Ensayo de filosofía. Auguste Comte y el positivismo
anarkia7795Ensayo8 de Noviembre de 2015
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FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA DE DERECHO
ESTUDIANTE
Luzdimar Rojas Vasquez
DOCENTE
Cesar Bravo
Tema
Augusto Comte
Ciclo Académico: 2014-II
Ciclo de Estudios: II
Chiclayo, 10 de noviembre de 2014
Índice
1.-Introducción
2.- Auguste Comte y el positivismo
2.1 Vida y obras
2.3 Filosofía positiva
3. Influencia de los estadios en el positivismo
3.1 El estado teológico o ficticio
3.2 El estado metafísico abstracto
3.3 El estado científico o positivo
4. Comte reformando la sociedad
4.1 Influencias de los estadios en el ámbito internación y nacional
4.2 Critica a Augusto Comte
1.-Introducción
El presente trabajo, tiene como objetivo dar a conocer de qué manera Augusto Comte influyo en el positivismo; y explicar como se lleva acabo el surgimiento de su filosofía; Comte resume bien, a través de su Ley de los Tres Estadios, marcando así el comienzo de la Historicidad del Conocimiento Humano. Además explica Comte el primer paso que hay que dar para reformar la sociedad se refiere a la reforma del saber y del método científico que tiene la sociedad que se quiere reformar. Su idea es que una sociedad es definida por el grado de desarrollo intelectual que tiene; por eso la reforma de la sociedad debe comenzar por la del nivel intelectual.
AUGUSTO COMTE
2.- Auguste Comte y el positivismo
Cruz Prados, A.; nos menciona que “el racionalismo y el empirismo se desarrollan en el ámbito germánico, a partir de Kant, con el idealismo y la posterior reacción anti hegeliana, en el ámbito francés, la línea seguida fue en gran medida, distinta e independiente. La filosofía francesa permaneció fundamentalmente afincada en el espíritu empírico-cientificista, dando lugar al positivismo, y marcada fuertemente por una clara orientación hacia las cuestiones sociales.”(2005:105)
El modelo cartesiano, el empirismo inglés y auge de las ciencias naturales, alimentaron el pensamiento de Condillac y de los enciclopedistas franceses, que radicalizaron las ideas recibidas.
Entre estos últimos, Holbach, de la Mettrie y Helvetius, llegan a un materialismo tan extremo como genuino. Junto con esta inspiración, el pensamiento ilustrado era portador de un mensaje de contenido social. La fraternidad universal y la plena felicidad del hombre se alcanzan como fruto del desarrollo sin límites de la razón humana, y no por efecto del cristianismo. La idea de progreso indefectible sustituía a la providencia divina. Este espíritu sentó las bases, en lo social, de la Revolución de 1789, y en lo filosófico de la corriente posterior que se llamó: “La ideología”, que vino a continuar aquel materialismo radical y cuyos exponentes son Destutt de Tracy y Cabanis.
2.1 Vida y obras
García Marcos, M.; (1998:245) argumenta que: “en este contexto es que nace Augusto Comte. Nace en Montepellier. Fue discípulo y secretario de Saint Simon, quien había nacido treinta y ocho años antes que Comte, y había estado muy interesado en la elaboración de programas para una reorganización de la sociedad de su tiempo. Comte rompe con su maestro para fundar el positivismo, orientado hacia este objetivo de sus obras principales: Curso de filosofía positiva, Discurso sobre el espíritu positivo y Sistema de política positiva. Sin embargo, la primera intención de Comte no fue fundar una nueva filosofía o establecer las bases de una nueva metodología científica; todo esto será solo un medio para conseguir una reforma de la sociedad, siguiendo en ello la idea de su maestro.”
2.3 Filosofía positiva
El fundador del positivismo tiene a las espaldas el inquieto período post-revolucionario francés, en el que Francia y, en general, Europa están empeñadas en la búsqueda de un régimen político estable. La doctrina de Comte nace también del intento de reconstruir el orden social de su tiempo. Él piensa que la crisis política y moral que atravesaba la sociedad era una manifestación exterior del estado de anarquía intelectual. Por eso esperaba que con la difusión del conocimiento científico, la instrucción popular en las ciencias y la riqueza, se lograra una sociedad pacífica. De ahí que emprendiese la tarea de construir la unidad del conocimiento poniendo como fundamento la ciencia. En relación con el Iluminismo del siglo XVIII, el positivismo del siglo XIX tenía la ventaja de poder referirse a un complejo de ciencias más desarrolladas. Precisamente este enorme desarrollo del conocimiento científico, que tuvo lugar en el siglo XIX, ofreció al positivismo la impresión de que la ciencia podría abrazar de manera exhaustiva y definitiva todo aspecto de la realidad, tanto natural como humana, sustituyendo a cualquier otra forma de conocimiento. Tienen especial influjo en él D’Alembert, Montesquieu, Turgot y Condorcet. Además, en cuanto a la crítica de la metafísica, indudablemente Comte se inspira en el empirismo de Hume, al que señala en el Cathéchisme positiviste como su principal precursor en filosofía. Y, de modo más inmediato.
Ahora bien, según Comte, el primer paso que hay que dar para reformar la sociedad se refiere a la reforma del saber y del método científico, propios de la sociedad que se requiere organizar. La idea de Comte al respecto es que una sociedad es definida por el grado de desarrollo intelectual que ha adquirido; por eso, la reforma de la sociedad debe comenzar por la del nivel intelectual que ha adquirido; por eso, la reforma de la sociedad debe comenzar por la del nivel intelectual que posee en la actualidad. Comte cree que la sociedad de su tiempo debe adquirir un desarrollo intelectual de tipo positivista; es la metodología positivista la que debe imponerse a esa sociedad para que su reforma sea posible.
Gonzáles Álvarez, A.; (1971:462) analiza que su sistema debe abarcar, pues, los elementos siguientes: una filosofía de la historia que se cuide de demostrar que la sociedad contemporánea de Comte exige, en su desarrollo intelectual, la metodología positiva y el espíritu positivo como los únicos adecuados a esa sociedad; demostrar, en una palabra, que esa sociedad solo puede conseguir el desarrollo intelectual adecuado a través del espíritu y la metodología positiva. En segundo lugar, el sistema de Comte debe echar las bases del método positivo, definiéndonos claramente positivismo. Por último, el sistema deberá culminar en una sociología o ciencia de la sociedad en la que no solo se describan de un modo teórico las estructuras de la sociedad, sino también, y sobre todo, se echen las bases para la reforma concreta de la sociedad. Filosofía de la historia, positivismo y sociología; éstas son las tres esferas en que se centra la investigación de Comte y que constituyen el ámbito de su sistema.
Fazio, M. & Fernández Labastida, F.; (2004:173) explica: “en 1848 Comte lanzaba proclamas invitando al proletariado de París a que depusiera las armas y renunciara a la lucha revolucionaria. Dynnik añade al respecto: “sucesivamente buscó el apoyo de Napoleón III, Nicolás I y hasta de jesuitas. Siendo como era su doctrina un reflejo del incremento de las tendencias reaccionarias de la clase burguesa, Augusto Comte justificó la alianza de la burguesía con la aristocracia terrateniente. Exaltaba la jerarquía social del medioevo y se esforzó por rehabilitar la teocracia”. Y Lenin calificaba su positivismo, seguramente con excesiva dureza, llamándolo miserable revoltijo, despreciable partido del centro en filosofía.”
La idea del progreso del espíritu humano no es un descubrimiento de Comte. Pascal ya la había formulado. Turgot, en su Historie des progrès de l` espirit humain (1750), distingue tres edades de la humanidad que corresponden exactamente a los tres estados de Comte; y Condorcet, en su Esquisse d`un tableau historique des progès de l` espirit humain (1794) habían tratado el mismo tema. La idea flotaba, pues, en el ambiente. Pero Comte fue el primero en convertirla en fundamento de su sistema filosófico.
3. Influencia de los estadios en el positivismo
Verneaux, R.; (1966:72) comenta que la ley de los tres estados es verdaderamente el principio de la filosofía positiva, ya que muestra su necesidad. El espíritu humano, afirma Comte, atraviesa tres tipos de mentalidad que llama estado teológico o ficticio, el estado metafísico o abstracto, y el estado científico o positivo.
3.1 El estado teológico o ficticio
Yarza, I.; (2008:101). El estado teológico consiste en que al hombre, ante el espectáculo de la naturaleza le basta una explicación trascendente de los fenómenos. Los refiere a la acción y a la voluntad de los Dioses, y de esta manera cree poseer un absoluto. En realidad, usa la imaginación y no la razón, de suerte que la explicación es mítica. El último término de este estado se encuentra en el monoteísmo, en el que las divinidades distintas e independientes son sustituidas por un Dios único que con sus decretos dirige todas las cosas.
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