Elementos científicos de la antigüedad

«ELEMENTOS CIENTÍFICOS DE LA ANTIGÜEDAD»

Se ha visto que el origen del pensamiento y del conocimiento científico se dio principal-mente en Grecia, pero en las culturas babilónicas y egipcias a su vez se dieron también algu-nos avances con todo lo que tiene que ver con medidas. Sin embargo, fueron los jonios los que por primera vez hicieron ciencia.

También, en la antigüedad la ciencia y la filosofía caminaban juntas, y se encontraban en duda muchos de los fragmentos científicos, que muchas veces parecían reflexiones filosófi-cas. Por ejemplo, la búsqueda de lo constitutivo de la materia con los milesios, no soluciona-ron nada, pero sirvieron de hilo conductor para las determinaciones hechas más tarde, en la modernidad.

Se puede destacar el influjo de personas como Arquímedes, como primer científico reco-nocido; los pitagóricos, con grandes avances en la ciencia matemática, sirviéndose de ella para el estudio de la naturaleza; algunos otros que calcularon el tamaño de la Tierra, su grado de inclinación, la teoría Geocéntrica, entre otras muchas cosas con base matemática, la dis-tancia entre el Sol y la Tierra y la Luna a la misma con métodos similares.

Por otra parte «la física de Aristóteles fue de gran utilidad en la época Medieval y sus avances, incluso sus errores llevaron a la formulación de nuevas ideas ya a principio de 1600» .

Cabe decir que cuando el Impero romano estuvo en su apogeo el conocimiento científico no tuvo grandes avances, pero a raíz de su declive entraron a suplantar otras culturas donde los árabes desarrollando la herencia griega, sirvieron de puente entre la Antigüedad y la Mo-dernidad por su influjo en los descubrimientos y estudios de carácter científico. Tradujeron textos, realizaron trabajos en la alquimia; la medicina y la física también fueron cultivadas por ellos, y en los ámbitos de la filosofía y la teología, inclusive.

La cultura Europea cristiana renació hacia los siglos IX y X aproximadamente donde al-gunas escuelas resultaron ya ineficientes y dieron paso al origen de nuevas Universidades como Oxford, París, Cambridge, Bolonia, entre otras; que en los estudios medievales univer-sitarios sobresalía la teología. A la vez, la síntesis escolástica de San Alberto y Santo Tomás ocupaba un lugar central en la idea de un mundo racional e inteligible.

Por su parte, Santo Tomás, en sus obras, nos muestra argumentos sustanciosos en fin y relación al conocimiento científico y la luz de la fe iluminada por la razón.

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