En que creen los que no creen.

Umberto Eco inicia la correspondencia dirigiéndose respetuosamente por su nombre, y no por el título de Cardenal, a Carlo María Martini. Haciendo referencia a la costumbre francesa de dirigirse por su nombre a las personas cuyo “nombre” sólo, dice más que su título, es decir personas que se han hecho un nombre independientemente de su título universitario, jerárquico, político etc. Eco recuerda que se trata de “un intercambio de reflexiones entre hombres libres” (p. 14),

Pareciera ser que para Eco los creyentes, confiando en la parusía de Cristo, pueden tener la tendencia de no comprometerse en el tiempo histórico ya que ellos confían en otra dimensión de lo humano. De allí la pregunta principal que él dirige al Cardenal Martini. ¿Puede haber una esperanza común frente al fin del mundo entre creyentes y no creyentes?

Antes de responder a la pregunta lanzada por Umberto Eco, el cardenal Martini agradece al filósofo su deseo de buscar una reflexión entre hombres libres. El debate entre los dos pensadores gira en torno a la idea de historia ¿Qué es la historia y cuando termina? Eco la ve como un movimiento interno que se desarrolla en el tiempo, Martini como un plan de salvación que trasciende la inmanencia de este mundo, por lo tanto él afirma: “la historia ha sido vista siempre más claramente como un camino hacía una meta fuera de ésta, que no inmanente a ella.” (p. 27).

Con respecto a la pregunta planteado por Eco de que si puede haber una “noción” común de esperanza entre creyentes y no creyentes, Martini responde que es difícil encontrar una noción o concepto común para ambos grupos humanos. Pero que sin embargo sin darle el mismo nombre a la acción realizada, en la práctica algunos creyentes y no creyentes se comprometen en el presente para preparar un mejor futuro, y esto es signo de esperanza.

En su segunda carta al Cardenal Martini, Umberto Eco aborda el tema del aborto, aclarando 2 posturas personales. Él personalmente se opone al aborto pero siente que no puede imponer su postura ética a las mujeres que quieren abortar, ya sea por situaciones personales terribles, o por no ser parte de su proyecto de vida, y que él no pide al Cardenal expresar su parecer o remitirse al magisterio de la Iglesia, sino más bien comentar algunas reflexiones que le va a proponer. El tema principal que aborda Eco es ¿Cuándo empieza la vida humana? Hace esta pregunta es porque afirma que todavía no existe un consenso con respecto a este tema. La pregunta en este caso es saber en qué etapa del embarazo tiene lugar esta “humanización” definitiva. ¿Hasta qué momento se puede intervenir para interrumpir un nacimiento y a partir de qué momento es ilícito hacerlo? O bien este tema no puede ser aclarado, o intervenir es una decisión que debe tomar la madre respondiendo ante el tribunal de su propia conciencia, de la humanidad.

...