez que se emitía alguna reprimenda a algún estudiante de bajo coeficiente intelectual, donde se le decía: “tú no servirás más que para maestro”. Es decir, la palabra maestro popularmente significaba, aquel que no tiene autonomía, ya que todo lo que hablan en la escuela está plasmado en los famosísimos “libros del maestro”, por lo que, infiero fehacientemente que con esta reforma, nosotros los formadores sociales influiremos muy fuertemente en la conciencia de cada estudiante, esto, porque sin ninguna duda, fomentaremos en ellos las habilidades que le permitirán un crecimiento que lo lleve a la cumbre de la pirámide mencionada por Maslow.

Mi labor docente ha de ser muy favorable en beneficio de esta reforma, puesto que los estudiantes se desarrollarán en plenitud, primeramente mirando este nivel educativo en dos rubros, en primer término, han de considerar este nivel académico como una institución formadora de ciudadanos capaces de ser autosuficientes; asimismo, en otro ámbito, el egresado de secundaria, ha de considerar la preparatoria como una extensión de su hogar, ya que en el aula, he de fomentar que haya ese compañerismo solidario. Seguro estoy que en mi servicio docente en función de la presente reforma educativa, he de ser un ejemplar predicador, es decir, como maestro no me considero un empleado al servicio de la educación, porque esto me haría pensar que es mi trabajo, más bien lo que quiero dejar muy en claro, es que ser maestro no es mi trabajo, sino que es lo que soy, es mi formación, es mi personalidad.

Este pensamiento es el que me lleva a la conclusión de que mi labor docente será muy influyente en los estudiantes de la educación media superior reformada. Digo esto porque tengo la firme convicción de que mi servicio es por vocación, por lo que reitero la emoción que experimento al saber que soy parte de la generación que ha de ver consumado el esfuerzo de tantos años de lucha en pro de reformas planteadas con la intención de lograr lo inimaginable,

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