Felicidad

(Aristóteles)

Cuando hacemos el bien, nos sentimos realmente satisfechos de que a la persona a la que le hicimos un bien se sienta feliz, por tanto es un estado de ánimo contagioso, que nos produce satisfacción y paz consigo mismo y los demás.

Nosotros muchas veces nos preocupamos por el futuro, diariamente nos preguntamos si seremos felices o no, con las decisiones que estamos tomando, pero es tanta la preocupación de si lo seremos o no, que nos olvidamos de ser felices en el proceso de esa gran búsqueda. Vivimos preocupados de hacer el bien, a las demás personas, que muchas veces nos olvidamos de nosotros mismos, de cuál es nuestra verdadera conceptualización de una felicidad, porque cada persona tiene diferente visión sobre este concepto. Cuando perdemos nuestra visión clara de lo que realmente nos hace felices no podemos decidir entre muchas cosas en el diario vivir, ya que no sabemos a dónde queremos llegar.

Según Aristóteles el Bien se conoce como una meta que conduce a la felicidad, para poder cumplir con esta afirmación debemos tener claro el concepto del Bien, para poder obrar en base a este, en muchos casos las personas no pueden distinguir entre lo bueno y malo y es ahí donde se rompe esta afirmación.

Todos anhelamos ser felices, y tratamos de conquistar este estado de ánimo, por medio de varios fines o actitudes, muchas veces nos equivocamos eligiendo caminos fáciles que en el momento nos hacen sentir bien, pero quizá ese sentimiento sea solo superficial, por ejemplo el dinero, la fama, el sexo entre otros. Cuando sentimos que estamos realmente realizados, volteamos al pasado y nos damos cuenta que nos preocupamos tanto por llegar a donde estamos que no vivimos realmente felices, creando en nosotros un estado de frustración.

Conocernos a nosotros mismos es una manera efectiva para encontrar la felicidad, porque tener claro lo que somos y de lo que somos capaces de hacer para alcanzar lo que nos hace realmente felices. Muchas personas son felices cuando realmente se aceptan tal cual son, aquellas que aprovechan sus habilidades y las que moldean para poder enfrentar todas aquellas situaciones que nos alejan de nuestra felicidad, en mi opinión muchas veces debemos luchar por nuestra felicidad, porque en la vida en ocasiones aquellas personas que nos rodean no creen en nosotros y en nuestras capacidades para alcanzar nuestra anhelada felicidad, es por eso que nunca debemos dejar que nadie nos impida tomar decisiones que nosotros creemos que nos hará felices.

En conclusión nadie puede definir ciertamente lo que es la felicidad, ya que a cada quien lo hace feliz algo distinto; situaciones de éxitos, aceptaciones sociales, estado de salud, dinero, fama entre otras situaciones. Algunas personas son felices haciendo el bien y otras el mal. Por ejemplo algunas personas son felices cuando realmente se aceptan como son, y potencializan sus habilidades. Posiblemente la felicidad solo sea

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